La enfermedad de Alzheimer fue descrita por primera vez en 1906 y causa deterioro progresivo de la memoria, el pensamiento y el comportamiento debido a la acumulación de placas seniles y ovillos neurofibrilares en el cerebro. Actualmente no existe cura pero los medicamentos pueden ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida mediante la atenuación de los síntomas cognitivos. El cuidado del paciente requiere crear un ambiente seguro, estimulante y rutinario.