El discurso de García Márquez propone simplificar la gramática española antes de que termine por simplificarnos a nosotros. Sugirió eliminar letras como la hache, la ce y la cu que causan dificultades ortográficas y confusión. También propuso humanizar las leyes gramaticales aprendiendo de las lenguas indígenas y asimilando pronto los neologismos para enriquecer el idioma español. El objetivo final era liberar la lengua de sus normas rígidas para que entre en el siglo XXI