La autoestima se refiere al sentimiento de valoración de las características personales de uno mismo. Tener una autoestima alta conduce a la seguridad en sí mismo, la confianza en las relaciones y la capacidad de aceptar los cambios, mientras que una baja autoestima causa aislamiento social, depresión y ansiedad. Es importante mantener la autoestima en equilibrio fijándose en los logros propios, estableciendo metas realistas y teniendo un diálogo interno positivo.