El documento habla sobre el algodón transgénico, que es algodón cuya semilla fue combinada con un gen de una bacteria para hacerla resistente al herbicida glifosfato. Esto permite un manejo más sencillo y reduce los costos de producción. Sin embargo, las empresas transnacionales que producen este algodón transgénico cobran a los agricultores honorarios adicionales por el uso de su tecnología.