Los iberos vivieron entre los siglos V y I a.C. en el levante y noreste de la Península Ibérica. Vivían en poblados amurallados en zonas elevadas, y su sociedad estaba dividida en clases dominadas por una élite religiosa. Practicaban la agricultura, en particular del olivo y la vid, y el comercio con Grecia y África. Tenían una escritura alfabética y silábica y celebraban rituales religiosos en templos y santuarios dedicados a animales.