La brecha digital se define como la separación entre personas que usan tecnologías de información y comunicación como parte de su vida diaria y aquellos que no tienen acceso o conocimiento de cómo usarlas. El documento propone tres formas de investigar cómo reducir esta brecha en una escuela: 1) aplicando aprendizaje colaborativo con TIC para estudiantes con y sin discapacidad, 2) verificando que los contenidos del profesorado se adapten a los softwares de cada grupo, y 3) identificando si el uso de nuevas tecnologías mejora las capacidades