El documento describe el Banco de Avió Minero Novohispano, una institución creada en 1774 para proporcionar financiamiento a la industria minera en Nueva España. El banco comenzó a operar en 1784 y para 1786 había prestado más de 800,000 pesos, aunque solo había recuperado el 42.6% de esos préstamos. La muerte de los fundadores y rumores de fraude llevaron a una crisis, pero la corona española rescató al banco en 1791.