El documento propone redireccionar parte del impuesto a las ganancias de las empresas hacia sus empleados para incentivarlos a trabajar con más esfuerzo y actitud. Esto haría que contratar personal sea más rentable para las empresas y ayudaría a reducir el desempleo y la falta de productividad. El modelo busca compatibilizar los objetivos de los empleadores y empleados de una manera justa que restaure la dignidad humana.