La cadena de frío es el conjunto de elementos y actividades que garantizan la integridad y potencia de las vacunas desde su fabricación hasta su administración, manteniéndolas en un rango óptimo de temperatura entre 2°C y 8°C. Incluye recursos humanos, materiales como neveras y vehículos de transporte, y financieros. Una ruptura en la cadena que exponga las vacunas a temperaturas fuera de rango puede dañarlas y hacerlas ineficaces.