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Cálculo de variaciones
   Programa de Posgrado FISYMAT



      Antonio Cañada Villar
Departamento de Análisis Matemático

            Universidad de Granada
´
     CALCULO DE VARIACIONES. PROGRAMA DE
  POSGRADO FISYMAT, UNIVERSIDAD DE GRANADA

       ´                                ˜
      CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10



   En las notas que siguen se recogen de manera esquem´tica algunas de las
                                                      a
ideas fundamentales que se explican en el curso “C´lculo de Variaciones y
                                                   a
Optimizaci´n”, del programa de posgrado Fisymat. Estas notas est´n en
           o                                                        a
constante proceso de elaboraci´n. Espero que cada alumno encuentre algo
                               o
de utilidad en ellas.



               ´          ´              ´
 1. Introduccion, motivacion y notas historicas: del problema
       de la braquistocrona a la teor´ de puntos cr´
                                     ıa              ıticos.
1.1. Recomendaciones bibliogr´ficas.
                             a

   Los problemas de m´ximos y m´
                         a          ınimos constituyeron la motivaci´n funda-
                                                                    o
mental para la creaci´n del C´lculo Diferencial e Integral a finales del siglo
                       o       a
XVII. El origen del C´lculo Diferencial e Integral se atribuye fundamental-
                        a
mente a Newton y Leibniz.
   El significativo trabajo de Leibniz titulado “Nova methodus pro maximis
et minimis itemque tangentibus” que puede considerarse como el nacimiento
formal del C´lculo, se public´ en 1684 y las palabras con las que Leibniz
              a                o
describe el t´
             ıtulo de esta obra nos dan una idea muy precisa del contenido:
nuevo m´todo para el estudio de m´ximos y m´
         e                           a          ınimos de funciones usando la
noci´n de tangente. En este tratado se proporciona un m´todo muy preciso
    o                                                       e
para el c´lculo de m´ximos y m´
          a            a           ınimos de funciones concretas que surgen
en las aplicaciones m´s diversas. Dicho m´todo usa la noci´n de derivada,
                       a                     e                o
punto cr´ıtico, derivadas de orden superior, etc.
   Un buen resumen de la evoluci´n hist´rica del c´lculo de variaciones se
                                     o     o          a
puede ver en los siguientes art´ıculos:
   Erwin Kreyszig: On the Calculus of Variations and Its Major Influences
on the Mathematics of the First Half of Our Century. Part I. American
Mathematical Monthly, volumen 101, no. 7, 674-678, (1994).
   Erwin Kreyszig: On the Calculus of Variations and Its Major Influences
on the Mathematics of the First Half of Our Century. Part II. American
Mathematical Monthly, volumen 101, no. 9, 902-908, (1994).
   La introducci´n del libro de texto recomendado [3] ofrece informaci´n
                  o                                                        o
hist´rica de inter´s.
    o              e

                                      1
2         ´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

   Por cierto, la revista mencionada, American Mathematical Monthly, es
muy recomendable para los alumnos de los ultimos cursos de la licencia-
                                               ´
tura en Matem´ticas. Tiene secciones muy diversas: art´
                a                                           ıculos, problemas,
rese˜as de libros, etc. El nivel es, en general, asequible. Os animo a que la
    n
consult´is habitualmente.
       e

   Como veremos a continuaci´n, los problemas que trata el c´lculo de va-
                              o                              a
riaciones se formularon inemdiatamente despu´s del nacimiento del C´lculo.
                                            e                      a

1.2. Algunos problemas significativos del C´lculo de Variaciones. .
                                          a

   Seg´n M. Kline ([10]) el primer problema significativo del C´lculo de
        u                                                           a
Variaciones fue propuesto y resuelto por Newton en el libro II de sus “Prin-
cipia”. Estudiando la forma que deb´ tener una superficie de revoluci´n,
                                        ıa                                o
movi´ndose en el agua (o cualquier otro fluido) a velocidad constante a lo
      e
largo de su eje para ofrecer una resistencia m´
                                              ınima al movimiento, se plante´
                                                                            o
el estudio de m´ ınimos de funcionales de la forma
                                          b
                                              y(x)(y (x))3
(1.1)                        Φ(y) =
                                      a       1 + (y (x))2
donde la funci´n y(x) pertenece a un espacio apropiado de funciones de clase
                 o
C 1 [a, b]. Por ejemplo, podemos pensar que y(·) ∈ Y, donde

          Y = {y : [a, b] → R : y ∈ C 1 [a, b], y(a) = y1 , y(b) = y2 }
donde (a, y1 ), (b, y2 ) son dados.

   Ya apreciamos la primera diferencia fundamental respecto de los proble-
mas de m´ximos y m´
           a           ınimos estudiados por el alumno en la licenciatura:
en (1.1) la “variable independiente” y(x) pertenece a un conjunto adecuado
de funciones y no a un subconjunto del espacio eucl´ ıdeo finito dimensional.
Tengamos en cuenta que los espacios de funciones son, en general, espacios
vectoriales de dimensi´n infinita. Os recomiendo la lectura y consulta del
                       o
art´
   ıculo: G. Buttazzo y B. Kawohl: On Newton’s problem of minimal re-
sistance, Mathematical Intelligencer, volumen 15, 7-12, (1992). Por cierto,
esta revista, Mathematical intelligencer, es tambi´n muy recomendable para
                                                  e
los alumnos.

    De todas formas, suele considerarse que lo que se entiende hoy en d´    ıa
por C´lculo de Variaciones, naci´ con la proposici´n de Johann Bernou-
       a                           o                  o
lli,en 1.696, del problema de la braquistocrona (seg´n algunos autores, este
                                                     u
problema fue formulado con anterioridad por Galileo en 1638). Puede des-
cribirse as´ una masa puntual se desliza, por acci´n de la gravedad, desde un
           ı:                                     o
punto A del plano , hasta otro punto B, a trav´s de alguna curva. El tiempo
                                               e
empleado para ir desde A hasta B depende de la curva elegida. ¿Para qu´      e
curva se tendr´ que el tiempo es m´
                a                    ınimo? Puede verse ([17]) que esto exige
´                                ˜
        CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.              3

el estudio de funcionales de la forma
                               b                      1/2
                                       1 + y (x)2
(1.2)                                                       dx
                           a              y(x)
donde, como en (1.1), la variable independiente y(·), pertenece a un conjunto
adecuado de funciones.
   Contrariamente a lo que puede sugerir nuestra intuici´n, la soluci´n de
                                                           o            o
este problema no es ni el segmento rectil´
                                         ıneo que une A con B, ni ning´n arco
                                                                      u
de circunferencia que pase por A y B. La soluci´n, un arco de cicloide, fue
                                                  o
encontrada por diferentes matem´ticos: Jakob Bernoulli, Newton, Leibniz,
                                   a
L’Hopital, etc.

   En los ejemplos citados con anterioridad, la variable independiente es una
funci´n y(x). Hay otros problemas, donde de manera natural surge el estudio
      o
de funcionales cuya variable independiente pueden ser varias funciones. In-
cluso, se pueden plantear problemas que recuerdan a los m´ximos y m´
                                                            a          ınimos
condicionados (multiplicadores de Lagrange). Por ejemplo, esto ocurre en
el llamado problema isoperim´trico que describimos a continuaci´n. Dado
                               e                                    o
un n´mero real positivo L, se trata de estudiar la cuesti´n siguiente: de
      u                                                      o
todas las curvas cerradas del plano de longitud dada L > 0, ¿cu´l es la que
                                                                  a
encierra mayor ´rea?
                a

  Si escribimos la curva mediante sus ecuaciones param´tricas
                                                      e
(1.3)                                  x = x(s)
(1.4)                                  y = y(s)
(donde s es, por ejemplo, el par´metro arco), entonces es conocido que el
                                a
a
´rea encerrada por la misma viene dada por:

                                            L
                                   1
(1.5)         A = Φ(x, y) =                     x(s)y (s) − x (s)y(s) ds
                                   2    0

   Por tanto, se trata de hacer m´xima una expresi´n donde la variable
                                   a                  o
es un par de funciones x(s), y(s). M´s precisamente, el par de funciones
                                      a
x(·), y(·) pertenecen al espacio de funciones de clase C 1 [0, L] y, adem´s,
                                                                         a
x(0) = x(L), y(0) = y(L) (la curva es cerrada). Por otra parte, al ser s el
par´metro arco se ha de cumplir la restricci´n
    a                                       o
                    (x (s))2 + (y (s))2 = 1, ∀ s ∈ [0, L].
Esto es pues un problema de m´ximos y m´
                             a         ınimos condicionados.

  Puede probarse ([7]) la relaci´n
                                o

(1.6)                              L2 − 4πA ≥ 0
4          ´                                ˜
          CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

y que la igualdad se da s´lo para cualquier circunferencia de longitud L. Un
                         o
m´todo elegante y sencillo para estudiar este problema usa algunos hechos
  e
b´sicos de la teor´ de Series de Fourier ([5]).
 a                ıa
   El problema puede plantearse tambi´n en dimensiones superiores n ≥
                                     e
3, prob´ndose que si B ⊂ Rn , es un conjunto con algunas restricciones
        a
adicionales, entonces ([7])
(1.7)                    [L(∂B)]n − nn ωn [M (B)]n−1 ≥ 0
donde ωn es el volumen de la bola unidad n−dimensional, es decir, ωn =
 BRn (0;1) 1 y [M (B)] es la medida de Lebesgue n−dimensional de B. Por
su parte, L(∂B) es la medida de Lebesgue n − 1-dimensional de la frontera
de B. Adem´s la igualdad se da en la expresi´n anterior si y s´lo si B es
             a                               o                o
una bola.

    Un ejemplo de especial significaci´n, desde el punto de vista de la f´
                                             o                                   ısica,
lo constituye el principio de Hamilton. Vamos a ver que proporciona una
formulaci´n variacional (en t´rminos de m´ximos y m´
              o                       e             a            ınimos, o al menos,
puntos estacionarios o cr´      ıticos), de la segunda ley de Newton.
    Supongamos que una part´        ıcula de masa 1 se desplaza en el espacio eucl´
                                                                                  ıdeo
tridimensional desde un punto dado p1 a otro p2 en el intervalo de tiempo
[t1 , t2 ], bajo la acci´n de una fuerza F : R3 −→ R3 que depende s´lo de la
                         o                                                    o
posici´n de la part´
          o             ıcula. En este caso, F = F (x), x = (x1 , x2 , x3 ).
    Si x : [t1 , t2 ] −→ R3 , t → x(t), es la trayectoria de la part´  ıcula, entonces
la segunda ley de Newton (masa × aceleracion = f uerza) nos proporciona
la relaci´n o

(1.8)                x (t) = F (x(t)), x(t1 ) = p1 , x(t2 ) = p2
   (1.8) es una ecuaci´n diferencial ordinaria de segundo orden.
                          o
   El C´lculo de Variaciones nos proporciona otra interpretaci´n de (1.8),
         a                                                       o
cercana a problemas de m´ximos y m´
                            a            ınimos cuando la fuerza F es con-
servativa, esto es, deriva de un potencial U : R3 → R. Esto quiere decir
que U (y) = F (y), ∀y ∈ R3 , donde U (y) = ∂U (y) , ∂U (y) , ∂U (y) =
                                                       ∂y1   ∂y2   ∂y3
(F1 (y), F2 (y), F3 (y)).

   Definamos el conjunto A de “trayectorias posibles entre los puntos p1 y
p2 ” de la forma siguiente:
(1.9)    A = y : [t1 , t2 ] −→ R3     / y(t1 ) = p1 , y(t2 ) = p2 , y ∈ C 1 [t1 , t2 ]

   Dado un elemento y ∈ A, su energ´ cin´tica como funci´n del tiempo t
                                   ıa   e               o
viene dada por

                                  1
(1.10)               (M y)(t) =
                        ˙           y1 (t)2 + y2 (t)2 + y3 (t)2
                                    ˙         ˙         ˙
                                  2
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                      5

y su energ´ potencial viene expresada por −U (y(t)) donde U es el potencial
          ıa
mencionado.

  La lagrangiana de la trayectoria y se define como
(1.11)                  L(y(t)) = M (y(t)) + U (y(t))
                                     ˙
  El funcional, llamado acci´n integral de Hamilton, se define como
                            o

                                  Φ : A −→ R
(1.12)                                 t2
                            Φ(y) =          L(y(t)) dt
                                      t1

que hace corresponder a cada trayectoria posible, y, un n´mero real,Φ(y).
                                                         u

   ¿Qu´ relaci´n existe entre el funcional dado en (1.12) y la ecuaci´n dife-
       e      o                                                      o
rencial (1.8)? Por una parte, el funcional dado hace corresponder, a cada
trayectoria posible y, un n´mero real Φ(y). Por otra, (1.8) es una ecuaci´n
                           u                                              o
diferencial ordinaria. No parece sencillo, ni intuitivo, qu´ relaci´n puede
                                                           e       o
haber entre ambos conceptos.

   El principio de Hamilton afirma: ”la trayectoria x ∈ A que sigue la
part´
    ıcula bajo la acci´n de la fuerza F para ir de p1 a p2 es aquella que hace
                      o
estacionaria la acci´n integral Φ”.
                    o

   ¿Qu´ es eso de hacer estacionaria la acci´n integral?. Recordemos que
       e                                     o
dada una funci´n H : Rn → R, un punto estacionario de la misma es cual-
               o
quier punto x ∈ Rn para el que H (x) = 0 (equivalentemente, todas las deri-
vadas parciales de H, en el punto x son cero; es decir ∂H(x) = 0, 1 ≤ i ≤ n.)
                                                        ∂xi
Ahora quiz´s no tenga sentido, o quiz´s sea un concepto nada trivial, la
           a                            a
noci´n de “derivada parcial de la acci´n integral de Hamilton”. Esto puede
     o                                o
ser subsanado con el concepto de derivada direccional, m´s amplio que el de
                                                          a
derivada parcial.

   Un elemento x ∈ A se dice estacionario cuando la primera variaci´n de
                                                                     o
Φ en x es cero. La primera variaci´n del funcional Φ, en el punto x y en la
                                  o
direcci´n h se define como
       o
                                   d
(1.13)                 δΦ(x; h) =    Φ(x + τ h)|τ =0
                                  dτ
donde


(1.14) h ∈ g : [t1 , t2 ] −→ R3   / g(t1 ) = 0, g(t2 ) = 0, g ∈ C 1 [t1 , t2 ] = B
  Que la primera variaci´n sea cero significa que
                        o
6          ´                                ˜
          CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10




(1.15)                        δΦ(x; h) = 0     ∀h ∈ B.
  Veremos en el curso que (1.15) no es sino la la segunda ley de Newton (1.8)
expresada en forma variacional. En realidad veremos que, para trayectorias
x ∈ C 2 [t1 , t2 ], tales que x(t1 ) = p1 , x(t2 ) = p2 , (1.8) es equivalente a (1.15).

   Otras muchas leyes de la F´  ısica se expresan tambi´n en forma variacional.
                                                         e
Todas ellas responden a la filosof´ marcada por las frases siguientes:
                                     ıa
    (1) “En la Naturaleza no se realiza ning´n proceso superfluo o innece-
                                                 u
        sario (Olympiodorus, siglo VI )”
    (2) “En un medio no homog´neo, formado por dos homog´neos y sepa-
                                    e                               e
        rados por una recta, un rayo luminoso que va desde un punto del
        primer medio a otro del segundo, lo hace de tal forma que minimiza
        el tiempo empleado en su recorrido (Fermat, siglo XVII)”
    (3) “Puesto que el Universo es perfecto y fue creado por el Creador m´s     a
        sabio, nada ocurre en ´l, sin que est´ presente alguna ley de m´ximo
                                 e             e                            a
        o m´ ınimo (Euler, siglo XVIII)”
    (4) “Una part´ ıcula que se mueve en el espacio bajo la acci´n de una
                                                                       o
        fuerza conservativa, lo hace de tal forma que su trayectoria hace
        m´ ınima, o al menos estacionaria, la acci´n integral (Hamilton, siglo
                                                    o
        XIX)”
   Deteng´monos en un ejemplo concreto, la ley de la refracci´n que afirma
           a                                                        o
lo siguiente:
Supongamos un medio no homog´neo, formado por dos medios homog´neos
                                     e                                       e
I y II separados por una recta r. Sean A y B dos puntos dados de I y II
respectivamente. Entonces un rayo luminoso que va de A hasta B lo hace a
trav´s de una trayectoria que es rectil´
     e                                    ınea en cada medio considerado y tal
que si O es el punto de la recta r por el que pasa, se tiene que el cociente entre
el seno del ´ngulo de incidencia ϕ1 y el seno del ´ngulo de refracci´n ϕ2 , es
             a                                       a                   o
         v1
igual a v2 , siendo v1 y v2 , respectivamente, las velocidades de propagaci´n  o
de la luz en I y II. Es decir
                                    senϕ1    v1
(1.16)                                     =
                                    senϕ2    v2
   Una demostraci´n variacional de la ley anterior, puede obtenerse usando
                    o
el principio de Fermat (siglo XVII) que afirma:
en la situaci´n anteriormente descrita, un rayo luminoso que va de A hasta
              o
B, lo hace a trav´s de una trayectoria tal que el tiempo empleado en su
                   e
recorrido es m´ ınimo.
   Usando este principio y eligiendo convenientemente los ejes de coordena-
das tal que A = (0, a), B = (d, −b), entonces si O = (x, 0), tenemos que el
tiempo empleado en la trayectoria es
                             (a2 + x2 )1/2 (b2 + (d − x)2 )1/2
                    t(x) =                +
                                  v1               v2
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                    7

Es trivial comprobar que existe un unico punto x0 ∈ [0, d] tal que t (x0 ) = 0.
                                     ´
Adem´s, t (x) > 0, ∀ x ∈ [0, d]. Esto prueba que existe un unico punto
      a                                                          ´
x0 ∈ [0, d] tal que t(x0 ) = min[0,d] t. Calculando t (x0 ), es trivial que la
relaci´n t (x0 ) = 0 es equivalente a (1.16).
      o

  Terminamos la descripci´n de problemas concretos, con el denominado
                           o
Principio de Dirichlet, donde como variables independientes aparecen de
manera natural, funciones de varias variables reales (hasta ahora s´lo han
                                                                   o
aparecido funciones de una variable).

