2. Cuba
Cuba es una nación rica en materia de diseño gráfico o visual, su sello
revolucionario y caribeño refleja tanto su cultura histórica como raíces
sociales y políticos antes y después de la revolución.
La comunicación visual del país durante la era de 1920-1930 fue
fuertemente influenciada por la cultura estadounidense, derivado de los
lazos económicos y financieros de Cuba a la economía
estadounidense.
Las plantaciones de azúcar y tabaco cubano fueron prácticamente
propiedad de los conglomerados estadounidenses, y La Habana era un
destino turístico para los estadounidenses ricos.
3. Cuba
El deseo de promover el turismo trató de apelar a los criterios de estereotipos
de Hollywood. Sin embargo, el diseño gráfico de este período, muy
influenciado por el Art Nouveau, es apodado por algunos como la “edad de
oro” del diseño cubano.
Durante la década de 1990 los diseñadores gráficos cubanos desarrollaran un
sentido único de la identidad, orientada al mercado del diseño gráfico cubano
gradualmente a la vanguardia de una altamente sofisticada y moderna
estética, ampliando y profundizando la potencialidad del diseño universal de
comunicaciones.
El régimen de Castro empleó diseñadores de comunicación visual para
promover un nuevo sentido de identidad cultural y dio a los artistas una vía
libre para crear carteles de vanguardia en apoyo al intercambio cultural de
largo alcance.
Cuba con el mundo produjo un estilo único de cartel y serigrafía para dar a
conocer las actividades diversas, tales como campañas de salud y educación,
la conmemoración histórica, conciertos, espectáculos, exposiciones,
reuniones, y por supuesto, carteles de cine.
4. Antonio Reboiro
Nació en Nuevitas, Provincia de Camagüey el 26
de diciembre de 1935.
Estudió Medicina y Arquitectura en la Universidad
de La Habana.
Comenzó a trabajar en el ICAIC en el año 1963.
Y son menos todavía quienes han dibujado con
esa luz y color con la que él lo ha hecho y que
percibimos, sobre todo, en sus carteles
cinematográficos. En todos ellos florece el gusto
del color como intuición.
Y el color le da libertad, le libera en estructuras
espontáneas de un marcado estilo abstracto y
PopArt.
El Festival de Cannes, el Centro Pompidou de
París o el MOMA de Nueva York le han dedicado
monografías y –los dos últimos– poseen incluso
carteles en sus colecciones permanentes.
• Exiliado en Madrid desde los
años setenta.
• Realizó diversos trabajos para
el Teatro Nacional, póster de
películas y diseños encargados
por diversos empresarios
teatrales y del espectáculo.
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8. • Todo empezó un mayo de 1963, cuando se presentó a la
primera cita convocada por el ICAIC para seleccionar el
primer equipo de diseñadores de carteles del cine de la
Revolución. Fue uno de los elegidos. Y allí permaneció
durante casi dos décadas, apoyado por su amigo Saúl
Yelín, máxima autoridad en la elección de los póster, y
por Alfredo Guevara, director del centro cinematográfico.
• Es penoso descubrir que el ICAIC apenas si tiene hoy
copias originales de la mayoría de sus obras. La mala
gestión de su patrimonio por parte de los dirigentes que
ha tenido el instituto a lo largo de las últimas décadas, ha
dejado prácticamente sin ejemplares a la institución.
• Reboiro es hombre sencillo, espontáneo, generoso e
indiferente a las golosas mieles de la fama y los honores.
9. Su personalidad no profesional se reduce a dos palabras: humildad y coraje.
También dos palabras resumen su aspecto profesional: imaginación y
oficio. Imaginación para diseñar, a través de infinitas gamas de luz, color y
trama, cada afiche que le pedían; y oficio para renovar continuamente sus
creaciones, dándoles nuevas formas, metamorfoseando los colores, los
conceptos, los volúmenes e incluso las tipografías.
Su obra es como un abanico de brillos y matices que se estiran como un
arco iris en el espacio que ocupan en el papel, y que nos invita no solo a ir a
ver la película –aunque el cartel no nos diga nada sobre ella–, sino a gozar
del póster como obra de Arte.
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14. En su filmografía encontramos los siguientes filmes
como director:
“Un retablo para Romeo y Julieta” (1971),
“Edipo Rey” (1972),
“Rumba” (1972).
12 carteles
Antonio F. Reboiro realizó excelentes carteles para
el Cine Cubano, entre los que destacamos:
Harakiri (1964), Julieta de los Espíritus (1967),
Juego de Masacre (1968), Moby Dick (1968),
El Samurai (Alain Delon) (1969),
Dulce Noviembre (1972),
Monstruo en Primera Plana (1973),
Baile de Ilusiones (1974),
El Discreto Encanto de la Burguesía (1975),
Crimen en el Expreso de Oriente (1976),
Cecilia (1982),
En USA:
Nadie Escuchaba,
En España.
La corte de Faraón,
Serie dedicada a Federico Fellini (16 carteles),
Serie dedicada al 80 aniversario de Marilyn Monroe