La religión ha estado íntimamente relacionada con las artes a lo largo de la historia. La arquitectura religiosa se ha ocupado del diseño y construcción de lugares sagrados, dedicando grandes recursos económicos a obras monumentales. El estilo artístico predominante en la arquitectura religiosa europea entre los siglos XI y XIII fue el románico, que combinó elementos constructivos y ornamentales de tradiciones latinas y orientales.