  Sea Ω un dominio (subconjunto abierto y conexo) acotado de Rn . Consi-
deremos el problema de contorno

                             ∆u(x) = 0    x∈Ω
(1.17)
                            u(x) = f (x) x ∈ ∂Ω

donde ∆ es el operador Laplaciano definido como
                                  ∂ 2 u(x)       ∂ 2 u(x)
(1.18)                  ∆u(x) =         2 + ... + ∂x2
                                    ∂x1                n

  Problemas del tipo anterior (estudio de la existencia de funciones arm´nicas
                                                                        o
en Ω que tomen valores prefijados, dados por la funci´n f , en la frontera de
                                                       o
Ω) surgen, por ejemplo, en electrost´tica.
                                    a

   Como en el caso de la segunda ley de Newton, la ecuaci´n que aparece
                                                            o
en (1.17) es una ecuaci´n diferencial de segundo orden, pero en este caso se
                       o
trata de una ecuaci´n en derivadas parciales. Al tratar de conectar (1.17)
                     o
con problemas de m´ximos y m´
                     a          ınimos, surge de manera natural el llamado
funcional de energ´ıa:
                                                    2                     2
                                           ∂u(x)                  ∂u(x)
(1.19)    Φ(u) =       | u(x)|2 dx =                    + ... +               dx
                   Ω                   Ω    ∂x1                    ∂xn

que est´ definido sobre el conjunto de funciones:
       a


(1.20)                  ¯
                A = u : Ω −→ R / u ∈ C 1 (Ω), u|∂Ω = f

En electrost´tica, u es el potencial el´ctrico y Φ(u) la energ´ Obs´rvese la
            a                          e                      ıa.  e
analog´ entre este funcional y el funcional Φ dado por la acci´n integral de
       ıa                                                        o
Hamilton en (1.12) (ahora la fuerza F y por tanto, el potencial U son las
funciones id´nticamente cero).
            e
   Los puntos estacionarios del funcional Φ son, en un sentido que se pre-
cisar´ en el curso, soluciones del problema (1.17) Este es el principio de
     a
Dirichlet.
8         ´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

1.3. Las condiciones necesarias de Euler-Lagrange y Legendre.
   Como resumen de lo dicho hasta ahora, nos encontraremos con el pro-
blema de minimizar (o maximizar), o al menos encontrar puntos estacio-
narios (por cierto, un concepto que habr´ que definir rigurosamente), de
                                        a
funcionales Φ de la forma
                                        b
                       Φ(y) =               L(t, y(t), ..., y n) (t)) dt
                                    a
donde y : [a, b] → R de clase C n [a, b] (sistemas con un grado de libertad).
Este es el caso del problema de Newton (1.1), descrito con anterioridad, o
el problema de la braquistocrona (1.2). En estos dos ejemplos n = 1.
   De manera m´s general, y : [a, b] → Rm de clase C n [a, b] (sistemas con
                 a
m grados de libertad). Por ejemplo, en el caso de problema isoperim´tricoe
(1.5) tenemos n = 1, m = 2 y en el caso del principio de Hamilton para el
funcional Φ dado en (1.12) tenemos n = 1, m = 3. Adem´s, la funci´n y
                                                              a           o
y sus derivadas hasta el orden n, satisfacen en general algunas condiciones
adicionales en la frontera del intervalo [a, b].
   Trataremos tambi´n el caso de funciones de varias variables (sistemas con
                     e
infinitos grados de libertad) como en el caso del funcional (1.19), relacionado
con el principio de Hamilton. Concretamente funcionales de la forma

                     Φ(u) =         L(x, u(x), ..., Dα u(x)) dx,
                                Ω
siendo Ω un dominio acotado de Rn . Aqu´ α es un multi´
                                       ı              ındice α = (α1 , α2 , . . . , αn )
tal que αi ∈ N ∪ {0}, 1 ≤ i ≤ n y
                                                ∂ α1 +...+αn u(x)
                           Dα u(x) =
                                                ∂xα1 . . . ∂xαn
                                                    1         n

Por ejemplo, en el caso del funcional (1.19) los multi´
                                                      ındices α vienen dados
por los vectores can´nicos de Rn . Adem´s, es usual que la funci´n u verifique
                    o                   a                       o
algunas condiciones en la frontera de Ω. Por ejemplo, en el principio de
Hamilton u(x) = f (x), ∀ x ∈ ∂Ω.
   Como en la teor´ de m´ximos y m´
                     ıa       a            ınimos para funcionales Φ : D →
R, y → Φ(y), donde D es un subconjunto del espacio eucl´         ıdeo Rk , las
principales cuestiones que hemos de resolver se centran fundamentalmente en
el establecimiento de condiciones necesarias y condiciones suficientes que nos
permitan reconocer un punto de m´      ınimo o al menos un punto estacionario
(si es que tiene sentido) del funcional Φ. Sabemos que esto depende no s´loo
del funcional Φ, sino en gran medida del subconjunto D.
   En el caso finito dimensional, donde D ⊂ Rk , si D es abierto, dichas
condiciones se expresan en t´rminos de Φ (x) y de Φ (x) (o derivadas de
                                e
orden superior a dos). No obstante, en este caso el problema suele ser, con
frecuencia, probar que Φ tiene m´   ınimo. Si D es compacto, no suele ser pro-
blema probar que Φ tiene m´     ınimo. Si, adem´s, su frontera se expresa en
                                                  a
t´rminos “buenos”, es util el teorema de los multiplicadores de Lagrange.
 e                       ´
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                  9

Todas estas son las ideas que flotan en el ambiente del C´lculo de Variacio-
                                                        a
nes. No obstante, la situaci´n ahora es bastante m´s complicada, puesto que
                            o                     a
en general tratamos con problemas donde la variable independiente perte-
nece a espacios de dimensi´n infinita. ¿Tiene sentido ahora la definici´n de
                           o                                          o
derivada parcial, o derivada direccional?, ¿c´mo podemos definir la noci´n
                                             o                           o
de derivada, y la noci´n de derivadas de orden superior a uno?...
                      o
  En lo que se refiere al establecimiento de condiciones necesarias, un avance
fundamental fue dado por Euler (¿c´mo no?) en 1744, a˜o en que se public´
                                     o                   n                  o
su famoso libro sobre curvas geod´sicas. Para funcionales de la forma
                                   e
                                        b
                         Φ(y) =             f (t, y(t), y (t)) dt
                                    a
la condici´n necesaria para que un elemento (en este caso una funci´n) y0
            o                                                                    o
sea un m´  ınimo es
                                        d
(1.21)         fy (t, y0 (t), y0 (t)) − fy (t, y0 (t), y0 (t)) = 0, ∀ t ∈ [a, b]
                                       dt
que es una ecuaci´n diferencial ordinaria de segundo orden (como la de la
                     o
segunda ley de Newton). Esta es la condici´n similar a que la primera
                                                       o
derivada sea cero en el caso finito-dimensional. Dependiendo del tipo de
problema que se considere la anterior ecuaci´n ha de completarse con alguna
                                                   o
condici´n sobre la funci´n y0 en la frontera t = a y t = b del intervalo
         o                     o
[a, b]. Como veremos en el curso, esta condici´n en la frontera implica las
                                                       o
cantidades y0 (a), y0 (b), y0 (a), y0 (b), etc, dependiendo de que en el problema
original considerado los extremos de la funci´n se consideren fijos, variables,
                                                    o
etc.

    Algunas ideas de Euler fueron posteriormente desarrolladas en profundi-
dad por Lagrange. En particular, en su libro de 1760-61, sobre “un nuevo
m´todo para determinar los m´ximos y los m´
   e                           a             ınimos de f´rmulas integrales”
                                                        o
lleg´ a la misma conclusi´n que Euler, sobre la ecuaci´n (1.21) usando un
     o                    o                           o
camino diferente: Lagrange consider´ las variaciones
                                    o
(1.22)                      J(y0 , η, ε) = F (y0 + εη)
para una funci´n η fija y ε variable. As´ lleg´ a la misma ecuaci´n (1.21), que
              o                        ı     o                  o
por este motivo es conocida con el nombre de ecuaci´n de Euler-Lagrange.
                                                        o
Parece ser que el nombre “C´lculo de Variaciones” tambi´n viene de esta
                               a                             e
idea de Lagrange.

   La ecuaci´n de Euler-Lagrange es una condici´n necesaria de m´
            o                                     o                  ınimo
que implica la derivada de orden uno. Partiendo de (1.22) y considerando
la “segunda variaci´n” Jεε , introducida por Legendre en 1786 ([10], [11]),
                   o
´ste demostr´ que en un punto de m´
e           o                        ınimo y0 ha de cumplirse la condici´n
                                                                        o
necesaria
(1.23)               f y y (t, y0 (t), y0 (t)) ≥ 0, ∀ t ∈ [a, b].
10        ´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

Esta es una condici´n similar al hecho de que la derivada segunda ha de ser
                    o
semidefinida positiva en el caso finito-dimensional.
   Respecto de las posibles condiciones suficientes, hubo que esperar 50 a˜os
                                                                         n
hasta que Jacobi introdujo la llamada hoy en d´ condici´n de Jacobi, que
                                                 ıa       o
junto con la ecuaci´n de Euler-Lagrange y (1.23) permiten demostrar que
                    o
el punto y0 es un m´  ınimo. No obstante, dicha condici´n no es f´cil de
                                                          o          a
comprobar, como veremos m´s adelante.
                              a


1.4. Teor´ de puntos cr´
           ıa                ıticos.
   Como hemos tenido ocasi´n de comentar, la segunda ley de Newton (1.8),
                              o
que viene dada por una ecuaci´n diferencial ordinaria de segundo orden,
                                  o
puede expresarse en t´rminos variacionales de la forma (1.15), que no re-
                        e
fleja otra realidad sino que todas las derivadas direccionales del funcional Φ
(definido en (1.12)) en el punto x son cero. En el caso finito dimensional,
si hablamos de funcionales Φ : Rn → R que sean derivables, la manera m´s   a
f´cil de conseguir que todas las derivadas direccionales de Φ en x sean cero
 a
es que la derivada de Φ en x, Φ (x) sea cero. Ahora estamos hablando no de
funcionales definidos en espacios normados de dimensi´n finita, Rn , sino de
                                                        o
funcionales Φ definidos en espacios normados de dimensi´n infinita E. La
                                                           o
teor´ de puntos cr´
     ıa             ıticos trata sobre la ecuaci´n
                                                o
                                  Φ (u) = 0
para funcionales derivables Φ : E → R, derivables (en un sentido que se ha
de precisar), donde E es cualquier espacios normado de dimensi´n infinita.
                                                                  o
    En este curso se proporcionar´ una introducci´n a la teor´ de puntos
                                   a               o            ıa
cr´ıticos, y se expondr´n algunos resultados importantes referentes tanto al
                       a
llamado m´todo directo (en el que se trata de probar la existencia de m´
             e                                                          ınimo
global del funcional Φ dado), como a los m´todos min-max, de desarrollo
                                              e
relativamente reciente. En particular, dedicaremos una atenci´n especial a
                                                                o
dos teoremas relativamente modernos, pero ya cl´sicos: el Teorema del paso
                                                 a
de monta˜a de Ambrosetti y Rabinowitz (1971) y el Teorema del punto de
            n
silla de Rabinowitz (1978).
Seg´n mi opini´n, los resultados seleccionados son ejemplos muy represen-
     u            o
tativos de las diferentes posibilidades del m´todo variacional, pudi´ndose,
                                              e                       e
con la ayuda de la bibliograf´ recomendada, estudiar otros de los muchos
                              ıa
que se conocen en la actualidad.

   Un comentario m´s.  a
   En un curso de esta naturaleza, de car´cter introductorio sobre m´todos
                                          a                            e
variacionales, pueden obtenerse los resultados fundamentales sin recurrir a
nociones de diferenciabilidad en espacios de dimensi´n infinita (v´ase, por
                                                      o              e
ejemplo [7], [18]). No obstante, en mi opini´n, es muy instructivo hacerlo
                                             o
desde este punto de vista, puesto que el desarrollo del c´lculo diferencial en
                                                         a
espacios de dimensi´n infinita puede hacerse muy similarmente al caso de
                    o
´                                ˜
        CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.             11

dimensi´n finita; eso s´ hay que hacer un hincapi´ especial en las diferen-
         o              ı                         e
cias b´sicas entre ambos casos, lo que es muy instructivo para el alumno.
       a
Adem´s, este punto de vista hace necesaria la introducci´n de diversos con-
       a                                                o
ceptos (espacios normado, de Hilbert, aplicaciones lineales, bases hilbertia-
nas, etc.) que permite al alumno tener una formaci´n no s´lo en este tema
                                                    o       o
sino tambi´n en otras disciplinas relacionadas con Ecuaciones Diferenciales
           e
y An´lisis Funcional. Es indudable que estos conocimientos pueden serle
      a
de gran utilidad en otras disciplinas que curse, e incluso para su posible
iniciaci´n en la investigaci´n actual.
        o                   o
12         ´                                ˜
          CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

                ´
            2. Calculo diferencial en espacios normados



2.1. Derivabilidad en espacios normados de dimensi´n arbitraria.
                                                           o
A continuaci´n introducimos brevemente algunas nociones sobre derivabili-
             o
dad en espacios de dimensi´n arbitraria. Puede consultarse [3] y [8] para los
                           o
detalles y para profundizar en el tema.

   La idea b´sica para extender la noci´n de derivada a espacios de dimensi´n
            a                            o                                     o
infinita est´ basada en las siguientes reflexiones escalonadas:
           a
    (1) Si f : (a, b) → R y x0 ∈ (a, b), entonces f es derivable en x0 si y
        solamente si existe el l´ımite
                             f (x0 + h) − f (x0 )
(2.1)                  lim                        = f (x0 )
                       h→0            h
        en cuyo caso, a tal l´
                             ımite se le llama derivada de f en x0 , f (x0 ) ∈ R.
        (2.1) es equivalente a
                          f (x0 + h) − f (x0 )
(2.2)               lim                        − f (x0 ) = 0.
                    h→0            h
    (2) Si f : (a, b) → Rm y x0 ∈ (a, b), entonces todo es lo mismo que en el
        caso anterior, salvo que, ahora, f (x0 ) ∈ Rm . M´s precisamente, f
                                                              a
        es derivable en x0 si y solamente si existe el l´ ımite
                             f (x0 + h) − f (x0 )
(2.3)                   lim                       = f (x0 )
                       h→0             h
                             ımite se le llama derivada de f en x0 , f (x0 ) ∈ Rm .
        en cuyo caso, a tal l´
        (2.3) es equivalente a
                          f (x0 + h) − f (x0 )
(2.4)               lim                        − f (x0 ) = 0.
                   h→0             h
         donde · indica cualquier norma en el espacio normado finito di-
         mensional Rm (recordemos que al ser Rm de dimensi´n finita, todas
                                                             o
         las normas son equivalentes).
     (3) Si f : Ω → R, donde Ω es un subconjunto abierto de Rn , y n > 1,
         la anterior definici´n no es v´lida, puesto que no podemos dividir
                            o          a
         por h ∈ Rn . La extensi´n adecuada de derivada no la constituye la
                                o
         mera existencia de derivadas parciales, puesto que es conocido que
         una funci´n puede tener derivadas parciales y no ser continua.
                   o
           Para proceder a la definici´n en este caso, es necesario obtener una
                                     o
        caracterizaci´n de las situaciones presentadas en los dos primeros
                      o
        apartados, que pueda extenderse a situaciones generales. En este
        sentido, el l´
                     ımite (2.1) es un n´mero real o m´s generalmente, en
                                        u                 a
        el caso de (2.3), un vector de Rm . En ambos casos, el vector f (x0 )
        define una aplicaci´n lineal (autom´ticamente continua) L : R → Rm
                           o               a
´                                ˜
        CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.              13

        dada por L(h) = f (x0 )h, ∀ h ∈ R y, en ambos casos, podemos decir
        que f es derivable en x0 si
                           |f (x0 + h) − f (x0 ) − L(h)|
(2.5)               lim                                  =0
                    h→0                h Rn
        donde · Rm es cualquier norma en Rm . Estos reflexiones se ven
        avaladas porque, como puede comprobarse f´cilmente, s´lo puede
                                                      a           o
        existir una aplicaci´n lineal L : R → Rm que satisfaga (2.5).
                            o
           De acuerdo con las anteriores ideas, si f : Ω → R, donde Ω es
        un subconjunto abierto de Rn , n > 1, y x0 ∈ Ω, diremos que f
        es derivable en x0 si y solamente si existe alguna aplicaci´n lineal
                                                                    o
        L : Rn → R (autom´ticamente continua) tal que
                             a
                           |f (x0 + h) − f (x0 ) − L(h)|
(2.6)               lim                                  =0
                    h→0                h Rn
   (4) En la situaci´n general finito dimensional, donde f : Ω → Rm , y Ω
                     o
       es un abierto de Rn , diremos que f es derivable en x0 si y solamente
       si existe alguna aplicaci´n lineal L : Rn → Rm (autom´ticamente
                                 o                                a
       continua) tal que
                          f (x0 + h) − f (x0 ) − L(h)   Rm
(2.7)             lim                                        =0
                  h→0                  h Rn
Cuando intentemos dar el salto a dimensi´n infinita, la unica novedad es
                                            o             ´
que, ahora, una aplicaci´n lineal no es necesariamente continua y por tanto,
                        o
hemos de exigirlo en la definici´n (v´ase [4]).
                                o    e
Definici´n 2.1. (Derivada de Fr´chet).
        o                      e
  Sean (X, · X ), (Y, · Y ) espacios normados reales, Φ : Ω −→ Y donde
Ω es un abierto de X y x0 ∈ Ω.

   Se dice que Φ es derivable (seg´n Fr´chet) en el punto x0 ∈ Ω, si existe
                                  u     e
alguna aplicaci´n lineal y continua L : X −→ Y tal que
               o
                          Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h)     Y
(2.8)              lim                                       =0
                  h→0                h X

  Como primeras propiedades de esta definici´n, podemos indicar las si-
                                           o
guientes:
Proposici´n 2.2.
         o                (1) L, si existe, es unica. Usaremos la notaci´n L =
                                               ´                        o
      Φ (x0 ).

   (2) La derivabilidad es un concepto que no cambia, si se toman otras
       normas equivalente. M´s precisamente, si Φ es derivable en x0 y
                              a
       tomamos normas equivalentes en X e Y respectivamente, la derivada
       es la misma.
14         ´                                ˜
          CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

     (3) Si ∃ Φ (x0 ), entonces Φ es continua en x0 .

     (4) Sea Φ : X −→ Y lineal y continua (recordemos que si Φ es lineal, esto
         es equivalente a que exista alguna constante k ≥ 0 tal que Φ(x) Y ≤
         k x X , ∀ x ∈ X). Entonces se tiene Φ (x0 ) = Φ, ∀x0 ∈ X.

     (5) Sea Φ : X × Z → Y bilineal y continua (recordemos que si Φ es
         bilineal, esto es equivalente a que exista alguna constante k ≥ 0 tal
         que Φ(x, z)) Y ≤ k x X z Z , ∀ (x, z) ∈ X × Z). Entonces existe
         Φ (x0 , z0 ), ∀(x0 , z0 ) ∈ X × Z y Φ (x0 , z0 )(h1 , h2 ) = Φ(x0 , h2 ) +
         Φ(h1 , z0 ). En particular, el producto escalar en cualquier espacio de
         Hilbert es un ejemplo de ello.

     (6) Si H es un espacio de Hilbert real con producto escalar · , A : H −→
         H es lineal y continua y Φ : H −→ R, viene definida por Φ(x) =
          Ax, x , entonces existe Φ (x0 ), ∀x0 ∈ H y Φ (x0 )(h) = Ax0 , h +
          x0 , Ah .
            En particular, si A = I, entonces Φ(x) = x 2 y Φ (x0 )(h) =
         2 x0 , h , ∀ x0 , h ∈ H.

     (7) Si Φ : Ω → R, donde Ω es un subconjunto abierto de alg´n espacio
                                                                   u
         de Hilbert H, y Φ es derivable en x0 ∈ Ω, entonces el teorema de
         representaci´n de Riesz garantiza la existencia de un unico elemento
                      o                                        ´
           Φ(x0 ) ∈ H, tal que Φ (x0 )(h) =< Φ(x0 ), h >, ∀ h ∈ H. A
           Φ(x0 ) se le denomina gradiente de Φ en x0 .

