El documento describe un encuentro interreligioso en Asís en 1986 y sugiere que cumplió una profecía masónica sobre la creación de una "iglesia universal" que una a todas las religiones. Según el relato, representantes de distintas confesiones rezaron juntos y compartieron símbolos religiosos sin preocuparse por las diferencias doctrinales. Algunos ven esto como un paso hacia una sociedad teocrática global propuesta por los masones.