El acoso escolar afecta principalmente a niños y niñas entre 10 y 15 años y se manifiesta a través de maltrato físico, verbal o psicológico. Los agresores buscan sentirse poderosos y dominar a otros que son más sumisos e inseguros, pudiendo causar consecuencias psicológicas graves como depresión o pensamientos suicidas en la víctima. El acoso también ocurre en internet y puede tener efectos a largo plazo como conductas agresivas o delictivas.