            Un operador Ψ : Ω → H se dice que es un operador gradiente si
         existe alg´n operador Φ : Ω → R tal que Ψ(x) = Φ(x), ∀ x ∈ Ω.
                   u
         En este caso, a Φ se le llama potencial de Ψ.

  Como en el caso finito dimensional (las demostraciones son id´nticas),
                                                                     e
puede comprobarse inmediatamente que la derivada es un operador lineal
en el siguiente sentido: la derivada de la suma es la suma de derivadas, la
derivada del producto de un escalar por una funci´n es el escalar por la
                                                      o
derivada de la funci´n, etc. y que es v´lida la regla de la cadena ([3]).
                     o                 a
  Si Φ : Ω −→ Y es tal que existe su derivada de Fr´chet en todos los puntos
                                                   e
de Ω, entonces se puede considerar la aplicaci´n derivada
                                              o
                               Φ : Ω −→ L(X, Y )
(2.9)
                                  x −→ Φ (x)

   Aqu´ L(X, Y ) indica el espacio normado real formado por las aplica-
       ı,
ciones lineales y continuas de X en Y, dotado de la norma usual. Re-
cordemos que si L ∈ L(X, Y ), entonces existe alguna constante k ≥ 0
tal que L(x) Y ≤ k x X , ∀ x ∈ X. En este caso, L L es el ´     ınfimo
(m´ınimo) de los n´meros k que verifican la relaci´n anterior. Tambi´n
                   u                             o                   e
 L L(X,Y ) = supx∈X, x X ≤1 L(x) Y .
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                       15

   Tiene as´ sentido hablar de la derivabilidad de Φ . Si existe (Φ ) (x0 ) se
           ı
dir´ que Φ posee derivada segunda en el punto x0 : Φ (x0 ) ∈ L(X, L(X, Y ).
   a
Por ejemplo, es f´cil comprobar que si L ∈ L(X, Y ), entonces L = 0 en todo
                 a
punto. Si X = C([0, 1], R), y Φ : X → X est´ definida como Φ(x)(t) = x2 (t),
                                            a
entonces (Φ (x))(h)(k) = 2hk, ∀ h, k ∈ X.
   Para poder trabajar c´modamente con derivadas de orden superior, con-
                         o
viene hacer las identificaciones que siguen. Comencemos por un lema, de
demostraci´n sencilla, que identifica el espacio L(X, L(X, Y )) con L2 (X, Y ),
           o
donde L2 (X, Y ) es el espacio de las aplicaciones bilineales y continuas de
X × X en Y . Recordemos que si L ∈ L2 (X, Y ), ∃m ≥ 0, / L(h, k) Y ≤
m h X k X , ∀(h, k) ∈ X × X. Entonces L es el ´       ınfimo (m´ ınimo) de los
n´meros m que verifican la desigualdad anterior. Tambi´n, L L2 (X,Y ) =
 u                                                         e
sup h ≤1, k ≤1 L(h, k) Y .
Lema 2.3.
  Sea
                    Γ : L(X, L(X, Y )) −→ L2 (X, Y )
                              A        −→     ΓA
donde ΓA : X × X −→ Y, ΓA (h, k) = (A(h))(k), ∀(h, k) ∈ X × X.
  Entonces Γ es lineal, biyectiva y ΓA       L2 (X,Y )   = A       L(X,L(X,Y )) ,   ∀A ∈
L(X, L(X, Y )).
  Una propiedad destacable es que la derivada segunda de una funci´n, sio
existe, es siempre una aplicaci´n bilineal sim´trica (v´anse [2], [8]).
                               o              e        e
   En general, si Ln (X, Y ) denota el conjunto de aplicaciones multilineales
y continuas L de X × . . .n) × X en Y, con la norma usual, es decir,
                  L =         sup            L(x1 , · · · , xn )   Y,
                         x1 ≤1,··· , xn ≤1

entonces la derivada n−´sima puede definirse por inducci´n, sin m´s que
                       e                               o        a
usar la identificaci´n
                   o
(2.10)                 L(X, Ln (X, Y ))      Ln+1 (X, Y )
Como en el caso de dimensi´n dos, una propiedad destacable es que la deri-
                              o
vada n−´sima de una funci´n, si existe, es siempre una aplicaci´n multilineal
        e                    o                                 o
sim´trica (v´anse [2], [8]).
   e        e
   La siguiente f´rmula, conocida como f´rmula de Taylor, es semejante al
                 o                      o
caso de dimensi´n finita, y de gran utilidad en el estudio de m´ximos y
                 o                                              a
m´ınimos de funcionales. Para la demostraci´n v´anse [2], [3] o bien [8].
                                            o   e
Como hasta ahora, Ω denota cualquier abierto de un espacio normado real
X, e Y denota tambi´n cualquier espacio normado real.
                     e
Teorema 2.4. Sea Φ : Ω → Y, de clase C n (Ω) (es decir, tanto Φ como sus
derivadas hasta el orden n son continuas en Ω), y dos puntos u, u + h ∈ Ω
16          ´                                ˜
           CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

tales que el segmento [u, u + h] ⊂ Ω. Entonces
                                                 1 n)
(2.11) Φ(u + h) = Φ(u) + Φ (u)(h) + . . . +          Φ (u)(h)n + ω(u, h)(h)n ,
                                                (n)!
donde ω(u, h) es un aplicaci´n multilineal de X × . . .n) × X en Y tal que
                            o
                                                  n
limh→0 ω(u, h) = 0. En particular limh→0 ω(u,h)(h) = 0.
                                              h n    X


  Aqu´ la notaci´n
      ı,        o     Φk) (u)(h)k  significa la aplicaci´n multilineal Φk) (u) apli-
                                                       o
cada al elemento (h, . . . , h) ∈ X k.

  Los resultados anteriores permiten demostrar los teoremas siguientes, so-
bre condiciones necesarias y condiciones suficientes de m´ximos y m´
                                                        a          ınimos.
Teorema 2.5.
  Sea Φ : Ω −→ R, Ω ⊂ X abierto, y x0 ∈ Ω un m´
                                              ınimo local de Φ.

       • Si Φ es derivable en x0 , entonces Φ (x0 ) = 0.
       • Si existe la derivada segunda de Φ en x0 , entonces Φ (x0 )(h, h) ≥
         0, ∀h ∈ X


Teorema 2.6.
  Sea Φ : Ω −→ R, Ω ⊂ X abierto, Φ ∈ C 2 (Ω, R) y x0 ∈ Ω tal que:
   (1) Φ (x0 ) = 0
   (2) ∃K > 0 / Φ (x0 )(h, h) ≥ K h 2 , ∀h ∈ X

     Entonces Φ tiene un m´
                          ınimo local estricto en x0 .
Nota 1. Notemos que la condici´n
                              o
                                                     2
                ∃K > 0 / Φ (x0 )(h, h) ≥ K h             ,   ∀h ∈ X
es equivalente a
           ∃K > 0 / Φ (x0 )(h, h) ≥ K, ∀h ∈ X tal que h = 1.
Si el espacio X tiene dimensi´n finita, esto ultimo es claramente equivalente
                              o             ´
a que
                 Φ (x0 )(h, h) > 0, ∀h ∈ X tal que h = 1.
En dimensi´n infinita no es necesariamente as´ debido a la no compacidad
            o                               ı,
de la bola unidad del espacio X.

  Veamos un ejemplo de lo anterior, de especial significaci´n por las apli-
                                                             o
caciones al c´lculo de variaciones. Sea f : [a, b] × R −→ R, (t, x) → f (t, x),
             a
                    ∂f
continua tal que ∃      : [a, b] × R −→ R y es continua.
                    ∂x
  Definimos
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                                       17




                                    Φ : C([a, b], R) −→ R

(2.12)                                                 b

                                Φ(x) =                     f (t, x(t))dt
                                                   a


     • C([a, b], R) lo consideramos como espacio normado real, con la norma
        x 0 = maxt∈[a,b] |x(t)| .
Proposici´n 2.7.
          o
  ∀x0 ∈ C([a, b], R),      ∃ Φ (x0 ) y
                   Φ (x0 ) : C([a, b], R) −→ R viene definida por
                                    b
(2.13)                                  ∂f (t, x0 (t))
                 Φ (x0 )(h) =                          h(t)dt, ∀ h ∈ C([a, b].
                                             ∂x
                                a


  Principales ideas de la demostraci´n.  o
  Tendremos que comprobar en primer lugar que L(h) ≡ Φ (x0 )(h) tal y
como se ha definido anteriormente, es lineal y continua respecto de h.

                                L : (C([a, b]), R) −→ R
                                              b
(2.14)                                            ∂f (t, x0 (t))
                             h −→                                h(t)dt
                                                       ∂x
                                          a

es lineal de forma trivial. Para ver que es continua hemos de demostrar que
existe M ∈ R+ tal que |L(h)| ≤ M h 0 , ∀h ∈ C([a, b], R). Ahora bien,
como M puede tomarse M1 (b − a), donde M1 es el m´ximo de la aplicaci´n
                                                       a                 o
de [a, b] en R definida como
                                                   ∂f (t, x0 (t))
(2.15)                                  t −→
                                                        ∂x

   El siguiente paso es comprobar que se verifica la condici´n (2.8). Ahora
                                                           o
bien,

                                Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h) =
(2.16)       b
                                                                      ∂f (t,x0 (t))
                  f (t, x0 (t) + h(t)) − f (t, x0 (t)) −                   ∂x       h(t)   dt = (∗)
            a

  Ahora podemos usar el Teorema del Valor Medio, en versi´n integral.
                                                               o
Este Teorema, muy util y sencillo de usar, afirma lo siguiente:
                  ´
18                  ´                                ˜
                   CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10



                                                                                                 1
                                       1
(2.17)             g ∈ C ([x, y], R) ⇒ g(y) − g(x) =                                                 g (ty + (1 − t)x)(y − x)dt
                                                                                             0
Pensemos que la demostraci´n es trivial, puesto que
                            o
                                          d
              g (ty + (1 − t)x)(y − x) =    g(ty + (1 − t)x)
                                         dt
  Usando este Teorema, la expresi´n (2.16), se transforma en
                                   o

(2.18)                                                                                            
               b           1
                              ∂f (t, rx0 (t) + rh(t) + (1 − r)x0 (t))          ∂f (t, x0 (t))
(∗) =                                                                  h(t)dr −                h(t) dt =
                                                  ∂x                                 ∂x
           a           0

                                   b
                                              1
                                                                                                                        
                                                      ∂f (t, x0 (t) + rh(t)) ∂f (t, x0 (t))
(2.19)                 =                                                     −                                       dr h(t)dt =
                                                                  ∂x               ∂x
                               a           0
     Tomamos valores absolutos, y obtenemos la expresi´n
                                                      o

                                                           |Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h)| ≤
(2.20)                                                 b 1
                                                                   ∂f (t,x0 (t)+rh(t))       ∂f (t,x0 (t))
                                           h       0                        ∂x           −        ∂x             drdt
                                                       a 0
     Para concluir la demostraci´n, bastar´ comprobar que
                                o         ıa
                                                   b       1
                                                               ∂f (t, x0 (t) + rh(t)) ∂f (t, x0 (t))
(2.21)                         lim                                                   −               drdt = 0
                               h   0 →0                                   ∂x               ∂x
                                               a       0
   Ahora bien, tenemos que x0 (t) + rh(t) converge (uniformemente respecto
                                                           ∂f
de r) a la funci´n x0 (t) con la norma · 0 . Adem´s, como
                o                                 a           es continua,
                                                           ∂x
esta funci´n es uniformemente continua en compactos, y por ello se tiene
           o
que

                                                                ∂f (t,x0 (t)+rh(t))                  ∂f (t,x0 (t))
                                                                         ∂x              −→               ∂x
(2.22)
                       con la norma                            ·     0,   uniformemente respecto de r ∈ [0, 1].
  Ideas an´logas pueden usarse para el estudio del siguiente funcional: Sea
            a
X = C 1 ([a, b], R), con la norma dada por x = x 0 + x 0 .
     Sea
                                                               f : [a, b] × R × R −→ R
(2.23)
                                                                (t, x, y) −→ f (t, x, y)
´                                ˜
              CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                                                     19

continua tal que para cualquier t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n f (t, x, y) es C 1
                                                           o
con respecto a (x, y) ∈ R2 .
     Si definimos el funcional
                                                        Φ : X −→ R
                                                                b
(2.24)
                                        Φ(x) =                      f (t, x(t), x(t))dt
                                                                                ˙
                                                            a

   Entonces Φ es derivable y
(2.25)
                        b
                            ∂f (t, x0 (t), x0 (t))
                                           ˙              ∂f (t, x0 (t), x0 (t)) ˙
                                                                         ˙
Φ (x0 )(h) =                                       h(t) +                       h(t) dt, ∀ h ∈ X.
                                     ∂x                            ∂x˙
                    a

     Otros ejemplos son los siguientes. Sea X = C k ([a, b], R) con la norma
               k
 x    k   =         xp)     0   y f : [a, b]×Rk+1 → R, (t, x0 , x1 , ..., xk ) → f (t, x0 , x1 , ..., xk )
              p=0
continua y tal que para cada t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n f (t, x0 , x1 , ..., xk ) es
                                                        o
C 1 con respecto a (x , x , ..., x ) ∈ Rk+1 . Si Φ : X → R se define como
                     0 1          k
                                             b
                            Φ(x) =               f (t, x(t), ..., xp) (t), ..., xk) (t)) dt,
                                         a
entonces
                                             k          b                             k)
                                                            ∂f (t, x0 (t), ..., x0 (t)) p)
                    Φ (x0 )(h) =                                                       h (t) dt
                                                    a                  ∂xp
                                         p=0
  Respecto de las derivadas de orden superior, las mismas ideas pueden
usarse para probar el resultado siguiente:
  Sea f : [a, b] × R −→ R, (t, x) → f (t, x) continua tal que para cada
t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n f (t, x) es C 2 respecto de x ∈ R. Si Φ es el
                           o
funcional definido en (2.12) entonces
                                                                b
                                                                    ∂ 2 f (t, x0 (t))
                            Φ (x0 )(h, k) =                                           h(t)k(t)dt.
                                                                           ∂x2
                                                            a
Para el funcional definido en (2.24) se tendr´
                                            ıa
(2.26)
                                  b   2 f (t,x                                       ∂ 2 f (t,x0 (t),x0 (t))
          Φ (x0 )(h, k) = [ ∂                    0 (t),x0 (t))
                                                 ∂x2
                                                       ˙
                                                               h(t)k(t)          +            ∂x∂y
                                                                                                     ˙           ˙
                                                                                                             h(t)k(t)+
                                  a

                    ∂ 2 f (t,x0 (t),x0 (t)) ˙
                                    ˙                                   ∂ 2 f (t,x0 (t),x0 (t)) ˙
                                                                                        ˙          ˙
                             ∂y∂x          h(t)k(t)                 +             ∂y 2
                                                                                               h(t)k(t)]dt

   A veces es necesario trabajar con conceptos m´s d´biles que la derivabi-
                                                a e
lidad seg´n Fr´chet. Vamos a hablar brevemente de esto para funcionales
         u     e
20          ´                                ˜
           CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

que est´n definidos en alg´n abierto de un espacio normado y con valores
        a                u
reales.
Definici´n 2.8. Sea (E, · ) un espacio normado real, Ω un subconjunto
         o
abierto de E, Φ : Ω −→ R y x0 ∈ E.

       • Recordemos que Φ es derivable seg´n Fr´chet en x0 si ∃ L : E −→ R
                                          u    e
         lineal y continua tal que

                          |Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h)|
(2.27)                lim                             =0
                      h→0             h X
       • Se dice que Φ es derivable seg´n Gateaux en x0 si
                                       u

                                Φ(x0 + τ h) − Φ(x0 )
(2.28)         ∀h ∈ E    ∃ lim                       ≡ ΦG (x0 )(h)
                           τ →0          τ
          y la aplicaci´n ΦG (x0 ) : E −→ R, h → ΦG (x0 )(h), es lineal y
                       o
          continua en h ∈ E. En este caso, a ΦG (x0 ) se le llama derivada
          de Gateaux de Φ en x0 .
       • Se define la primera variaci´n de Φ en x0 , en la direcci´n h ∈ E
                                    o                            o
         como

                                          Φ(x0 + τ h) − Φ(x0 )
(2.29)                δΦ(x0 , h) = lim
                                   τ →0            τ
       • En general, se define la n-´sima variaci´n de la funci´n Φ en x0 y en
                                   e            o             o
         la direcci´n h ∈ E como
                   o

                                          dn Φ(x0 + th)
(2.30)                  δ n Φ(x0 , h) =
                                               dtn        t=0

   La derivabilidad seg´n Fr´chet implica la derivabilidad seg´n Gateaux,
                        u      e                                  u
y no se verifica la implicaci´n contraria. La derivabilidad seg´n Gateaux
                              o                                    u
implica la existencia de la primera variaci´n en todas las direcciones, pero no
                                           o
al contrario. Tambi´n, las reglas algebraicas usuales, regla de la cadena, etc.
                     e
son v´lidas para estos conceptos relacionados con la derivabilidad. V´ase
      a                                                                    e
[17] para la relaci´n entre estos conceptos.
                   o

     Algunos ejemplos de inter´s son los siguientes:
                              e
Ejemplo 1.
  Sea f : R2 −→ R.
                            
                                  x6
                                                  si (x, y) = (0, 0)
                f (x, y) =   (y − x2 )2 + x8
                           
                                   0              si (x, y) = (0, 0)
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                             21

  Esta funci´n es derivable seg´n Gateaux en el punto (0, 0) (de hecho,
              o                  u
su derivada es la funci´n nula), pero f no es continua en este punto. En
                        o
particular f es derivable seg´n Gateaux en (0, 0) pero no es Fr´chet derivable
                             u                                 e
en (0, 0).

Ejemplo 2.
  Sea f : R2 −→ R.
                          
