SlideShare una empresa de Scribd logo
1
CAMBIOS EN LA ARQUITECTURA MONUMENTAL DEL INTERMEDIO TEMPRANO;
EL CASO DEL EDIFICIO DE HUACA CAO VIEJO
Denis A. Vargas Salvador
arisalv@hotmail.com
El material cerámico ha sido utilizado durante mucho tiempo, como el principal indicador
cultural de indistintas formaciones sociales; así, muchos yacimientos arqueológicos fueron filiados de
acuerdo al contexto cerámico hallados en ellos.
Es así como la arquitectura publica se vio circunscrita a una determinada cultura sin tener en
cuenta la premisa de que el usuario de un artefacto no necesariamente es el productor, por lo tanto la
presencia material del artefacto (en nuestro caso; la cerámica), en un determinado sitio, no identificaría
plenamente la expresión cultural del portador o usuario. (Lumbreras 1984 : 3).
Otro de los grandes inconvenientes de este método filiatorio que compromete a los edificios
públicos, es que los contextos que incluyen material arqueológico muchas veces están en relación al uso
y no, necesariamente a la función auténtica de los espacios arquitectónicos1
, por lo que los restos
corresponderían, en estos casos, a elementos intrusivos a las actividades de función original de dichos
espacios arquitectónicos.
Por otro lado, el templo como centro de peregrinación, converge a muchas expresiones
étnicas (Lumbreras 1983 :59); cada una de ellas trasladando sus respectivas culturas materiales
expresadas en objetos votivos dispuestas en ciertos sectores del santuario; los cuales podría generar
equívocos en la identificación cultural entre constructores-ocupantes del edificio y los usuarios. A todo
esto debe sumarse las constantes imprecisiones en la identificación de los alfares, muchos de los cuales
han sido clasificados bajo criterio de estilo (Formas y decoración, con iconos muchas veces
1
Un claro ejemplo vendría a ser el uso fortuito de los rellenos constructivos al ser utilizados como improvisados escenarios
funerarios, al carecer el edificio de una determinada unidad arquitectónica o ambientes diseñada específicamente para dicha
función.
Denis A. Vargas Salvador
2
compartidos), sin considerar diferenciaciones en los rasgos tecnológicos; elementos necesarios en la
individualización de las costumbres propias de una tradición local.
LOS SALINAR, LOS VIRÚ Y LOS MOCHICAS
La compleja producción de cerámica fina, exclusivamente de carácter funerario, fue utilizada
por Don Rafael Larco (1938, 1941, 1945, 1948, 1966 ) para detectar estilos artísticos tradicionales,
correspondientes a culturas partícipes de un mismo proceso histórico en común, como Cupisnique,
Salinar, Virú y Mochica; todos y cada uno de ellos con características particulares “suficientes” para ser
consideradas como pueblos con rasgos culturales propios, además de contar (según el mismo autor) con
autónomos gobiernos, territorio, moral, religión y arte (Larco; 1938, 1948). Así, los estilos
proporcionaron deforma exclusiva, el sustento cultural que dio paso a la formulación de sociedades
organizadas distintas, sin tenerse en cuenta los demás restos materiales y normas de comportamiento,
asociados a determinada región y en un tiempo determinado.
La Cultura Salinar fue descrita por primera vez en 1941 por Rafael L. Hoyle, a partir de los
contextos provenientes de tumbas en Pampas de jagüey, en el valle medio del Chicama; definiéndola
como un importante episodio cultural de la “época evolutiva”, antecedida por la cultura Cupisnique.
Resultado de los exámenes de las superposiciones estratigráficas en las tumbas excavadas por Larco, en
el valle Chicama; se propuso una clara secuencia de : Cupisnique- Salinar- Moche (Larco 1948).
Durante sus trabajos en el Proyecto Valle Virú; Strong y Evans (1952), Ford y Willey (1953)
proporcionaron información de sitios Salinar en la parte media y superior de éste valle, tipificando a esta
cultura como una sociedad con una organización compleja y avanzada, la cual estuvo representada por el
estilo cerámico Blanco sobre Rojo de Puerto Moorin. Los estilos cerámicos Pulido Llano y Castillo
Llano, clasifican cronológicamente los sitios Puerto Moorin, Temprano y Tardío, (Willey 1953 : 61).
