La anemia infecciosa equina es causada por el virus de la anemia infecciosa equina, un lentivirus que infecta a caballos. Se distribuye en casi todo el mundo y se transmite mecánicamente por insectos picadores. Puede presentarse de forma aguda, crónica o subclínica, causando síntomas que van desde la muerte súbita hasta parecer asintomático. Se diagnostica clínicamente y también mediante pruebas serológicas como AGID y ELISA.