                           x2 y x2 + y 2
               f (x, y) =                                si (x, y) = (0, 0)
                               x4 + y 2
                                   0                     si (x, y) = (0, 0)
  Esta funci´n es derivable seg´n Gateaux en el punto (0, 0) (de hecho, su
             o                   u
derivada es la funci´n nula), es continua en este punto, pero no es derivable
                    o
en el sentido de Fr´chet.
                   e

  ¡An´
     ımese el alumno a comprobar las afirmaciones anteriores!
  El Teorema del valor medio es cierto, usando la noci´n de derivada de
                                                      o
Gateaux. De hecho, tenemos el Teorema siguiente:
Teorema 2.9. Sean X, Y espacios normados, Ω un abierto de X y Φ :
Ω → Y derivable Gateaux en Ω. Si x1 , x2 ∈ Ω son tales que el segmento
[x1 , x2 ] ⊂ Ω, entonces

   Φ(x1 ) − Φ(x2 )   Y   ≤   sup     ΦG (tx1 + (1 − t)x2 )          L(X,Y )   x1 − x2   X
                             0≤t≤1
  Usando este Teorema, puede probarse el siguiente, de inter´s en las apli-
                                                               e
caciones, para determinar la derivada de Fr´chet de los funcionales que este-
                                           e
mos tratando. De hecho, la funci´n dada Φ puede usarse de manera directa
                                 o
para intentar calcular la derivada de Gateaux, pero no as´ para calcular la
                                                           ı
derivada de Fr´chet.
               e
Teorema 2.10. Sea Φ : Ω → Y, derivable seg´n Gateaux en Ω (es decir, en
                                                u
todos los puntos de Ω) y tal que la aplicaci´n ΦG : Ω → L(X, Y ) es continua
                                            o
en x0 ∈ Ω. Entonces existe la derivada de Fr´chet Φ (x0 ) y Φ (x0 ) = ΦG (x0 ).
                                              e
  La versi´n tradicional del Teorema del valor medio es v´lida tambi´n.
           o                                             a          e
Esto exige introducir el concepto de integral definida,
                                          b
(2.31)                                        f (t) dt
                                      a
para funciones f : [a, b] → E, continuas, donde E es un espacio normado
cualquiera. No es dif´ ıcil: en primer lugar se introduce el concepto anterior
para funciones escalonadas. En segundo lugar, usando el hecho de que si
f : [a, b] → E, es continua, entonces es uniformemente continua, puede
usarse un m´todo l´
            e        ımite para definir (2.31). V´ase, por ejemplo ([12]).
                                                  e
   Se obtiene as´ el Teorema fundamental del C´lculo que se enuncia a con-
                ı                                  a
tinuaci´n.
       o
22          ´                                ˜
           CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

Teorema 2.11. Sea E un espacio normado cualquiera y f : [a, b] → E
                                                  t
continua. Si F : [a, b] → E se define como F (t) = a f (s) ds, entonces
F (t) = f (t), ∀ t ∈ [a, b].
     Lo que sigue es el Teorema del valor medio para derivada de Fr´chet.
                                                                   e
Teorema 2.12. Sea f : Ω → Y de clase C 1 (Ω). Entonces, para todo par de
puntos x1 , x2 ∈ Ω tales que [x1 , x2 ] ⊂ Ω, se tiene:
                                         1
              f (x1 ) − f (x2 ) =            f (x2 + t(x1 − x2 ))(x1 − x2 ) dt
                                     0

     ¡Puede ser muy instructivo comparar los Teoremas 2.9 y 2.12!

2.2. Convexidad de un operador y monoton´ de su derivada. Vea-
                                                  ıa
mos a continuaci´n algunas de las relaciones existentes entre la convexidad
                 o
de una funci´n y la monoton´ de su derivada. Para ello, sea (E, · ) un
             o                ıa
espacio normado, Ω un abierto de E y f : Ω −→ R derivable. De acuerdo
con la definici´n de derivada, se tiene
              o


                                    f : Ω −→ L(E, R)
                                      x0 −→ f (x0 )
donde L(E, R) es el espacio de Banach de las aplicaciones lineales y continuas
de E en R, con la norma usual, es decir:
                    ∀ L ∈ L(E, R)               L =       sup      |L(x)|
                                                       x ≤1, x∈E

Definici´n 2.13.
       o
       • f se dice que es mon´tona si (f (x) − f (y))(x − y) ≥ 0 ∀x, y ∈ Ω.
                             o

       • f se dice que es estrictamente mon´tona si (f (x) − f (y))(x − y) >
                                           o
         0, ∀x, y ∈ Ω con x = y.


Teorema 2.14. Sea Ω ⊂ E, abierto y convexo y f : Ω −→ R                          f ∈ C 1 (Ω).

     Son equivalentes:
      (1) f es convexa en Ω; es decir, ∀ x, y ∈ Ω se tiene f (λx + (1 − λ)y) ≤
          λf (x) + (1 − λ)f (y), ∀ λ ∈ [0, 1].
      (2) f : Ω −→ L(E, R) es mon´tona.
                                     o
     Tambi´n son equivalentes:
          e
      (1) f es estrictamente convexa en Ω; es decir, ∀ x, y ∈ Ω x = y, se tiene
          f (λx + (1 − λ)y) < λf (x) + (1 − λ)f (y), ∀ λ ∈ (0, 1).
      (2) f : Ω −→ L(E, R) es estrictamente mon´tona.
                                                    o
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.               23

  Demostremos la primera parte. ¡Int´ntelo el alumno con la segunda. Es
                                      e
posible que se lleve alguna sorpresa!
  1. ⇒ 2.
   Si x, y ∈ Ω entonces f (λx + (1 − λ)y) ≤ λf (x) + (1 − λ)f (y), ∀ λ ∈ [0, 1].
De aqu´ obtenemos que f (y + λ(x − y)) − f (y) ≤ λ(f (x) − f (y)), ∀λ ∈ (0, 1).
        ı
As´ı,
                    f (y + λ(x − y)) − f (y)
(2.32)                                       ≤ f (x) − f (y)
                               λ
   Si λ −→ 0+ obtenemos
(2.33)           f (y)(x − y) ≡ δf (y; x − y) ≤ f (x) − f (y)

   An´logamente, cambiando x por y, se obtiene la expresi´n f (x)(y − x) ≤
      a                                                   o
f (y)−f (x). Sumando ambas expresiones, obtenemos finalmente que (f (y)−
f (x))(x − y) ≤ 0, por lo que (f (y) − f (x))(y − x) ≥ 0.
  2. ⇒ 1.

  Veamos que ∀x, y ∈ Ω y ∀λ ∈ [0, 1] se tiene que f (λx + (1 − λ)y) ≤
λf (x) + (1 − λ)f (y). En efecto, para ello definimos la funci´n
                                                             o
                               p : [0, 1] −→ R
(2.34)
               p(λ) = f (λx + (1 − λ)y) − λf (x) − (1 − λ)f (y)
  Hemos de comprobar que p(λ) ≤ 0 ∀λ ∈ [0, 1].
   En principio p(0) = p(1) = 0. Supongamos que ∃λ0 ∈ (0, 1) tal que
p(λ0 ) > 0. Entonces max[0,1] p > 0. Sea λ1 un punto donde se alcance este
m´ximo. Entonces p (λ1 ) = 0. Adem´s, usando que f es mon´tona, se
  a                                      a                           o
tiene
          p (λ) − p (λ1 ) = f (λx + (1 − λ)y)(x − y) − f (x) + f (y)
                −f (λ1 x + (1 − λ1 )y)(x − y) + f (x) − f (y) =
              [f (λx + (1 − λ)y) − f (λ1 x + (1 − λ1 y)] (x − y)
.
   Si u = λx + (1 − λ)y, v = λ1 x + (1 − λ1 )y, la expresi´n anterior queda
                                                           o
                 u−v
(f (u) − f (v))( λ−λ1 ), que es una expresi´n no negativa para λ > λ1 , por la
                                           o
monoton´ de f . Esto implica que p (λ) ≥ 0 ∀λ > λ1 , lo que no es posible
         ıa
si tenemos en cuenta los valores de p en λ = λ1 y λ = 1.
  Observando detenidamente la demostraci´n anterior, obtenemos el si-
                                             o
guiente resultado que ser´ muy util en la pr´ctica.
                         a     ´            a
Corolario 2.15.
   Sea Ω convexo y f : Ω −→ R convexa. Supongamos que para alg´n x0 ∈ Ω
                                                              u
se cumple
(2.35)                  δf (x0 ; x − x0 ) = 0,   ∀x ∈ Ω.

   Entonces x0 es un punto de m´ ınimo global de f en Ω. Adem´s, si f es
                                                               a
estrictamente convexa, el punto donde se alcanza el m´
                                                     ınimo es unico.
                                                              ´
24          ´                                ˜
           CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

     Un ejemplo de lo anterior es el siguiente.
     Sea C = y ∈ C 1 [0, 1] : y(0) = 0, y(1) = 1 , y f : C −→ R definida por
                                             1
                                                   2
                          f (y) =                (y (x) + 4y(x))dx
                                         0

. Puede probarse que:
       • Existe m´ınimo de f en C.
       • Este m´ınimo se alcanza en la funci´n y0 (x) = x2 .
                                            o
       • El punto donde se alcanza el m´ ınimo es unico.
                                                   ´
     De hecho, para este ejemplo se tiene
                                                                        1
                    (f (x) − f (y), x − y) = 2                              (x − y )2
                                                                    0

lo que prueba que el funcional f es estrictamente convexo. Adem´s, una  a
condici´n suficiente para que se cumpla (2.35) es que x0 ∈ C 2 [0, 1], x0 =
        o
2, x0 (0) = 0, x0 (1) = 1 (¿por qu´?) Esto lo satisface la funci´n x0 (x) = x2 .
                                  e                             o

     Otro ejemplo puede ser el siguiente.
     Sea C = y ∈ C 1 [0, 1] : y(0) = 0, y(1) = 0 , y f : C −→ R definida por
                                   1
                                         2
                     f (y) =           (y (x) − y 2 (x) + 2xy(x))dx
                               0

. Entonces puede probarse:
       • Existe m´ınimo de f en C.
                                                            senx
       • Este m´ınimo se alcanza en la funci´n y0 (x) = x −
                                            o                    .
                                                            sen1
       • El punto donde se alcanza el m´ ınimo es unico.
                                                   ´
     De hecho, para este ejemplo se tiene
                                                           1                                1
             (f (y) − f (z), y − z) = 2                        (y − z )2 − 2                    (y − z)2
                                                       0                                0

Usando series de Fourier ([5]) puede probarse f´cilmente que
                                               a
                                                                                  1
                 (f (y) − f (z), y − z) ≥ 2(π 2 − 1)                                  (y − z)2
                                                                              0

lo que prueba que f es estrictamente convexo. Adem´s, una condici´n su-
                                                      a              o
ficiente para que se cumpla (2.35) es que y0 ∈ C 2 [0, 1], −y0 − y0 + x =
0, y0 (0) = 0, y0 (1) = 1 (¿por qu´?) Esto lo satisface la funci´n y0 (x) =
                                  e                             o
    sen x
x−        .
    sen 1
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                           25

2.3. Condiciones necesarias (Euler-Lagrange y Legendre) en pro-
blemas cl´sicos del c´lculo de variaciones.
         a           a
   Comenzamos estudiando problemas cl´sicos del c´lculo de variaciones
                                        a        a
donde ambos extremos de la funci´n est´n fijos.
                                o     a
Teorema 2.16. Sea X = q ∈ C 1 ([a, b], R)                  /   q(a) = q1 , q(b) = q2    con
(a, q1 ) y (b, q2 ) dados.

  Sea L ∈ C 2 ([a, b] × R × R, R) y
                                     Φ : X −→ R
                                          b
(2.36)
                            Φ(q) =            L(t, q(t), q(t))dt
                                                         ˙
                                      a
En X se considera la norma                ·    1,   esto es,   q   1   = maxt∈[a,b] |q(t)| +
maxt∈[a,b] |q (t)|.
   Entonces:
    (1) (Condici´n necesaria de Euler-Lagrange) Si q0 ∈ X es tal que q0 es
                 o
        un m´ınimo local de Φ en X (por tanto, m´           ınimo local con la norma
         · 1 ), entonces la funci´n Lq (t, q0 (t), q0 (t)) es C 1 [a, b] y
                                     o      ˙          ˙
                   d
(2.37)                (Lq (t, q0 (t), q0 (t)) = Lq (t, q0 (t), q0 (t))
                        ˙             ˙                        ˙
                   dt
        (Ecuaci´n de Euler-Lagrange). En particular, la ecuaci´n de Euler-
                o                                                         o
        Lagrange (2.37) se cumple si q0 ∈ X es un m´              ınimo global de Φ en
        X.

    (2) (Condici´n necesaria de Legendre) Si q0 ∈ X es tal que q0 es un
                o
        m´ınimo local de Φ en X, entonces

(2.38)                 Lqq (t, q0 (t), q0 (t)) ≥ 0,
                        ˙˙             ˙                  ∀t ∈ [a, b].
            En particular, la condici´n necesaria de Legendre (2.38) se cumple
                                     o
         si q0 ∈ X es un m´  ınimo global de Φ en X.

    (3) Si q0 ∈ X satisface la condici´n necesaria de Euler-Lagrange y para
                                      o
        cada t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n R2 → R, (q, q) → L(t, q, q) es
                                        o                 ˙           ˙
        convexa, entonces q0 es m´ınimo global de Φ en X.

    (4) Si q0 ∈ X satisface la condici´n necesaria de Euler-Lagrange y para
                                         o
        cada t ∈ [a, b] fijo la aplicaci´n R2 → R, (q, q) → L(t, q, q) es estric-
                                       o               ˙           ˙
        tamente convexa, entonces q0 es el unico m´
                                              ´       ınimo global de Φ en X.
        Adem´s, q0 es m´
              a            ınimo global estricto de Φ en X.

  En lo que sigue,
(2.39)         X0 = h ∈ C 1 ([a, b], R) / h(a) = 0, h(b) = 0
26          ´                                ˜
           CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

   En la demostraci´n de este teorema se usan, adem´s de las nociones de
                   o                                a
convexidad del apartado anterior, los siguientes lemas (v´anse [3], [17] y
                                                         e
[18]).

  ¡Animamos a los alumnos a que proporcionen una demostraci´n de los
                                                                o
lemas que siguen, demostraci´n que est´ perfectamente a su alcance!
                            o         a
Lema 2.17. (Lema fundamental del c´lculo de variaciones)
                                  a
                                                    b

     Sea q ∈ C([a, b], R) tal que                       q(t)h(t)dt = 0       ∀h ∈ X0 . Entonces q ≡ 0.
                                                a


Lema 2.18. (Lema de Du Bois Reymond)
                                                        b

     Sea q ∈ C([a, b], R) tal que                               ˙
                                                            q(t)h(t)dt = 0    ∀h ∈ X0 . Entonces q es
                                                    a
constante.

Lema 2.19.
  Sea la forma cuadr´tica
                    a
                                                 Q : C 1 ([a, b], R) −→ R
                                  b
(2.40)                                                          ˙             ˙
                     Q(h) =           F1 (t)(h(t))2 + F2 (t)h(t)h(t) + F3 (t)(h(t))2 dt
                              a
donde F1 , F2 , F3 ∈ C([a, b], R) son dados y tal que Q(h) ≥ 0                           ∀h ∈ X0 .

     Entonces F3 (t) ≥ 0              ∀t ∈ [a, b].

   Una vez que los anteriores lemas se dan por v´lidos, la demostraci´n del
                                                a                    o
teorema sigue las l´
                   ıneas siguientes:

     1. Si q0 es un punto de m´
                              ınimo local de Φ entonces podemos definir
                                                    W : X0 −→ R
                                           b
(2.41)                                                                      ˙
                          W (h) =              L(t, q0 (t) + h(t), q0 (t) + h(t))dt
                                                                   ˙
                                       a
donde en X0 consideramos la norma · 1 . Es claro que W tiene un m´ınimo
local en 0. Luego W (0) = 0 de donde obtenemos (t´ngase en cuenta (2.24)
                                                 e
y (2.25))
               b

(2.42)                             ˙              ˙             ˙      ˙
                   (Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t) + Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t))dt = 0, ∀ h ∈ X0 .
           a
Integramos por partes el primer miembro de esta ecuaci´n y obtenemos:
                                                      o
´                                ˜
              CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.                                      27



                                                    t                            b
                                              h(t) (Lq (s, q0 (s), q0 (s))ds
                                                                   ˙
                                                   a                             a
(2.43)
                   b   t                                          b
               −                          ˙        ˙
                           Lq (s, q0 (s), q0 (s))dsh(t) +                                   ˙
                                                                      Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t) dt = 0
                                                                       ˙             ˙
                   a   a                                          a

con h anul´ndose en los extremos. Concluimos por el lema de Du Bois
          a
Reymond que la funci´n
                    o

                                   t

(2.44)                     −           Lq (s, q0 (s), q0 (s))ds + Lq (t, q0 (t), q0 (t))
                                                      ˙            ˙             ˙
                               a
es una constante.

  Por tanto, Lq (t, q0 (t), q0 (t)) es de clase C 1 en [a, b].
              ˙             ˙

   Ahora hacemos de nuevo una integraci´n por partes en (2.42) pero usando
                                       o
el segundo sumando. As´ obtenemos
                       ı
(2.45)
       b
                                                  d
           (Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t) −
                           ˙                         [Lq (t, q0 (t), q0 (t))]h(t))dt = 0, ∀ h ∈ X0 .
                                                       ˙             ˙
                                                  dt
   a
Usando el lema fundamental del c´lculo de variaciones obtenemos la ecuaci´n
                                a                                        o
de Euler-Lagrange.

