La ultracavitación con ultrasonidos de baja frecuencia se propone como una alternativa no quirúrgica para eliminar la grasa corporal localizada sin dolor o efectos secundarios. Utiliza ondas ultrasónicas para romper y expulsar las células grasas de forma natural a través de la orina y las heces. Se necesitan de 4 a 6 sesiones cada 15 días para tratar una zona, y los resultados son visibles desde la primera sesión al reducirse el volumen de grasa.