3
El estilo Mochica fue identificado por primera vez por Max Uhle (1913), a través de un bien
elaborado género alfarero al que denominó Proto-Chimú. Una revisión de los materiales colectados por
Uhle en el valle de Moche, por parte de A. Kroeber (1926), le llevaron a inferir sobre la anticipada
presencia de esta forma cultural pre-Tiwanakense, difundida posteriormente con la nominación de
Mochica, o Muchik como prefirió llamarle J.C. Tello, (1923) (En Kaulicke 1992: 855,856),
erróneamente, al asociar el nombre de una las antiguas lenguas de los habitantes de la costa norte, con
los hombres que desarrollaron dicha cultura. Sin embargo, corresponde a Rafael Larco, el uso del
término Mochica para clasificar a esta entidad (Uceda y Mujica, 1997: 9) y entender a la cerámica como
un gentilicio.
La hipótesis más difundida sobre el origen y desarrollo de la cultura Mochica, cuya historia se
refleja en su estilo cerámico, la propone como una sociedad de carácter estatal sustentada en una dinastía
teocrática que a su vez rige el poder militar, la cual se extiende a través de conquistas. Larco, establece
sus inicios vinculados a la Fase I, sustituyendo a la cultura Virú, en los valles de la costa norte a partir de
la fase III, donde el estado Mochica, con un área nuclear, en los valles de Chicama y Moche y una
capital política en el sitio de las Huacas del Sol y la Luna, se consolida lo suficiente como para
emprender rápidas conquistas que permitirían controlar durante las fases IV y V, toda la Costa Norte
entre Piura y Huarmey. (Makowski; 1994:120)
Por otro lado, la cultura Virú, ha sido explicada como un pueblo con orígenes en el valle de Virú
y coetanea con Salinar en sus inicios (Larco 1948:20). Presenta, una clara contemporaneidad en
contextos funerarios del valle del Chicama, con el estilo Mochica Temprano (I, II ) y lo que el denomina
como un estilo Virú de Chicama ( Larco; 1948 : 25 ); termino utilizado por él, para reconocer a los
edificadores, “de grandes construcciones piramidales. Finalmente, se asevera que el estilo Moche
suplantó al Gallinazo en Chicama. (Ibid)
4
La disímil caracterización de los estilos cerámicos Gallinazo, de los Moches, asociadas, cada uno
de ellos a particulares tradiciones constructivas, fue utilizada en adelante como un elemento de filiación
de tal o cual ocupación cultural en los diversos sitios arqueológicos de la Costa Norte del Perú.
El heterogéneo estilo cerámico Gallinazo, fue asociado a un correspondiente contexto
arquitectónico por Wendel C. Bennett (1939-1950); al aislar los restos materiales ubicados en tres
subperiodos ocupacionales con rasgos constructivos propios, en el sitio de Grupo Gallinazo (V-59), en el
valle de Virú, lugar que dio el nombre epónimo a dicha cultura material dentro del marco de estudio del
Project Viru Valley.
Esta secuencia fue establecida en: Gallinazo I; caracterizada por recintos pequeños sin puertas o
ventanas, con paramentos hechas de tapia, muchas veces se decoradas con diseños geométricos excisos.
(Bennett; 1950: 66), en contraste al Gallinazo II, donde fueron utilizados, adobes modelados 2
esféricos,
semiesféricos, odontiformes y subcónicos, así como grandes adobes paralelepípedos con improntas de las
cañas de las gaveras donde fueron moldeados; así mismo se utilizó lo que Bennett denominó, como
bloques de tapia que llegaron a medir 65x33x20 ctms. (Ibid: 67). La decoración arquitectónica se resume
a mosaicos (mosaic decorations), elaborados mediante la irregular disposición de adobes que van
definiendo organizadamente patrones en diamantes, escalones dobles, bloques cuadrados con cruces
cortadas en ellos. (Ibid:107).
En el subperiodo Gallinazo III, las estructuras fueron construidos con adobes paralelepípedos
con o sin improntas de cañas, muy similares (según los autores), tanto a los adobes mochicas, como a
sus plataformas y pirámides (Ibid: 68,106, 107).
2
Es interesante notar la observación hecha por C. Campana, sobre los adobes modelados lenticulares, cilíndricos y
cónicos (como los que aparecen en Huaca Prieta (2250 a. C.)), los cuales pertenecerían a un mismo genero tecnológico. (Bird
y Hyslop 1985 en Campana 2000 : 60).
5
Uno de los rasgos mas importantes en la construcción monumental del período medio de la fase
Gallinazo en el valle de Virú, fue la utilización, de adobes bajos con improntas lineales de cañas en sus
caras laterales y su consecuente disposición en segmentos constructivos verticales, denominados
bloques, los mismos que no demostraron uniformidad de sus dimensiones, como es el caso de los
materiales empleados en el sitio del Castillo de Tomaval (Salinas; 1990: 69.78).