  2. Si q0 es un punto de m´
                           ınimo local de Φ, entonces
(2.46)                                     W (0)(h, h) ≥ 0, ∀ h ∈ X0
Como
(2.47)
                                                        W (0)(h, h) =

  b                         2                                               ˙                             ˙
  a Lqq (t, q0 (t), q0 (t))h (t)
                    ˙                         + 2Lqq (t, q0 (t), q0 (t))h(t)h(t) + Lqq (t, q0 (t), q0 (t))h2 (t)
                                                   ˙             ˙                  ˙˙             ˙
usando el tercer lema tendr´
                           ıamos la condici´n necesaria de Legendre
                                           o
(2.48)                                 Lqq (t, q0 (t), q0 (t)) ≥ 0 ∀t ∈ [a, b]
                                        ˙˙             ˙
  Las dos ultimas partes del teorema son sencillas usando las ideas de con-
            ´
vexidad del apartado anterior; en particular el Corolario 2.15. Tengamos en
cuenta que, bajo las hip´tesis del apartado (3) del Teorema, Φ es convexa
                           o
y que si q0 ∈ X satisface la ecuaci´n de Euler-Lagrange (2.37), entonces,
                                    o
δΦ(q0 ; q − q0 ) = 0, ∀ q ∈ X.
28         ´                                ˜
          CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10

Nota 2. La condici´n de Euler-Lagrange (2.37) es una condici´n necesaria
                      o                                            o
de m´  ınimo local. En general no es suficiente. Para poder garantizar la
existencia de m´ ınimo global, necesitamos probar que la funci´n L satisface,
                                                                o
por ejemplo, propiedades adicionales de convexidad. Esto no es sencillo,
pero algunas nociones de c´lculo elemental pueden ayudarnos.
                             a
   Pensemos que, en realidad, tenemos que probar que una funci´n dada o
f : R2 → R es convexa. La propia definici´n de convexidad no suele ser util
                                            o                              ´
en estos casos, puesto que es complicada de comprobar.
   Si f ∈ C 1 (Rn ), el Teorema 2.14 puede ayudarnos, pero tampoco suele ser
f´cil su aplicaci´n. Si f ∈ C 2 (Rn ), entonces tenemos criterios m´s utiles
 a                o                                                   a ´
usando la matriz Hessiana H(f )(x). Si H(f )(x) es semidefinida positiva,
∀ x ∈ Rn , entonces f es convexa en Rn . Si H(f )(x) es definida positiva,
∀ x ∈ Rn , entonces f es estrictamente convexa en Rn . L´gicamente puede
                                                             o
sustituirse Rn por cualquier subconjunto C ⊂ Rn que sea abierto y convexo.
Por ultimo, para probar que H(f )(x) es semidefinida positiva ∀ x ∈ Rn
      ´
puede usarse el criterio de los menores principales: Si los n − 1 primeros me-
nores principales son positivos y el ultimo es no negativo, entonces H(f )(x)
                                      ´
es semidefinida positiva. Si todos los menores principales son positivos en-
tonces H(f )(x) es definida positiva. Tambi´n pueden ayudar mucho las
                                               e
propiedades siguientes:
     (1) La suma finita de funciones convexas es una funci´n convexa.
                                                         o
     (2) El producto de un n´mero real positivo por una funci´n convexa es
                              u                              o
         una funci´n convexa.
                   o
     (3) Si f es convexa y g creciente y convexa, entonces la composici´n
                                                                       o
         g(f (x)) es convexa.
Un libro muy claro y util para familiarizarse con los anteriores criterios es
                     ´
[14]. Muchos ejemplos concretos, de aplicaci´n del Teorema 2.16, se pueden
                                            o
ver en [17].
   Discutamos a continuaci´n, de manera detallada, el problema de la bra-
                            o
quistocrona, comentado en la introducci´n hist´rica. Este problema tiene
                                           o      o
sus peculiaridades. Por ejemplo, el funcional (1.2) no es del tipo contem-
plado en el Teorema 2.16, ya que el denominador se anula cuando y(x) = 0.
Para solucionar ´ste y otros problemas relacionados con la convexidad, toma-
                e
mos como eje de abscisas el eje vertical (con direcci´n positiva hacia abajo),
                                                     o
como eje de ordenadas el eje horizontal. Entonces, si A = (0, 0), B = (b, b ),
con b y b positivos, el funcional a minimizar adopta la forma (v´ase [17])
                                                                   e
                                    b                1/2
                                        1 + y (x)2
(2.49)                 Φ(y) =                              dx
                                0          2gx
donde y ∈ X = {y ∈ C 1 ([0, b], R) : y(0) = 0, y(b) = b }. A pesar de la
presencia del t´rmino (2gx)−1/2 , x ∈ [0, b] en la expresi´n anterior, se puede
               e                                          o
comprobar ¿f´cilmente? que Φ(y) ∈ R, ∀ y ∈ X. En realidad, esto es tan
              a
                            b
sencillo como probar que 0 (x)−1/2 dx existe. As´ pues, podemos hablar
                                                      ı
´                                ˜
         CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10.              29

de posibles m´
             ınimos de Φ en X, sin usar necesariamente el Teorema 2.16.
Adem´s,
     a
                                                                        2   1/2
   (1) Para cada x ∈ (0, b] fijo, la aplicaci´n R → R, y → 1+y
                                             o                2gx
       es estrictamente convexa. De hecho, la derivada segunda de esta
       funci´n, respecto de y , es estrictamente positiva.
            o
                                                                        2   1/2
    (2) Si L : (0, b] × R × R → R, est´ definida como L(x, y, y ) = 1+y
                                          a                           2gx
        y una funci´n y0 ∈ X satisface la ecuaci´n de Euler-Lagrange, en
                      o                                o
        este caso,
                      d
(2.50)                  Ly (x, y0 (x), y0 (x)) = 0, ∀ x ∈ (0, b],
                     dx
        entonces la primera variaci´n δΦ(y0 ; h) = 0, ∀ h ∈ C 1 ([0, b], R) :
                                         o
        y(0) = y(b) = 0.
De las anteriores consideraciones se deduce trivialmente que X es convexo,
que Φ es estrictamente convexo en X y que si y0 ∈ X satisface la ecuaci´n   o
de Euler Lagrange (2.50), entonces δΦ(y0 ; y − y0 ) = 0, ∀ y ∈ X. El Corolario
2.15 prueba que y0 es m´    ınimo global de Φ en X y, adem´s, que el m´
                                                                  a      ınimo
global se alcanza en un unico elemento de X.
                           ´
  La ecuaci´n de Euler-Lagrange (2.50) se cumple si y solamente si
           o
                                   y0 (x)
(2.51)                                             = k,
                            (2gx(1 + y0 (x)2 ))1/2
para alguna constante k ∈ R. Adem´s, si c ∈ R+ satisface
                                 a
(2.52)                               cb < 1,
entonces cualquier funci´n y0 ∈ X tal que
                        o
                                          1/2
                                   cx
(2.53)               y0 (x) =                   , ∀ x ∈ [0, b],
                                 1 − cx
satisface (2.51) con c = 2gk 2 . Un cambio de variable adecuado (¿cu´l?)
                                                                    a
permite integrar la ecuaci´n anterior, obteni´ndose
                          o                  e
                           arcsin(cx)1/2 − (cx)1/2 (1 − cx)1/2
(2.54)           y0 (x) =
                                             c
Observemos que y0 (0) = 0. S´lo queda comprobar que se puede elegir c
                                 o
satisfaciendo (2.52) y tal que y0 (b) = b . T´cnicas elementales prueban que
                                               e
esto es posible si
                                     b     π
(2.55)                                   < .
                                     b     2
Finalmente, la funci´n y0 definida en (2.54) se puede escribir en forma pa-
                     o
ram´trica como
    e
                                       1
                              x(t) = 2c (1 − cos t),
(2.56)
                                 1
                       y0 (t) = 2c (t − sent), t ∈ [0, π],
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Calculo de variaciones

