La asfixia neonatal puede causar daño cerebral si no se trata rápidamente. El examen APGAR evalúa la salud del recién nacido, incluidos factores como el color, frecuencia cardíaca y esfuerzos respiratorios. Los bebés asfixiados deben recibir oxígeno, ventilación y otros tratamientos de apoyo vital según sea necesario.