El documento habla sobre el anisakis, un pequeño gusano parásito que se aloja en el tubo digestivo de peces. Se encuentra exclusivamente en peces de interés comercial como la caballa y el bacalao. La prevención de la infección por anisakis es clave, por lo que la legislación requiere que el pescado que se vaya a comer crudo o poco cocinado sea congelado a -20°C durante 24-48 horas para matar al parásito.