  • 1. Cálculo de variaciones Programa de Posgrado FISYMAT Antonio Cañada Villar Departamento de Análisis Matemático Universidad de Granada
  • 2. ´ CALCULO DE VARIACIONES. PROGRAMA DE POSGRADO FISYMAT, UNIVERSIDAD DE GRANADA ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 En las notas que siguen se recogen de manera esquem´tica algunas de las a ideas fundamentales que se explican en el curso “C´lculo de Variaciones y a Optimizaci´n”, del programa de posgrado Fisymat. Estas notas est´n en o a constante proceso de elaboraci´n. Espero que cada alumno encuentre algo o de utilidad en ellas. ´ ´ ´ 1. Introduccion, motivacion y notas historicas: del problema de la braquistocrona a la teor´ de puntos cr´ ıa ıticos. 1.1. Recomendaciones bibliogr´ficas. a Los problemas de m´ximos y m´ a ınimos constituyeron la motivaci´n funda- o mental para la creaci´n del C´lculo Diferencial e Integral a finales del siglo o a XVII. El origen del C´lculo Diferencial e Integral se atribuye fundamental- a mente a Newton y Leibniz. El significativo trabajo de Leibniz titulado “Nova methodus pro maximis et minimis itemque tangentibus” que puede considerarse como el nacimiento formal del C´lculo, se public´ en 1684 y las palabras con las que Leibniz a o describe el t´ ıtulo de esta obra nos dan una idea muy precisa del contenido: nuevo m´todo para el estudio de m´ximos y m´ e a ınimos de funciones usando la noci´n de tangente. En este tratado se proporciona un m´todo muy preciso o e para el c´lculo de m´ximos y m´ a a ınimos de funciones concretas que surgen en las aplicaciones m´s diversas. Dicho m´todo usa la noci´n de derivada, a e o punto cr´ıtico, derivadas de orden superior, etc. Un buen resumen de la evoluci´n hist´rica del c´lculo de variaciones se o o a puede ver en los siguientes art´ıculos: Erwin Kreyszig: On the Calculus of Variations and Its Major Influences on the Mathematics of the First Half of Our Century. Part I. American Mathematical Monthly, volumen 101, no. 7, 674-678, (1994). Erwin Kreyszig: On the Calculus of Variations and Its Major Influences on the Mathematics of the First Half of Our Century. Part II. American Mathematical Monthly, volumen 101, no. 9, 902-908, (1994). La introducci´n del libro de texto recomendado [3] ofrece informaci´n o o hist´rica de inter´s. o e 1
  • 3. 2 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 Por cierto, la revista mencionada, American Mathematical Monthly, es muy recomendable para los alumnos de los ultimos cursos de la licencia- ´ tura en Matem´ticas. Tiene secciones muy diversas: art´ a ıculos, problemas, rese˜as de libros, etc. El nivel es, en general, asequible. Os animo a que la n consult´is habitualmente. e Como veremos a continuaci´n, los problemas que trata el c´lculo de va- o a riaciones se formularon inemdiatamente despu´s del nacimiento del C´lculo. e a 1.2. Algunos problemas significativos del C´lculo de Variaciones. . a Seg´n M. Kline ([10]) el primer problema significativo del C´lculo de u a Variaciones fue propuesto y resuelto por Newton en el libro II de sus “Prin- cipia”. Estudiando la forma que deb´ tener una superficie de revoluci´n, ıa o movi´ndose en el agua (o cualquier otro fluido) a velocidad constante a lo e largo de su eje para ofrecer una resistencia m´ ınima al movimiento, se plante´ o el estudio de m´ ınimos de funcionales de la forma b y(x)(y (x))3 (1.1) Φ(y) = a 1 + (y (x))2 donde la funci´n y(x) pertenece a un espacio apropiado de funciones de clase o C 1 [a, b]. Por ejemplo, podemos pensar que y(·) ∈ Y, donde Y = {y : [a, b] → R : y ∈ C 1 [a, b], y(a) = y1 , y(b) = y2 } donde (a, y1 ), (b, y2 ) son dados. Ya apreciamos la primera diferencia fundamental respecto de los proble- mas de m´ximos y m´ a ınimos estudiados por el alumno en la licenciatura: en (1.1) la “variable independiente” y(x) pertenece a un conjunto adecuado de funciones y no a un subconjunto del espacio eucl´ ıdeo finito dimensional. Tengamos en cuenta que los espacios de funciones son, en general, espacios vectoriales de dimensi´n infinita. Os recomiendo la lectura y consulta del o art´ ıculo: G. Buttazzo y B. Kawohl: On Newton’s problem of minimal re- sistance, Mathematical Intelligencer, volumen 15, 7-12, (1992). Por cierto, esta revista, Mathematical intelligencer, es tambi´n muy recomendable para e los alumnos. De todas formas, suele considerarse que lo que se entiende hoy en d´ ıa por C´lculo de Variaciones, naci´ con la proposici´n de Johann Bernou- a o o lli,en 1.696, del problema de la braquistocrona (seg´n algunos autores, este u problema fue formulado con anterioridad por Galileo en 1638). Puede des- cribirse as´ una masa puntual se desliza, por acci´n de la gravedad, desde un ı: o punto A del plano , hasta otro punto B, a trav´s de alguna curva. El tiempo e empleado para ir desde A hasta B depende de la curva elegida. ¿Para qu´ e curva se tendr´ que el tiempo es m´ a ınimo? Puede verse ([17]) que esto exige
  • 4. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 3 el estudio de funcionales de la forma b 1/2 1 + y (x)2 (1.2) dx a y(x) donde, como en (1.1), la variable independiente y(·), pertenece a un conjunto adecuado de funciones. Contrariamente a lo que puede sugerir nuestra intuici´n, la soluci´n de o o este problema no es ni el segmento rectil´ ıneo que une A con B, ni ning´n arco u de circunferencia que pase por A y B. La soluci´n, un arco de cicloide, fue o encontrada por diferentes matem´ticos: Jakob Bernoulli, Newton, Leibniz, a L’Hopital, etc. En los ejemplos citados con anterioridad, la variable independiente es una funci´n y(x). Hay otros problemas, donde de manera natural surge el estudio o de funcionales cuya variable independiente pueden ser varias funciones. In- cluso, se pueden plantear problemas que recuerdan a los m´ximos y m´ a ınimos condicionados (multiplicadores de Lagrange). Por ejemplo, esto ocurre en el llamado problema isoperim´trico que describimos a continuaci´n. Dado e o un n´mero real positivo L, se trata de estudiar la cuesti´n siguiente: de u o todas las curvas cerradas del plano de longitud dada L > 0, ¿cu´l es la que a encierra mayor ´rea? a Si escribimos la curva mediante sus ecuaciones param´tricas e (1.3) x = x(s) (1.4) y = y(s) (donde s es, por ejemplo, el par´metro arco), entonces es conocido que el a a ´rea encerrada por la misma viene dada por: L 1 (1.5) A = Φ(x, y) = x(s)y (s) − x (s)y(s) ds 2 0 Por tanto, se trata de hacer m´xima una expresi´n donde la variable a o es un par de funciones x(s), y(s). M´s precisamente, el par de funciones a x(·), y(·) pertenecen al espacio de funciones de clase C 1 [0, L] y, adem´s, a x(0) = x(L), y(0) = y(L) (la curva es cerrada). Por otra parte, al ser s el par´metro arco se ha de cumplir la restricci´n a o (x (s))2 + (y (s))2 = 1, ∀ s ∈ [0, L]. Esto es pues un problema de m´ximos y m´ a ınimos condicionados. Puede probarse ([7]) la relaci´n o (1.6) L2 − 4πA ≥ 0
  • 5. 4 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 y que la igualdad se da s´lo para cualquier circunferencia de longitud L. Un o m´todo elegante y sencillo para estudiar este problema usa algunos hechos e b´sicos de la teor´ de Series de Fourier ([5]). a ıa El problema puede plantearse tambi´n en dimensiones superiores n ≥ e 3, prob´ndose que si B ⊂ Rn , es un conjunto con algunas restricciones a adicionales, entonces ([7]) (1.7) [L(∂B)]n − nn ωn [M (B)]n−1 ≥ 0 donde ωn es el volumen de la bola unidad n−dimensional, es decir, ωn = BRn (0;1) 1 y [M (B)] es la medida de Lebesgue n−dimensional de B. Por su parte, L(∂B) es la medida de Lebesgue n − 1-dimensional de la frontera de B. Adem´s la igualdad se da en la expresi´n anterior si y s´lo si B es a o o una bola. Un ejemplo de especial significaci´n, desde el punto de vista de la f´ o ısica, lo constituye el principio de Hamilton. Vamos a ver que proporciona una formulaci´n variacional (en t´rminos de m´ximos y m´ o e a ınimos, o al menos, puntos estacionarios o cr´ ıticos), de la segunda ley de Newton. Supongamos que una part´ ıcula de masa 1 se desplaza en el espacio eucl´ ıdeo tridimensional desde un punto dado p1 a otro p2 en el intervalo de tiempo [t1 , t2 ], bajo la acci´n de una fuerza F : R3 −→ R3 que depende s´lo de la o o posici´n de la part´ o ıcula. En este caso, F = F (x), x = (x1 , x2 , x3 ). Si x : [t1 , t2 ] −→ R3 , t → x(t), es la trayectoria de la part´ ıcula, entonces la segunda ley de Newton (masa × aceleracion = f uerza) nos proporciona la relaci´n o (1.8) x (t) = F (x(t)), x(t1 ) = p1 , x(t2 ) = p2 (1.8) es una ecuaci´n diferencial ordinaria de segundo orden. o El C´lculo de Variaciones nos proporciona otra interpretaci´n de (1.8), a o cercana a problemas de m´ximos y m´ a ınimos cuando la fuerza F es con- servativa, esto es, deriva de un potencial U : R3 → R. Esto quiere decir que U (y) = F (y), ∀y ∈ R3 , donde U (y) = ∂U (y) , ∂U (y) , ∂U (y) = ∂y1 ∂y2 ∂y3 (F1 (y), F2 (y), F3 (y)). Definamos el conjunto A de “trayectorias posibles entre los puntos p1 y p2 ” de la forma siguiente: (1.9) A = y : [t1 , t2 ] −→ R3 / y(t1 ) = p1 , y(t2 ) = p2 , y ∈ C 1 [t1 , t2 ] Dado un elemento y ∈ A, su energ´ cin´tica como funci´n del tiempo t ıa e o viene dada por 1 (1.10) (M y)(t) = ˙ y1 (t)2 + y2 (t)2 + y3 (t)2 ˙ ˙ ˙ 2
  • 6. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 5 y su energ´ potencial viene expresada por −U (y(t)) donde U es el potencial ıa mencionado. La lagrangiana de la trayectoria y se define como (1.11) L(y(t)) = M (y(t)) + U (y(t)) ˙ El funcional, llamado acci´n integral de Hamilton, se define como o Φ : A −→ R (1.12) t2 Φ(y) = L(y(t)) dt t1 que hace corresponder a cada trayectoria posible, y, un n´mero real,Φ(y). u ¿Qu´ relaci´n existe entre el funcional dado en (1.12) y la ecuaci´n dife- e o o rencial (1.8)? Por una parte, el funcional dado hace corresponder, a cada trayectoria posible y, un n´mero real Φ(y). Por otra, (1.8) es una ecuaci´n u o diferencial ordinaria. No parece sencillo, ni intuitivo, qu´ relaci´n puede e o haber entre ambos conceptos. El principio de Hamilton afirma: ”la trayectoria x ∈ A que sigue la part´ ıcula bajo la acci´n de la fuerza F para ir de p1 a p2 es aquella que hace o estacionaria la acci´n integral Φ”. o ¿Qu´ es eso de hacer estacionaria la acci´n integral?. Recordemos que e o dada una funci´n H : Rn → R, un punto estacionario de la misma es cual- o quier punto x ∈ Rn para el que H (x) = 0 (equivalentemente, todas las deri- vadas parciales de H, en el punto x son cero; es decir ∂H(x) = 0, 1 ≤ i ≤ n.) ∂xi Ahora quiz´s no tenga sentido, o quiz´s sea un concepto nada trivial, la a a noci´n de “derivada parcial de la acci´n integral de Hamilton”. Esto puede o o ser subsanado con el concepto de derivada direccional, m´s amplio que el de a derivada parcial. Un elemento x ∈ A se dice estacionario cuando la primera variaci´n de o Φ en x es cero. La primera variaci´n del funcional Φ, en el punto x y en la o direcci´n h se define como o d (1.13) δΦ(x; h) = Φ(x + τ h)|τ =0 dτ donde (1.14) h ∈ g : [t1 , t2 ] −→ R3 / g(t1 ) = 0, g(t2 ) = 0, g ∈ C 1 [t1 , t2 ] = B Que la primera variaci´n sea cero significa que o
  • 7. 6 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 (1.15) δΦ(x; h) = 0 ∀h ∈ B. Veremos en el curso que (1.15) no es sino la la segunda ley de Newton (1.8) expresada en forma variacional. En realidad veremos que, para trayectorias x ∈ C 2 [t1 , t2 ], tales que x(t1 ) = p1 , x(t2 ) = p2 , (1.8) es equivalente a (1.15). Otras muchas leyes de la F´ ısica se expresan tambi´n en forma variacional. e Todas ellas responden a la filosof´ marcada por las frases siguientes: ıa (1) “En la Naturaleza no se realiza ning´n proceso superfluo o innece- u sario (Olympiodorus, siglo VI )” (2) “En un medio no homog´neo, formado por dos homog´neos y sepa- e e rados por una recta, un rayo luminoso que va desde un punto del primer medio a otro del segundo, lo hace de tal forma que minimiza el tiempo empleado en su recorrido (Fermat, siglo XVII)” (3) “Puesto que el Universo es perfecto y fue creado por el Creador m´s a sabio, nada ocurre en ´l, sin que est´ presente alguna ley de m´ximo e e a o m´ ınimo (Euler, siglo XVIII)” (4) “Una part´ ıcula que se mueve en el espacio bajo la acci´n de una o fuerza conservativa, lo hace de tal forma que su trayectoria hace m´ ınima, o al menos estacionaria, la acci´n integral (Hamilton, siglo o XIX)” Deteng´monos en un ejemplo concreto, la ley de la refracci´n que afirma a o lo siguiente: Supongamos un medio no homog´neo, formado por dos medios homog´neos e e I y II separados por una recta r. Sean A y B dos puntos dados de I y II respectivamente. Entonces un rayo luminoso que va de A hasta B lo hace a trav´s de una trayectoria que es rectil´ e ınea en cada medio considerado y tal que si O es el punto de la recta r por el que pasa, se tiene que el cociente entre el seno del ´ngulo de incidencia ϕ1 y el seno del ´ngulo de refracci´n ϕ2 , es a a o v1 igual a v2 , siendo v1 y v2 , respectivamente, las velocidades de propagaci´n o de la luz en I y II. Es decir senϕ1 v1 (1.16) = senϕ2 v2 Una demostraci´n variacional de la ley anterior, puede obtenerse usando o el principio de Fermat (siglo XVII) que afirma: en la situaci´n anteriormente descrita, un rayo luminoso que va de A hasta o B, lo hace a trav´s de una trayectoria tal que el tiempo empleado en su e recorrido es m´ ınimo. Usando este principio y eligiendo convenientemente los ejes de coordena- das tal que A = (0, a), B = (d, −b), entonces si O = (x, 0), tenemos que el tiempo empleado en la trayectoria es (a2 + x2 )1/2 (b2 + (d − x)2 )1/2 t(x) = + v1 v2
  • 8. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 7 Es trivial comprobar que existe un unico punto x0 ∈ [0, d] tal que t (x0 ) = 0. ´ Adem´s, t (x) > 0, ∀ x ∈ [0, d]. Esto prueba que existe un unico punto a ´ x0 ∈ [0, d] tal que t(x0 ) = min[0,d] t. Calculando t (x0 ), es trivial que la relaci´n t (x0 ) = 0 es equivalente a (1.16). o Terminamos la descripci´n de problemas concretos, con el denominado o Principio de Dirichlet, donde como variables independientes aparecen de manera natural, funciones de varias variables reales (hasta ahora s´lo han o aparecido funciones de una variable). Sea Ω un dominio (subconjunto abierto y conexo) acotado de Rn . Consi- deremos el problema de contorno ∆u(x) = 0 x∈Ω (1.17) u(x) = f (x) x ∈ ∂Ω donde ∆ es el operador Laplaciano definido como ∂ 2 u(x) ∂ 2 u(x) (1.18) ∆u(x) = 2 + ... + ∂x2 ∂x1 n Problemas del tipo anterior (estudio de la existencia de funciones arm´nicas o en Ω que tomen valores prefijados, dados por la funci´n f , en la frontera de o Ω) surgen, por ejemplo, en electrost´tica. a Como en el caso de la segunda ley de Newton, la ecuaci´n que aparece o en (1.17) es una ecuaci´n diferencial de segundo orden, pero en este caso se o trata de una ecuaci´n en derivadas parciales. Al tratar de conectar (1.17) o con problemas de m´ximos y m´ a ınimos, surge de manera natural el llamado funcional de energ´ıa: 2 2 ∂u(x) ∂u(x) (1.19) Φ(u) = | u(x)|2 dx = + ... + dx Ω Ω ∂x1 ∂xn que est´ definido sobre el conjunto de funciones: a (1.20) ¯ A = u : Ω −→ R / u ∈ C 1 (Ω), u|∂Ω = f En electrost´tica, u es el potencial el´ctrico y Φ(u) la energ´ Obs´rvese la a e ıa. e analog´ entre este funcional y el funcional Φ dado por la acci´n integral de ıa o Hamilton en (1.12) (ahora la fuerza F y por tanto, el potencial U son las funciones id´nticamente cero). e Los puntos estacionarios del funcional Φ son, en un sentido que se pre- cisar´ en el curso, soluciones del problema (1.17) Este es el principio de a Dirichlet.
  • 9. 8 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 1.3. Las condiciones necesarias de Euler-Lagrange y Legendre. Como resumen de lo dicho hasta ahora, nos encontraremos con el pro- blema de minimizar (o maximizar), o al menos encontrar puntos estacio- narios (por cierto, un concepto que habr´ que definir rigurosamente), de a funcionales Φ de la forma b Φ(y) = L(t, y(t), ..., y n) (t)) dt a donde y : [a, b] → R de clase C n [a, b] (sistemas con un grado de libertad). Este es el caso del problema de Newton (1.1), descrito con anterioridad, o el problema de la braquistocrona (1.2). En estos dos ejemplos n = 1. De manera m´s general, y : [a, b] → Rm de clase C n [a, b] (sistemas con a m grados de libertad). Por ejemplo, en el caso de problema isoperim´tricoe (1.5) tenemos n = 1, m = 2 y en el caso del principio de Hamilton para el funcional Φ dado en (1.12) tenemos n = 1, m = 3. Adem´s, la funci´n y a o y sus derivadas hasta el orden n, satisfacen en general algunas condiciones adicionales en la frontera del intervalo [a, b]. Trataremos tambi´n el caso de funciones de varias variables (sistemas con e infinitos grados de libertad) como en el caso del funcional (1.19), relacionado con el principio de Hamilton. Concretamente funcionales de la forma Φ(u) = L(x, u(x), ..., Dα u(x)) dx, Ω siendo Ω un dominio acotado de Rn . Aqu´ α es un multi´ ı ındice α = (α1 , α2 , . . . , αn ) tal que αi ∈ N ∪ {0}, 1 ≤ i ≤ n y ∂ α1 +...+αn u(x) Dα u(x) = ∂xα1 . . . ∂xαn 1 n Por ejemplo, en el caso del funcional (1.19) los multi´ ındices α vienen dados por los vectores can´nicos de Rn . Adem´s, es usual que la funci´n u verifique o a o algunas condiciones en la frontera de Ω. Por ejemplo, en el principio de Hamilton u(x) = f (x), ∀ x ∈ ∂Ω. Como en la teor´ de m´ximos y m´ ıa a ınimos para funcionales Φ : D → R, y → Φ(y), donde D es un subconjunto del espacio eucl´ ıdeo Rk , las principales cuestiones que hemos de resolver se centran fundamentalmente en el establecimiento de condiciones necesarias y condiciones suficientes que nos permitan reconocer un punto de m´ ınimo o al menos un punto estacionario (si es que tiene sentido) del funcional Φ. Sabemos que esto depende no s´loo del funcional Φ, sino en gran medida del subconjunto D. En el caso finito dimensional, donde D ⊂ Rk , si D es abierto, dichas condiciones se expresan en t´rminos de Φ (x) y de Φ (x) (o derivadas de e orden superior a dos). No obstante, en este caso el problema suele ser, con frecuencia, probar que Φ tiene m´ ınimo. Si D es compacto, no suele ser pro- blema probar que Φ tiene m´ ınimo. Si, adem´s, su frontera se expresa en a t´rminos “buenos”, es util el teorema de los multiplicadores de Lagrange. e ´