Según lo expuesto, se observa que la técnica de la gavera de caña, presenta un precedente muy
temprano; sin embargo se mantiene aislado de la costumbre de marcar intencionalmente la superficie de
los mismos, algo que ocurre en épocas muy posteriores y plenamente reconocida como una práctica
Mochica. (Moseley y Hasting; 1975: 199).
La presencia de la cultura material Gallinazo compartiendo los mismos ámbitos geográficos al
mismo tiempo que las expresiones estilísticas Moche Temprano ha sido explicada como: ...una serie de
entidades en cada valle que compitieron con los entidades Moche contemporáneas por los recursos de
las partes media y baja de los valles. (Shimada y Magiña; 1994: 33)
Las investigaciones realizadas sobre la evidente relación entre ambas culturas en los distintos
valles de la Costa, demuestran que presentan maneras muy particulares de coexistencia. Uno de estos
casos es el propuesto por Wilson (1991), para el valle de Casma, donde el investigador reportó sitios
Moche III y IV relacionado con Gallinazo (Wilson; 1991. en Shimada y Maguiña;1994:37 ).
El sitio denominado El Castillo en el valle del Santa, correspondiente a un edificio de
características piramidales, fue identificado prematuramente como una estructura Moche
(Campana,1994:28), sin embargo en una de las últimas prospecciones en el sitio, se han podido
identificar características propias de una factura Gallinazo sustentadas en la tipología tecnológica de sus
6
materiales constructivos (adobes delgados con improntas de gavera de caña), pertenecientes a su
estructura nuclear; sumándose a esto una significativa muestra cerámica propia del estilo Gallinazo, sin
descartar (por parte de la autora), la posibilidad de evidencias de coetaneidad con moche temprano
(Goycochea; 2000:16-45).
Las excavaciones de G. Gumerman y J. Briceño (2003), establecen también una
contemporaneidad, entre las fases Gallinazo Tardío y Moche Temprano, en el sitio de Santa Rosa de
Quirihuac (Valle de Moche), inferido del hallazgo de vasijas Gallinazo (Castillo Modelado) del tipo
Gollete –efigie, junto a fragmentos de botellas de asa estribo de la fase Moche I.
En el sitio de las grandes huacas de Moche, Theresa L. Topic, realizó excavaciones en el año
1972 dentro del marco del Proyecto Chan-Chan Valle de Moche, reportando de los estratos más
profundos de las excavaciones realizadas en las inmediaciones de la Huaca del Sol (corte 4, en la
sección 2), una muestra de fragmentos de cerámica, que expresó una coexistencia del estilo Moche
temprano, con un tipo de vajilla domestica de estilo Gallinazo. Parte de las interesantes consideraciones
de T. Topic, es la de reconocer la continuidad del desarrollo de las tradiciones cerámicas domesticas
Gallinazo hacia las formas cerámicas utilitarias moche, en mismo el valle de Moche (Topic 1977 : 333).
Otro monumento arquitectónico estructurado con adobes de manufactura similar a los descritos
por W. C. Bennett (1950) como Gallinazo; corresponde al edificio de Huaca de La Luna en el valle de
Moche, lo cual es interpretado por Hasting y Moseley (1975) como una probabilidad, de que el núcleo
estructural de sus tempranas etapas constructivas haya sido construido durante la época Gallinazo (En ;
Shimada y Maguiña; 1994: 35).
En el edificio piramidal de Dos Cabezas, en el valle de Jequetepeque. Christopher Donnan (1994
y 2002), identificó cerámica del tipo Castillo Modelado de Virú, asociada a cerámica de estilo Moche I,
7
en la tumba A53-1 (Donnan 2003), formulando la presencia estilística de la cerámica Virú (Gallinazo),
contemporánea al estilo mochica.
El edificio de Huaca Dos Cabezas, utilizó en su construcción, entre otros, adobes paralelepípedos
con improntas de gavera de caña, los cuales se encuentran en lógica relación cronológica con la
existencia de tumbas con cerámica propias del periodo Moche I y Gallinazo. (Campana 2000 : 94)
Ubbelohde-Doering, durante su temporada de campo de los años 1962 y 1963 en el valle de
Jequetepeque, halló evidencias de coetaneidad entre la cerámica Moche y Gallinazo en una terraza
escalonada de casi 6 m. de altura, elaborada en su mayoría con adobes planos con improntas de gavera de
caña, denominada Huaca 31 en el sitio de Pacatnamú, (Ubbelohde-Doering; 1967: 22-24). Esta terraza
fue filiada por el investigador como una obra de la tradición tecnológica Gallinazo. En la misma
estructura fueron encontrados adobes modelados ovoides como parte del relleno (Donnan y Cock;
1983:68).