  • 10. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 9 Todas estas son las ideas que flotan en el ambiente del C´lculo de Variacio- a nes. No obstante, la situaci´n ahora es bastante m´s complicada, puesto que o a en general tratamos con problemas donde la variable independiente perte- nece a espacios de dimensi´n infinita. ¿Tiene sentido ahora la definici´n de o o derivada parcial, o derivada direccional?, ¿c´mo podemos definir la noci´n o o de derivada, y la noci´n de derivadas de orden superior a uno?... o En lo que se refiere al establecimiento de condiciones necesarias, un avance fundamental fue dado por Euler (¿c´mo no?) en 1744, a˜o en que se public´ o n o su famoso libro sobre curvas geod´sicas. Para funcionales de la forma e b Φ(y) = f (t, y(t), y (t)) dt a la condici´n necesaria para que un elemento (en este caso una funci´n) y0 o o sea un m´ ınimo es d (1.21) fy (t, y0 (t), y0 (t)) − fy (t, y0 (t), y0 (t)) = 0, ∀ t ∈ [a, b] dt que es una ecuaci´n diferencial ordinaria de segundo orden (como la de la o segunda ley de Newton). Esta es la condici´n similar a que la primera o derivada sea cero en el caso finito-dimensional. Dependiendo del tipo de problema que se considere la anterior ecuaci´n ha de completarse con alguna o condici´n sobre la funci´n y0 en la frontera t = a y t = b del intervalo o o [a, b]. Como veremos en el curso, esta condici´n en la frontera implica las o cantidades y0 (a), y0 (b), y0 (a), y0 (b), etc, dependiendo de que en el problema original considerado los extremos de la funci´n se consideren fijos, variables, o etc. Algunas ideas de Euler fueron posteriormente desarrolladas en profundi- dad por Lagrange. En particular, en su libro de 1760-61, sobre “un nuevo m´todo para determinar los m´ximos y los m´ e a ınimos de f´rmulas integrales” o lleg´ a la misma conclusi´n que Euler, sobre la ecuaci´n (1.21) usando un o o o camino diferente: Lagrange consider´ las variaciones o (1.22) J(y0 , η, ε) = F (y0 + εη) para una funci´n η fija y ε variable. As´ lleg´ a la misma ecuaci´n (1.21), que o ı o o por este motivo es conocida con el nombre de ecuaci´n de Euler-Lagrange. o Parece ser que el nombre “C´lculo de Variaciones” tambi´n viene de esta a e idea de Lagrange. La ecuaci´n de Euler-Lagrange es una condici´n necesaria de m´ o o ınimo que implica la derivada de orden uno. Partiendo de (1.22) y considerando la “segunda variaci´n” Jεε , introducida por Legendre en 1786 ([10], [11]), o ´ste demostr´ que en un punto de m´ e o ınimo y0 ha de cumplirse la condici´n o necesaria (1.23) f y y (t, y0 (t), y0 (t)) ≥ 0, ∀ t ∈ [a, b].
  • 11. 10 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 Esta es una condici´n similar al hecho de que la derivada segunda ha de ser o semidefinida positiva en el caso finito-dimensional. Respecto de las posibles condiciones suficientes, hubo que esperar 50 a˜os n hasta que Jacobi introdujo la llamada hoy en d´ condici´n de Jacobi, que ıa o junto con la ecuaci´n de Euler-Lagrange y (1.23) permiten demostrar que o el punto y0 es un m´ ınimo. No obstante, dicha condici´n no es f´cil de o a comprobar, como veremos m´s adelante. a 1.4. Teor´ de puntos cr´ ıa ıticos. Como hemos tenido ocasi´n de comentar, la segunda ley de Newton (1.8), o que viene dada por una ecuaci´n diferencial ordinaria de segundo orden, o puede expresarse en t´rminos variacionales de la forma (1.15), que no re- e fleja otra realidad sino que todas las derivadas direccionales del funcional Φ (definido en (1.12)) en el punto x son cero. En el caso finito dimensional, si hablamos de funcionales Φ : Rn → R que sean derivables, la manera m´s a f´cil de conseguir que todas las derivadas direccionales de Φ en x sean cero a es que la derivada de Φ en x, Φ (x) sea cero. Ahora estamos hablando no de funcionales definidos en espacios normados de dimensi´n finita, Rn , sino de o funcionales Φ definidos en espacios normados de dimensi´n infinita E. La o teor´ de puntos cr´ ıa ıticos trata sobre la ecuaci´n o Φ (u) = 0 para funcionales derivables Φ : E → R, derivables (en un sentido que se ha de precisar), donde E es cualquier espacios normado de dimensi´n infinita. o En este curso se proporcionar´ una introducci´n a la teor´ de puntos a o ıa cr´ıticos, y se expondr´n algunos resultados importantes referentes tanto al a llamado m´todo directo (en el que se trata de probar la existencia de m´ e ınimo global del funcional Φ dado), como a los m´todos min-max, de desarrollo e relativamente reciente. En particular, dedicaremos una atenci´n especial a o dos teoremas relativamente modernos, pero ya cl´sicos: el Teorema del paso a de monta˜a de Ambrosetti y Rabinowitz (1971) y el Teorema del punto de n silla de Rabinowitz (1978). Seg´n mi opini´n, los resultados seleccionados son ejemplos muy represen- u o tativos de las diferentes posibilidades del m´todo variacional, pudi´ndose, e e con la ayuda de la bibliograf´ recomendada, estudiar otros de los muchos ıa que se conocen en la actualidad. Un comentario m´s. a En un curso de esta naturaleza, de car´cter introductorio sobre m´todos a e variacionales, pueden obtenerse los resultados fundamentales sin recurrir a nociones de diferenciabilidad en espacios de dimensi´n infinita (v´ase, por o e ejemplo [7], [18]). No obstante, en mi opini´n, es muy instructivo hacerlo o desde este punto de vista, puesto que el desarrollo del c´lculo diferencial en a espacios de dimensi´n infinita puede hacerse muy similarmente al caso de o
  • 12. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 11 dimensi´n finita; eso s´ hay que hacer un hincapi´ especial en las diferen- o ı e cias b´sicas entre ambos casos, lo que es muy instructivo para el alumno. a Adem´s, este punto de vista hace necesaria la introducci´n de diversos con- a o ceptos (espacios normado, de Hilbert, aplicaciones lineales, bases hilbertia- nas, etc.) que permite al alumno tener una formaci´n no s´lo en este tema o o sino tambi´n en otras disciplinas relacionadas con Ecuaciones Diferenciales e y An´lisis Funcional. Es indudable que estos conocimientos pueden serle a de gran utilidad en otras disciplinas que curse, e incluso para su posible iniciaci´n en la investigaci´n actual. o o
  • 13. 12 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 ´ 2. Calculo diferencial en espacios normados 2.1. Derivabilidad en espacios normados de dimensi´n arbitraria. o A continuaci´n introducimos brevemente algunas nociones sobre derivabili- o dad en espacios de dimensi´n arbitraria. Puede consultarse [3] y [8] para los o detalles y para profundizar en el tema. La idea b´sica para extender la noci´n de derivada a espacios de dimensi´n a o o infinita est´ basada en las siguientes reflexiones escalonadas: a (1) Si f : (a, b) → R y x0 ∈ (a, b), entonces f es derivable en x0 si y solamente si existe el l´ımite f (x0 + h) − f (x0 ) (2.1) lim = f (x0 ) h→0 h en cuyo caso, a tal l´ ımite se le llama derivada de f en x0 , f (x0 ) ∈ R. (2.1) es equivalente a f (x0 + h) − f (x0 ) (2.2) lim − f (x0 ) = 0. h→0 h (2) Si f : (a, b) → Rm y x0 ∈ (a, b), entonces todo es lo mismo que en el caso anterior, salvo que, ahora, f (x0 ) ∈ Rm . M´s precisamente, f a es derivable en x0 si y solamente si existe el l´ ımite f (x0 + h) − f (x0 ) (2.3) lim = f (x0 ) h→0 h ımite se le llama derivada de f en x0 , f (x0 ) ∈ Rm . en cuyo caso, a tal l´ (2.3) es equivalente a f (x0 + h) − f (x0 ) (2.4) lim − f (x0 ) = 0. h→0 h donde · indica cualquier norma en el espacio normado finito di- mensional Rm (recordemos que al ser Rm de dimensi´n finita, todas o las normas son equivalentes). (3) Si f : Ω → R, donde Ω es un subconjunto abierto de Rn , y n > 1, la anterior definici´n no es v´lida, puesto que no podemos dividir o a por h ∈ Rn . La extensi´n adecuada de derivada no la constituye la o mera existencia de derivadas parciales, puesto que es conocido que una funci´n puede tener derivadas parciales y no ser continua. o Para proceder a la definici´n en este caso, es necesario obtener una o caracterizaci´n de las situaciones presentadas en los dos primeros o apartados, que pueda extenderse a situaciones generales. En este sentido, el l´ ımite (2.1) es un n´mero real o m´s generalmente, en u a el caso de (2.3), un vector de Rm . En ambos casos, el vector f (x0 ) define una aplicaci´n lineal (autom´ticamente continua) L : R → Rm o a
  • 14. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 13 dada por L(h) = f (x0 )h, ∀ h ∈ R y, en ambos casos, podemos decir que f es derivable en x0 si |f (x0 + h) − f (x0 ) − L(h)| (2.5) lim =0 h→0 h Rn donde · Rm es cualquier norma en Rm . Estos reflexiones se ven avaladas porque, como puede comprobarse f´cilmente, s´lo puede a o existir una aplicaci´n lineal L : R → Rm que satisfaga (2.5). o De acuerdo con las anteriores ideas, si f : Ω → R, donde Ω es un subconjunto abierto de Rn , n > 1, y x0 ∈ Ω, diremos que f es derivable en x0 si y solamente si existe alguna aplicaci´n lineal o L : Rn → R (autom´ticamente continua) tal que a |f (x0 + h) − f (x0 ) − L(h)| (2.6) lim =0 h→0 h Rn (4) En la situaci´n general finito dimensional, donde f : Ω → Rm , y Ω o es un abierto de Rn , diremos que f es derivable en x0 si y solamente si existe alguna aplicaci´n lineal L : Rn → Rm (autom´ticamente o a continua) tal que f (x0 + h) − f (x0 ) − L(h) Rm (2.7) lim =0 h→0 h Rn Cuando intentemos dar el salto a dimensi´n infinita, la unica novedad es o ´ que, ahora, una aplicaci´n lineal no es necesariamente continua y por tanto, o hemos de exigirlo en la definici´n (v´ase [4]). o e Definici´n 2.1. (Derivada de Fr´chet). o e Sean (X, · X ), (Y, · Y ) espacios normados reales, Φ : Ω −→ Y donde Ω es un abierto de X y x0 ∈ Ω. Se dice que Φ es derivable (seg´n Fr´chet) en el punto x0 ∈ Ω, si existe u e alguna aplicaci´n lineal y continua L : X −→ Y tal que o Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h) Y (2.8) lim =0 h→0 h X Como primeras propiedades de esta definici´n, podemos indicar las si- o guientes: Proposici´n 2.2. o (1) L, si existe, es unica. Usaremos la notaci´n L = ´ o Φ (x0 ). (2) La derivabilidad es un concepto que no cambia, si se toman otras normas equivalente. M´s precisamente, si Φ es derivable en x0 y a tomamos normas equivalentes en X e Y respectivamente, la derivada es la misma.
  • 15. 14 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 (3) Si ∃ Φ (x0 ), entonces Φ es continua en x0 . (4) Sea Φ : X −→ Y lineal y continua (recordemos que si Φ es lineal, esto es equivalente a que exista alguna constante k ≥ 0 tal que Φ(x) Y ≤ k x X , ∀ x ∈ X). Entonces se tiene Φ (x0 ) = Φ, ∀x0 ∈ X. (5) Sea Φ : X × Z → Y bilineal y continua (recordemos que si Φ es bilineal, esto es equivalente a que exista alguna constante k ≥ 0 tal que Φ(x, z)) Y ≤ k x X z Z , ∀ (x, z) ∈ X × Z). Entonces existe Φ (x0 , z0 ), ∀(x0 , z0 ) ∈ X × Z y Φ (x0 , z0 )(h1 , h2 ) = Φ(x0 , h2 ) + Φ(h1 , z0 ). En particular, el producto escalar en cualquier espacio de Hilbert es un ejemplo de ello. (6) Si H es un espacio de Hilbert real con producto escalar · , A : H −→ H es lineal y continua y Φ : H −→ R, viene definida por Φ(x) = Ax, x , entonces existe Φ (x0 ), ∀x0 ∈ H y Φ (x0 )(h) = Ax0 , h + x0 , Ah . En particular, si A = I, entonces Φ(x) = x 2 y Φ (x0 )(h) = 2 x0 , h , ∀ x0 , h ∈ H. (7) Si Φ : Ω → R, donde Ω es un subconjunto abierto de alg´n espacio u de Hilbert H, y Φ es derivable en x0 ∈ Ω, entonces el teorema de representaci´n de Riesz garantiza la existencia de un unico elemento o ´ Φ(x0 ) ∈ H, tal que Φ (x0 )(h) =< Φ(x0 ), h >, ∀ h ∈ H. A Φ(x0 ) se le denomina gradiente de Φ en x0 . Un operador Ψ : Ω → H se dice que es un operador gradiente si existe alg´n operador Φ : Ω → R tal que Ψ(x) = Φ(x), ∀ x ∈ Ω. u En este caso, a Φ se le llama potencial de Ψ. Como en el caso finito dimensional (las demostraciones son id´nticas), e puede comprobarse inmediatamente que la derivada es un operador lineal en el siguiente sentido: la derivada de la suma es la suma de derivadas, la derivada del producto de un escalar por una funci´n es el escalar por la o derivada de la funci´n, etc. y que es v´lida la regla de la cadena ([3]). o a Si Φ : Ω −→ Y es tal que existe su derivada de Fr´chet en todos los puntos e de Ω, entonces se puede considerar la aplicaci´n derivada o Φ : Ω −→ L(X, Y ) (2.9) x −→ Φ (x) Aqu´ L(X, Y ) indica el espacio normado real formado por las aplica- ı, ciones lineales y continuas de X en Y, dotado de la norma usual. Re- cordemos que si L ∈ L(X, Y ), entonces existe alguna constante k ≥ 0 tal que L(x) Y ≤ k x X , ∀ x ∈ X. En este caso, L L es el ´ ınfimo (m´ınimo) de los n´meros k que verifican la relaci´n anterior. Tambi´n u o e L L(X,Y ) = supx∈X, x X ≤1 L(x) Y .
  • 16. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 15 Tiene as´ sentido hablar de la derivabilidad de Φ . Si existe (Φ ) (x0 ) se ı dir´ que Φ posee derivada segunda en el punto x0 : Φ (x0 ) ∈ L(X, L(X, Y ). a Por ejemplo, es f´cil comprobar que si L ∈ L(X, Y ), entonces L = 0 en todo a punto. Si X = C([0, 1], R), y Φ : X → X est´ definida como Φ(x)(t) = x2 (t), a entonces (Φ (x))(h)(k) = 2hk, ∀ h, k ∈ X. Para poder trabajar c´modamente con derivadas de orden superior, con- o viene hacer las identificaciones que siguen. Comencemos por un lema, de demostraci´n sencilla, que identifica el espacio L(X, L(X, Y )) con L2 (X, Y ), o donde L2 (X, Y ) es el espacio de las aplicaciones bilineales y continuas de X × X en Y . Recordemos que si L ∈ L2 (X, Y ), ∃m ≥ 0, / L(h, k) Y ≤ m h X k X , ∀(h, k) ∈ X × X. Entonces L es el ´ ınfimo (m´ ınimo) de los n´meros m que verifican la desigualdad anterior. Tambi´n, L L2 (X,Y ) = u e sup h ≤1, k ≤1 L(h, k) Y . Lema 2.3. Sea Γ : L(X, L(X, Y )) −→ L2 (X, Y ) A −→ ΓA donde ΓA : X × X −→ Y, ΓA (h, k) = (A(h))(k), ∀(h, k) ∈ X × X. Entonces Γ es lineal, biyectiva y ΓA L2 (X,Y ) = A L(X,L(X,Y )) , ∀A ∈ L(X, L(X, Y )). Una propiedad destacable es que la derivada segunda de una funci´n, sio existe, es siempre una aplicaci´n bilineal sim´trica (v´anse [2], [8]). o e e En general, si Ln (X, Y ) denota el conjunto de aplicaciones multilineales y continuas L de X × . . .n) × X en Y, con la norma usual, es decir, L = sup L(x1 , · · · , xn ) Y, x1 ≤1,··· , xn ≤1 entonces la derivada n−´sima puede definirse por inducci´n, sin m´s que e o a usar la identificaci´n o (2.10) L(X, Ln (X, Y )) Ln+1 (X, Y ) Como en el caso de dimensi´n dos, una propiedad destacable es que la deri- o vada n−´sima de una funci´n, si existe, es siempre una aplicaci´n multilineal e o o sim´trica (v´anse [2], [8]). e e La siguiente f´rmula, conocida como f´rmula de Taylor, es semejante al o o caso de dimensi´n finita, y de gran utilidad en el estudio de m´ximos y o a m´ınimos de funcionales. Para la demostraci´n v´anse [2], [3] o bien [8]. o e Como hasta ahora, Ω denota cualquier abierto de un espacio normado real X, e Y denota tambi´n cualquier espacio normado real. e Teorema 2.4. Sea Φ : Ω → Y, de clase C n (Ω) (es decir, tanto Φ como sus derivadas hasta el orden n son continuas en Ω), y dos puntos u, u + h ∈ Ω
  • 17. 16 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 tales que el segmento [u, u + h] ⊂ Ω. Entonces 1 n) (2.11) Φ(u + h) = Φ(u) + Φ (u)(h) + . . . + Φ (u)(h)n + ω(u, h)(h)n , (n)! donde ω(u, h) es un aplicaci´n multilineal de X × . . .n) × X en Y tal que o n limh→0 ω(u, h) = 0. En particular limh→0 ω(u,h)(h) = 0. h n X Aqu´ la notaci´n ı, o Φk) (u)(h)k significa la aplicaci´n multilineal Φk) (u) apli- o cada al elemento (h, . . . , h) ∈ X k. Los resultados anteriores permiten demostrar los teoremas siguientes, so- bre condiciones necesarias y condiciones suficientes de m´ximos y m´ a ınimos. Teorema 2.5. Sea Φ : Ω −→ R, Ω ⊂ X abierto, y x0 ∈ Ω un m´ ınimo local de Φ. • Si Φ es derivable en x0 , entonces Φ (x0 ) = 0. • Si existe la derivada segunda de Φ en x0 , entonces Φ (x0 )(h, h) ≥ 0, ∀h ∈ X Teorema 2.6. Sea Φ : Ω −→ R, Ω ⊂ X abierto, Φ ∈ C 2 (Ω, R) y x0 ∈ Ω tal que: (1) Φ (x0 ) = 0 (2) ∃K > 0 / Φ (x0 )(h, h) ≥ K h 2 , ∀h ∈ X Entonces Φ tiene un m´ ınimo local estricto en x0 . Nota 1. Notemos que la condici´n o 2 ∃K > 0 / Φ (x0 )(h, h) ≥ K h , ∀h ∈ X es equivalente a ∃K > 0 / Φ (x0 )(h, h) ≥ K, ∀h ∈ X tal que h = 1. Si el espacio X tiene dimensi´n finita, esto ultimo es claramente equivalente o ´ a que Φ (x0 )(h, h) > 0, ∀h ∈ X tal que h = 1. En dimensi´n infinita no es necesariamente as´ debido a la no compacidad o ı, de la bola unidad del espacio X. Veamos un ejemplo de lo anterior, de especial significaci´n por las apli- o caciones al c´lculo de variaciones. Sea f : [a, b] × R −→ R, (t, x) → f (t, x), a ∂f continua tal que ∃ : [a, b] × R −→ R y es continua. ∂x Definimos
  • 18. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 17 Φ : C([a, b], R) −→ R (2.12) b Φ(x) = f (t, x(t))dt a • C([a, b], R) lo consideramos como espacio normado real, con la norma x 0 = maxt∈[a,b] |x(t)| . Proposici´n 2.7. o ∀x0 ∈ C([a, b], R), ∃ Φ (x0 ) y Φ (x0 ) : C([a, b], R) −→ R viene definida por b (2.13) ∂f (t, x0 (t)) Φ (x0 )(h) = h(t)dt, ∀ h ∈ C([a, b]. ∂x a Principales ideas de la demostraci´n. o Tendremos que comprobar en primer lugar que L(h) ≡ Φ (x0 )(h) tal y como se ha definido anteriormente, es lineal y continua respecto de h. L : (C([a, b]), R) −→ R b (2.14) ∂f (t, x0 (t)) h −→ h(t)dt ∂x a es lineal de forma trivial. Para ver que es continua hemos de demostrar que existe M ∈ R+ tal que |L(h)| ≤ M h 0 , ∀h ∈ C([a, b], R). Ahora bien, como M puede tomarse M1 (b − a), donde M1 es el m´ximo de la aplicaci´n a o de [a, b] en R definida como ∂f (t, x0 (t)) (2.15) t −→ ∂x El siguiente paso es comprobar que se verifica la condici´n (2.8). Ahora o bien, Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h) = (2.16) b ∂f (t,x0 (t)) f (t, x0 (t) + h(t)) − f (t, x0 (t)) − ∂x h(t) dt = (∗) a Ahora podemos usar el Teorema del Valor Medio, en versi´n integral. o Este Teorema, muy util y sencillo de usar, afirma lo siguiente: ´
  • 19. 18 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 1 1 (2.17) g ∈ C ([x, y], R) ⇒ g(y) − g(x) = g (ty + (1 − t)x)(y − x)dt 0 Pensemos que la demostraci´n es trivial, puesto que o d g (ty + (1 − t)x)(y − x) = g(ty + (1 − t)x) dt Usando este Teorema, la expresi´n (2.16), se transforma en o (2.18)   b 1  ∂f (t, rx0 (t) + rh(t) + (1 − r)x0 (t)) ∂f (t, x0 (t)) (∗) = h(t)dr − h(t) dt = ∂x ∂x a 0 b  1   ∂f (t, x0 (t) + rh(t)) ∂f (t, x0 (t)) (2.19) = − dr h(t)dt = ∂x ∂x a 0 Tomamos valores absolutos, y obtenemos la expresi´n o |Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h)| ≤ (2.20) b 1 ∂f (t,x0 (t)+rh(t)) ∂f (t,x0 (t)) h 0 ∂x − ∂x drdt a 0 Para concluir la demostraci´n, bastar´ comprobar que o ıa b 1 ∂f (t, x0 (t) + rh(t)) ∂f (t, x0 (t)) (2.21) lim − drdt = 0 h 0 →0 ∂x ∂x a 0 Ahora bien, tenemos que x0 (t) + rh(t) converge (uniformemente respecto ∂f de r) a la funci´n x0 (t) con la norma · 0 . Adem´s, como o a es continua, ∂x esta funci´n es uniformemente continua en compactos, y por ello se tiene o que ∂f (t,x0 (t)+rh(t)) ∂f (t,x0 (t)) ∂x −→ ∂x (2.22) con la norma · 0, uniformemente respecto de r ∈ [0, 1]. Ideas an´logas pueden usarse para el estudio del siguiente funcional: Sea a X = C 1 ([a, b], R), con la norma dada por x = x 0 + x 0 . Sea f : [a, b] × R × R −→ R (2.23) (t, x, y) −→ f (t, x, y)
  • 20. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 19 continua tal que para cualquier t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n f (t, x, y) es C 1 o con respecto a (x, y) ∈ R2 . Si definimos el funcional Φ : X −→ R b (2.24) Φ(x) = f (t, x(t), x(t))dt ˙ a Entonces Φ es derivable y (2.25) b ∂f (t, x0 (t), x0 (t)) ˙ ∂f (t, x0 (t), x0 (t)) ˙ ˙ Φ (x0 )(h) = h(t) + h(t) dt, ∀ h ∈ X. ∂x ∂x˙ a Otros ejemplos son los siguientes. Sea X = C k ([a, b], R) con la norma k x k = xp) 0 y f : [a, b]×Rk+1 → R, (t, x0 , x1 , ..., xk ) → f (t, x0 , x1 , ..., xk ) p=0 continua y tal que para cada t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n f (t, x0 , x1 , ..., xk ) es o C 1 con respecto a (x , x , ..., x ) ∈ Rk+1 . Si Φ : X → R se define como 0 1 k b Φ(x) = f (t, x(t), ..., xp) (t), ..., xk) (t)) dt, a entonces k b k) ∂f (t, x0 (t), ..., x0 (t)) p) Φ (x0 )(h) = h (t) dt a ∂xp p=0 Respecto de las derivadas de orden superior, las mismas ideas pueden usarse para probar el resultado siguiente: Sea f : [a, b] × R −→ R, (t, x) → f (t, x) continua tal que para cada t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n f (t, x) es C 2 respecto de x ∈ R. Si Φ es el o funcional definido en (2.12) entonces b ∂ 2 f (t, x0 (t)) Φ (x0 )(h, k) = h(t)k(t)dt. ∂x2 a Para el funcional definido en (2.24) se tendr´ ıa (2.26) b 2 f (t,x ∂ 2 f (t,x0 (t),x0 (t)) Φ (x0 )(h, k) = [ ∂ 0 (t),x0 (t)) ∂x2 ˙ h(t)k(t) + ∂x∂y ˙ ˙ h(t)k(t)+ a ∂ 2 f (t,x0 (t),x0 (t)) ˙ ˙ ∂ 2 f (t,x0 (t),x0 (t)) ˙ ˙ ˙ ∂y∂x h(t)k(t) + ∂y 2 h(t)k(t)]dt A veces es necesario trabajar con conceptos m´s d´biles que la derivabi- a e lidad seg´n Fr´chet. Vamos a hablar brevemente de esto para funcionales u e
  • 21. 20 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 que est´n definidos en alg´n abierto de un espacio normado y con valores a u reales. Definici´n 2.8. Sea (E, · ) un espacio normado real, Ω un subconjunto o abierto de E, Φ : Ω −→ R y x0 ∈ E. • Recordemos que Φ es derivable seg´n Fr´chet en x0 si ∃ L : E −→ R u e lineal y continua tal que |Φ(x0 + h) − Φ(x0 ) − L(h)| (2.27) lim =0 h→0 h X • Se dice que Φ es derivable seg´n Gateaux en x0 si u Φ(x0 + τ h) − Φ(x0 ) (2.28) ∀h ∈ E ∃ lim ≡ ΦG (x0 )(h) τ →0 τ y la aplicaci´n ΦG (x0 ) : E −→ R, h → ΦG (x0 )(h), es lineal y o continua en h ∈ E. En este caso, a ΦG (x0 ) se le llama derivada de Gateaux de Φ en x0 . • Se define la primera variaci´n de Φ en x0 , en la direcci´n h ∈ E o o como Φ(x0 + τ h) − Φ(x0 ) (2.29) δΦ(x0 , h) = lim τ →0 τ • En general, se define la n-´sima variaci´n de la funci´n Φ en x0 y en e o o la direcci´n h ∈ E como o dn Φ(x0 + th) (2.30) δ n Φ(x0 , h) = dtn t=0 La derivabilidad seg´n Fr´chet implica la derivabilidad seg´n Gateaux, u e u y no se verifica la implicaci´n contraria. La derivabilidad seg´n Gateaux o u implica la existencia de la primera variaci´n en todas las direcciones, pero no o al contrario. Tambi´n, las reglas algebraicas usuales, regla de la cadena, etc. e son v´lidas para estos conceptos relacionados con la derivabilidad. V´ase a e [17] para la relaci´n entre estos conceptos. o Algunos ejemplos de inter´s son los siguientes: e Ejemplo 1. Sea f : R2 −→ R.   x6 si (x, y) = (0, 0) f (x, y) = (y − x2 )2 + x8  0 si (x, y) = (0, 0)
  • 22. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 21 Esta funci´n es derivable seg´n Gateaux en el punto (0, 0) (de hecho, o u su derivada es la funci´n nula), pero f no es continua en este punto. En o particular f es derivable seg´n Gateaux en (0, 0) pero no es Fr´chet derivable u e en (0, 0). Ejemplo 2. Sea f : R2 −→ R.   x2 y x2 + y 2 f (x, y) = si (x, y) = (0, 0)  x4 + y 2 0 si (x, y) = (0, 0) Esta funci´n es derivable seg´n Gateaux en el punto (0, 0) (de hecho, su o u derivada es la funci´n nula), es continua en este punto, pero no es derivable o en el sentido de Fr´chet. e ¡An´ ımese el alumno a comprobar las afirmaciones anteriores! El Teorema del valor medio es cierto, usando la noci´n de derivada de o Gateaux. De hecho, tenemos el Teorema siguiente: Teorema 2.9. Sean X, Y espacios normados, Ω un abierto de X y Φ : Ω → Y derivable Gateaux en Ω. Si x1 , x2 ∈ Ω son tales que el segmento [x1 , x2 ] ⊂ Ω, entonces Φ(x1 ) − Φ(x2 ) Y ≤ sup ΦG (tx1 + (1 − t)x2 ) L(X,Y ) x1 − x2 X 0≤t≤1 Usando este Teorema, puede probarse el siguiente, de inter´s en las apli- e caciones, para determinar la derivada de Fr´chet de los funcionales que este- e mos tratando. De hecho, la funci´n dada Φ puede usarse de manera directa o para intentar calcular la derivada de Gateaux, pero no as´ para calcular la ı derivada de Fr´chet. e Teorema 2.10. Sea Φ : Ω → Y, derivable seg´n Gateaux en Ω (es decir, en u todos los puntos de Ω) y tal que la aplicaci´n ΦG : Ω → L(X, Y ) es continua o en x0 ∈ Ω. Entonces existe la derivada de Fr´chet Φ (x0 ) y Φ (x0 ) = ΦG (x0 ). e La versi´n tradicional del Teorema del valor medio es v´lida tambi´n. o a e Esto exige introducir el concepto de integral definida, b (2.31) f (t) dt a para funciones f : [a, b] → E, continuas, donde E es un espacio normado cualquiera. No es dif´ ıcil: en primer lugar se introduce el concepto anterior para funciones escalonadas. En segundo lugar, usando el hecho de que si f : [a, b] → E, es continua, entonces es uniformemente continua, puede usarse un m´todo l´ e ımite para definir (2.31). V´ase, por ejemplo ([12]). e Se obtiene as´ el Teorema fundamental del C´lculo que se enuncia a con- ı a tinuaci´n. o
  • 23. 22 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 Teorema 2.11. Sea E un espacio normado cualquiera y f : [a, b] → E t continua. Si F : [a, b] → E se define como F (t) = a f (s) ds, entonces F (t) = f (t), ∀ t ∈ [a, b]. Lo que sigue es el Teorema del valor medio para derivada de Fr´chet. e Teorema 2.12. Sea f : Ω → Y de clase C 1 (Ω). Entonces, para todo par de puntos x1 , x2 ∈ Ω tales que [x1 , x2 ] ⊂ Ω, se tiene: 1 f (x1 ) − f (x2 ) = f (x2 + t(x1 − x2 ))(x1 − x2 ) dt 0 ¡Puede ser muy instructivo comparar los Teoremas 2.9 y 2.12! 2.2. Convexidad de un operador y monoton´ de su derivada. Vea- ıa mos a continuaci´n algunas de las relaciones existentes entre la convexidad o de una funci´n y la monoton´ de su derivada. Para ello, sea (E, · ) un o ıa espacio normado, Ω un abierto de E y f : Ω −→ R derivable. De acuerdo con la definici´n de derivada, se tiene o f : Ω −→ L(E, R) x0 −→ f (x0 ) donde L(E, R) es el espacio de Banach de las aplicaciones lineales y continuas de E en R, con la norma usual, es decir: ∀ L ∈ L(E, R) L = sup |L(x)| x ≤1, x∈E Definici´n 2.13. o • f se dice que es mon´tona si (f (x) − f (y))(x − y) ≥ 0 ∀x, y ∈ Ω. o • f se dice que es estrictamente mon´tona si (f (x) − f (y))(x − y) > o 0, ∀x, y ∈ Ω con x = y. Teorema 2.14. Sea Ω ⊂ E, abierto y convexo y f : Ω −→ R f ∈ C 1 (Ω). Son equivalentes: (1) f es convexa en Ω; es decir, ∀ x, y ∈ Ω se tiene f (λx + (1 − λ)y) ≤ λf (x) + (1 − λ)f (y), ∀ λ ∈ [0, 1]. (2) f : Ω −→ L(E, R) es mon´tona. o Tambi´n son equivalentes: e (1) f es estrictamente convexa en Ω; es decir, ∀ x, y ∈ Ω x = y, se tiene f (λx + (1 − λ)y) < λf (x) + (1 − λ)f (y), ∀ λ ∈ (0, 1). (2) f : Ω −→ L(E, R) es estrictamente mon´tona. o
  • 24. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 23 Demostremos la primera parte. ¡Int´ntelo el alumno con la segunda. Es e posible que se lleve alguna sorpresa! 1. ⇒ 2. Si x, y ∈ Ω entonces f (λx + (1 − λ)y) ≤ λf (x) + (1 − λ)f (y), ∀ λ ∈ [0, 1]. De aqu´ obtenemos que f (y + λ(x − y)) − f (y) ≤ λ(f (x) − f (y)), ∀λ ∈ (0, 1). ı As´ı, f (y + λ(x − y)) − f (y) (2.32) ≤ f (x) − f (y) λ Si λ −→ 0+ obtenemos (2.33) f (y)(x − y) ≡ δf (y; x − y) ≤ f (x) − f (y) An´logamente, cambiando x por y, se obtiene la expresi´n f (x)(y − x) ≤ a o f (y)−f (x). Sumando ambas expresiones, obtenemos finalmente que (f (y)− f (x))(x − y) ≤ 0, por lo que (f (y) − f (x))(y − x) ≥ 0. 2. ⇒ 1. Veamos que ∀x, y ∈ Ω y ∀λ ∈ [0, 1] se tiene que f (λx + (1 − λ)y) ≤ λf (x) + (1 − λ)f (y). En efecto, para ello definimos la funci´n o p : [0, 1] −→ R (2.34) p(λ) = f (λx + (1 − λ)y) − λf (x) − (1 − λ)f (y) Hemos de comprobar que p(λ) ≤ 0 ∀λ ∈ [0, 1]. En principio p(0) = p(1) = 0. Supongamos que ∃λ0 ∈ (0, 1) tal que p(λ0 ) > 0. Entonces max[0,1] p > 0. Sea λ1 un punto donde se alcance este m´ximo. Entonces p (λ1 ) = 0. Adem´s, usando que f es mon´tona, se a a o tiene p (λ) − p (λ1 ) = f (λx + (1 − λ)y)(x − y) − f (x) + f (y) −f (λ1 x + (1 − λ1 )y)(x − y) + f (x) − f (y) = [f (λx + (1 − λ)y) − f (λ1 x + (1 − λ1 y)] (x − y) . Si u = λx + (1 − λ)y, v = λ1 x + (1 − λ1 )y, la expresi´n anterior queda o u−v (f (u) − f (v))( λ−λ1 ), que es una expresi´n no negativa para λ > λ1 , por la o monoton´ de f . Esto implica que p (λ) ≥ 0 ∀λ > λ1 , lo que no es posible ıa si tenemos en cuenta los valores de p en λ = λ1 y λ = 1. Observando detenidamente la demostraci´n anterior, obtenemos el si- o guiente resultado que ser´ muy util en la pr´ctica. a ´ a Corolario 2.15. Sea Ω convexo y f : Ω −→ R convexa. Supongamos que para alg´n x0 ∈ Ω u se cumple (2.35) δf (x0 ; x − x0 ) = 0, ∀x ∈ Ω. Entonces x0 es un punto de m´ ınimo global de f en Ω. Adem´s, si f es a estrictamente convexa, el punto donde se alcanza el m´ ınimo es unico. ´
  • 25. 24 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 Un ejemplo de lo anterior es el siguiente. Sea C = y ∈ C 1 [0, 1] : y(0) = 0, y(1) = 1 , y f : C −→ R definida por 1 2 f (y) = (y (x) + 4y(x))dx 0 . Puede probarse que: • Existe m´ınimo de f en C. • Este m´ınimo se alcanza en la funci´n y0 (x) = x2 . o • El punto donde se alcanza el m´ ınimo es unico. ´ De hecho, para este ejemplo se tiene 1 (f (x) − f (y), x − y) = 2 (x − y )2 0 lo que prueba que el funcional f es estrictamente convexo. Adem´s, una a condici´n suficiente para que se cumpla (2.35) es que x0 ∈ C 2 [0, 1], x0 = o 2, x0 (0) = 0, x0 (1) = 1 (¿por qu´?) Esto lo satisface la funci´n x0 (x) = x2 . e o Otro ejemplo puede ser el siguiente. Sea C = y ∈ C 1 [0, 1] : y(0) = 0, y(1) = 0 , y f : C −→ R definida por 1 2 f (y) = (y (x) − y 2 (x) + 2xy(x))dx 0 . Entonces puede probarse: • Existe m´ınimo de f en C. senx • Este m´ınimo se alcanza en la funci´n y0 (x) = x − o . sen1 • El punto donde se alcanza el m´ ınimo es unico. ´ De hecho, para este ejemplo se tiene 1 1 (f (y) − f (z), y − z) = 2 (y − z )2 − 2 (y − z)2 0 0 Usando series de Fourier ([5]) puede probarse f´cilmente que a 1 (f (y) − f (z), y − z) ≥ 2(π 2 − 1) (y − z)2 0 lo que prueba que f es estrictamente convexo. Adem´s, una condici´n su- a o ficiente para que se cumpla (2.35) es que y0 ∈ C 2 [0, 1], −y0 − y0 + x = 0, y0 (0) = 0, y0 (1) = 1 (¿por qu´?) Esto lo satisface la funci´n y0 (x) = e o sen x x− . sen 1
  • 26. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 25 2.3. Condiciones necesarias (Euler-Lagrange y Legendre) en pro- blemas cl´sicos del c´lculo de variaciones. a a Comenzamos estudiando problemas cl´sicos del c´lculo de variaciones a a donde ambos extremos de la funci´n est´n fijos. o a Teorema 2.16. Sea X = q ∈ C 1 ([a, b], R) / q(a) = q1 , q(b) = q2 con (a, q1 ) y (b, q2 ) dados. Sea L ∈ C 2 ([a, b] × R × R, R) y Φ : X −→ R b (2.36) Φ(q) = L(t, q(t), q(t))dt ˙ a En X se considera la norma · 1, esto es, q 1 = maxt∈[a,b] |q(t)| + maxt∈[a,b] |q (t)|. Entonces: (1) (Condici´n necesaria de Euler-Lagrange) Si q0 ∈ X es tal que q0 es o un m´ınimo local de Φ en X (por tanto, m´ ınimo local con la norma · 1 ), entonces la funci´n Lq (t, q0 (t), q0 (t)) es C 1 [a, b] y o ˙ ˙ d (2.37) (Lq (t, q0 (t), q0 (t)) = Lq (t, q0 (t), q0 (t)) ˙ ˙ ˙ dt (Ecuaci´n de Euler-Lagrange). En particular, la ecuaci´n de Euler- o o Lagrange (2.37) se cumple si q0 ∈ X es un m´ ınimo global de Φ en X. (2) (Condici´n necesaria de Legendre) Si q0 ∈ X es tal que q0 es un o m´ınimo local de Φ en X, entonces (2.38) Lqq (t, q0 (t), q0 (t)) ≥ 0, ˙˙ ˙ ∀t ∈ [a, b]. En particular, la condici´n necesaria de Legendre (2.38) se cumple o si q0 ∈ X es un m´ ınimo global de Φ en X. (3) Si q0 ∈ X satisface la condici´n necesaria de Euler-Lagrange y para o cada t ∈ [a, b] fijo, la aplicaci´n R2 → R, (q, q) → L(t, q, q) es o ˙ ˙ convexa, entonces q0 es m´ınimo global de Φ en X. (4) Si q0 ∈ X satisface la condici´n necesaria de Euler-Lagrange y para o cada t ∈ [a, b] fijo la aplicaci´n R2 → R, (q, q) → L(t, q, q) es estric- o ˙ ˙ tamente convexa, entonces q0 es el unico m´ ´ ınimo global de Φ en X. Adem´s, q0 es m´ a ınimo global estricto de Φ en X. En lo que sigue, (2.39) X0 = h ∈ C 1 ([a, b], R) / h(a) = 0, h(b) = 0
  • 27. 26 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 En la demostraci´n de este teorema se usan, adem´s de las nociones de o a convexidad del apartado anterior, los siguientes lemas (v´anse [3], [17] y e [18]). ¡Animamos a los alumnos a que proporcionen una demostraci´n de los o lemas que siguen, demostraci´n que est´ perfectamente a su alcance! o a Lema 2.17. (Lema fundamental del c´lculo de variaciones) a b Sea q ∈ C([a, b], R) tal que q(t)h(t)dt = 0 ∀h ∈ X0 . Entonces q ≡ 0. a Lema 2.18. (Lema de Du Bois Reymond) b Sea q ∈ C([a, b], R) tal que ˙ q(t)h(t)dt = 0 ∀h ∈ X0 . Entonces q es a constante. Lema 2.19. Sea la forma cuadr´tica a Q : C 1 ([a, b], R) −→ R b (2.40) ˙ ˙ Q(h) = F1 (t)(h(t))2 + F2 (t)h(t)h(t) + F3 (t)(h(t))2 dt a donde F1 , F2 , F3 ∈ C([a, b], R) son dados y tal que Q(h) ≥ 0 ∀h ∈ X0 . Entonces F3 (t) ≥ 0 ∀t ∈ [a, b]. Una vez que los anteriores lemas se dan por v´lidos, la demostraci´n del a o teorema sigue las l´ ıneas siguientes: 1. Si q0 es un punto de m´ ınimo local de Φ entonces podemos definir W : X0 −→ R b (2.41) ˙ W (h) = L(t, q0 (t) + h(t), q0 (t) + h(t))dt ˙ a donde en X0 consideramos la norma · 1 . Es claro que W tiene un m´ınimo local en 0. Luego W (0) = 0 de donde obtenemos (t´ngase en cuenta (2.24) e y (2.25)) b (2.42) ˙ ˙ ˙ ˙ (Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t) + Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t))dt = 0, ∀ h ∈ X0 . a Integramos por partes el primer miembro de esta ecuaci´n y obtenemos: o
  • 28. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 27 t b h(t) (Lq (s, q0 (s), q0 (s))ds ˙ a a (2.43) b t b − ˙ ˙ Lq (s, q0 (s), q0 (s))dsh(t) + ˙ Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t) dt = 0 ˙ ˙ a a a con h anul´ndose en los extremos. Concluimos por el lema de Du Bois a Reymond que la funci´n o t (2.44) − Lq (s, q0 (s), q0 (s))ds + Lq (t, q0 (t), q0 (t)) ˙ ˙ ˙ a es una constante. Por tanto, Lq (t, q0 (t), q0 (t)) es de clase C 1 en [a, b]. ˙ ˙ Ahora hacemos de nuevo una integraci´n por partes en (2.42) pero usando o el segundo sumando. As´ obtenemos ı (2.45) b d (Lq (t, q0 (t), q0 (t))h(t) − ˙ [Lq (t, q0 (t), q0 (t))]h(t))dt = 0, ∀ h ∈ X0 . ˙ ˙ dt a Usando el lema fundamental del c´lculo de variaciones obtenemos la ecuaci´n a o de Euler-Lagrange. 2. Si q0 es un punto de m´ ınimo local de Φ, entonces (2.46) W (0)(h, h) ≥ 0, ∀ h ∈ X0 Como (2.47) W (0)(h, h) = b 2 ˙ ˙ a Lqq (t, q0 (t), q0 (t))h (t) ˙ + 2Lqq (t, q0 (t), q0 (t))h(t)h(t) + Lqq (t, q0 (t), q0 (t))h2 (t) ˙ ˙ ˙˙ ˙ usando el tercer lema tendr´ ıamos la condici´n necesaria de Legendre o (2.48) Lqq (t, q0 (t), q0 (t)) ≥ 0 ∀t ∈ [a, b] ˙˙ ˙ Las dos ultimas partes del teorema son sencillas usando las ideas de con- ´ vexidad del apartado anterior; en particular el Corolario 2.15. Tengamos en cuenta que, bajo las hip´tesis del apartado (3) del Teorema, Φ es convexa o y que si q0 ∈ X satisface la ecuaci´n de Euler-Lagrange (2.37), entonces, o δΦ(q0 ; q − q0 ) = 0, ∀ q ∈ X.
  • 29. 28 ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10 Nota 2. La condici´n de Euler-Lagrange (2.37) es una condici´n necesaria o o de m´ ınimo local. En general no es suficiente. Para poder garantizar la existencia de m´ ınimo global, necesitamos probar que la funci´n L satisface, o por ejemplo, propiedades adicionales de convexidad. Esto no es sencillo, pero algunas nociones de c´lculo elemental pueden ayudarnos. a Pensemos que, en realidad, tenemos que probar que una funci´n dada o f : R2 → R es convexa. La propia definici´n de convexidad no suele ser util o ´ en estos casos, puesto que es complicada de comprobar. Si f ∈ C 1 (Rn ), el Teorema 2.14 puede ayudarnos, pero tampoco suele ser f´cil su aplicaci´n. Si f ∈ C 2 (Rn ), entonces tenemos criterios m´s utiles a o a ´ usando la matriz Hessiana H(f )(x). Si H(f )(x) es semidefinida positiva, ∀ x ∈ Rn , entonces f es convexa en Rn . Si H(f )(x) es definida positiva, ∀ x ∈ Rn , entonces f es estrictamente convexa en Rn . L´gicamente puede o sustituirse Rn por cualquier subconjunto C ⊂ Rn que sea abierto y convexo. Por ultimo, para probar que H(f )(x) es semidefinida positiva ∀ x ∈ Rn ´ puede usarse el criterio de los menores principales: Si los n − 1 primeros me- nores principales son positivos y el ultimo es no negativo, entonces H(f )(x) ´ es semidefinida positiva. Si todos los menores principales son positivos en- tonces H(f )(x) es definida positiva. Tambi´n pueden ayudar mucho las e propiedades siguientes: (1) La suma finita de funciones convexas es una funci´n convexa. o (2) El producto de un n´mero real positivo por una funci´n convexa es u o una funci´n convexa. o (3) Si f es convexa y g creciente y convexa, entonces la composici´n o g(f (x)) es convexa. Un libro muy claro y util para familiarizarse con los anteriores criterios es ´ [14]. Muchos ejemplos concretos, de aplicaci´n del Teorema 2.16, se pueden o ver en [17]. Discutamos a continuaci´n, de manera detallada, el problema de la bra- o quistocrona, comentado en la introducci´n hist´rica. Este problema tiene o o sus peculiaridades. Por ejemplo, el funcional (1.2) no es del tipo contem- plado en el Teorema 2.16, ya que el denominador se anula cuando y(x) = 0. Para solucionar ´ste y otros problemas relacionados con la convexidad, toma- e mos como eje de abscisas el eje vertical (con direcci´n positiva hacia abajo), o como eje de ordenadas el eje horizontal. Entonces, si A = (0, 0), B = (b, b ), con b y b positivos, el funcional a minimizar adopta la forma (v´ase [17]) e b 1/2 1 + y (x)2 (2.49) Φ(y) = dx 0 2gx donde y ∈ X = {y ∈ C 1 ([0, b], R) : y(0) = 0, y(b) = b }. A pesar de la presencia del t´rmino (2gx)−1/2 , x ∈ [0, b] en la expresi´n anterior, se puede e o comprobar ¿f´cilmente? que Φ(y) ∈ R, ∀ y ∈ X. En realidad, esto es tan a b sencillo como probar que 0 (x)−1/2 dx existe. As´ pues, podemos hablar ı
  • 30. ´ ˜ CALCULO DE VARIACIONES, ANTONIO CANADA, CURSO 2009/10. 29 de posibles m´ ınimos de Φ en X, sin usar necesariamente el Teorema 2.16. Adem´s, a 2 1/2 (1) Para cada x ∈ (0, b] fijo, la aplicaci´n R → R, y → 1+y o 2gx es estrictamente convexa. De hecho, la derivada segunda de esta funci´n, respecto de y , es estrictamente positiva. o 2 1/2 (2) Si L : (0, b] × R × R → R, est´ definida como L(x, y, y ) = 1+y a 2gx y una funci´n y0 ∈ X satisface la ecuaci´n de Euler-Lagrange, en o o este caso, d (2.50) Ly (x, y0 (x), y0 (x)) = 0, ∀ x ∈ (0, b], dx entonces la primera variaci´n δΦ(y0 ; h) = 0, ∀ h ∈ C 1 ([0, b], R) : o y(0) = y(b) = 0. De las anteriores consideraciones se deduce trivialmente que X es convexo, que Φ es estrictamente convexo en X y que si y0 ∈ X satisface la ecuaci´n o de Euler Lagrange (2.50), entonces δΦ(y0 ; y − y0 ) = 0, ∀ y ∈ X. El Corolario 2.15 prueba que y0 es m´ ınimo global de Φ en X y, adem´s, que el m´ a ınimo global se alcanza en un unico elemento de X. ´ La ecuaci´n de Euler-Lagrange (2.50) se cumple si y solamente si o y0 (x) (2.51) = k, (2gx(1 + y0 (x)2 ))1/2 para alguna constante k ∈ R. Adem´s, si c ∈ R+ satisface a (2.52) cb < 1, entonces cualquier funci´n y0 ∈ X tal que o 1/2 cx (2.53) y0 (x) = , ∀ x ∈ [0, b], 1 − cx satisface (2.51) con c = 2gk 2 . Un cambio de variable adecuado (¿cu´l?) a permite integrar la ecuaci´n anterior, obteni´ndose o e arcsin(cx)1/2 − (cx)1/2 (1 − cx)1/2 (2.54) y0 (x) = c Observemos que y0 (0) = 0. S´lo queda comprobar que se puede elegir c o satisfaciendo (2.52) y tal que y0 (b) = b . T´cnicas elementales prueban que e esto es posible si b π (2.55) < . b 2 Finalmente, la funci´n y0 definida en (2.54) se puede escribir en forma pa- o ram´trica como e 1 x(t) = 2c (1 − cos t), (2.56) 1 y0 (t) = 2c (t − sent), t ∈ [0, π],