Otro sitio dentro del valle de Jequetepeque, con evidencias de coetaneidad tecnológica Gallinazo
y Moche, provienen del contexto funerario de La Mina, donde la presencia de adobes planos con
improntas de gavera de caña, (con los cuales se construyó la cámara funeraria), junto al característico
estilo cerámico mochica temprano; fue interpretada por A. Narvaez, como un proceso de transición entre
ambas culturas. (Narvaez ; 1994: 80).
En el valle de Zaña, una densa población Gallinazo fue evidenciada en el sitio de Cerro Corbacho
y Ucupe-Pueblo, cuya filiación cultural fue inferida a través de características constructivas de
plataformas elaboradas en segmentos de adobes paralelepípedos con improntas de gavera de caña,
asociados al estilo cerámico Castillo Inciso y Castillo Modelado (Wester; 1999:55-69).
8
En la región de Lambayaque (abarcando los valles de zaña Lambayeque y La Leche), existen
otros tantos sitios que presenta los mismos indicios de contemporaneidad, entre ambas tradiciones
cerámicas y arquitectónicas. Contextos funerarios y lugares de asentamiento como Cerro Sajino, Cerro
Huaringa, Cerro La Calera y Cerro Vichayal, entre otros, presenta una coexistencia de los estilos Moche
Temprano (I-III) con Gallinazo tardío.( Shimada y Maguiña; 1994: 39-43 ).
El sitio de Huaca Letrada, en el valle La Leche, presenta una estructura principal correspondiente
a una plataforma de casi 20 m. de altura, erigida con adobes tabulares (paralelepípedos), con improntas
de gavera de caña. El sitio es sindicado como el centro político de la población Gallinazo para todo el
valle La Leche. (ibid:43-47). En el mismo valle, Huaca La Merced, en el complejo de Batan Grande,
evidenció entre sus rellenos constructivos, cerámica Moche III, junto a Gallinazo Medio y Tardío
(Ibid:48-52).
El estilo cerámico mochica temprano en el Alto Piura, se encuentra asociada a arquitectura de
adobes paralelepípedos sobre construcciones de tapia y quincha, esta ultima, relacionada con cerámica
que se asemeja a los tipo, Puerto Moorín y Gallinazo de Virú ( Kaulicke 1992, 883). Las excavaciones
llevadas a cabo por P. Kaulicke (1994) en Vicus, Piura, reporta un tipo cerámica denominada Vicus-
Tamarindo C. de características similares a los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso.
El balance de las investigaciones sobre distintos yacimiento de la costa norte del Perú, ha
ampliado el panorama sobre la posible coexistencia y coetaneidad de las tradiciones estilísticas (solo
cerámicas), Salinar, Virú y Moche en un área de similar ocupación, donde estas registran rasgos
culturales propios, con mínimas diferencias entre sí y en una misma área, inclusive en un idéntico
contextos.
9
EL EDIFICIO DE HUACA CAO VIEJO
Los trabajos que viene realizando el Programa Arqueológico Complejo “El Brujo” (P.A.C.E.B.),
en el sitio monumental de Huaca Cao Viejo, comprueban la existencia de un edificio de carácter público,
con pleno funcionamiento ya desde los inicios del periodo Intermedio Temprano, dentro del cual,
también se ha encontrado evidencias cerámicas, tanto del estilo Moche, Gallinazo, como Salinar, entre
los escombros y sobre los pisos de los diversos ambientes de la plataforma piramidal (Franco et al 2003 :
157); donde la presencia de restos cerámicos Gallinazo, han sido interpretados como el resultado fortuito
del acarreo de material de construcción mezclados con estos tiestos, provenientes de sitios ocupacionales
adyacentes, de carácter domestico propios de esta cultura.
Huaca Blanca o Huaca Cao Viejo como se le denomina en la actualidad, se encuentra ubicado
dentro del complejo arqueológico El Brujo; ubicado en la parte baja de la cuenca del Chicama, sobre la
margen derecha y a escasos 2.5 km. al norte de la desembocadura del río Chicama (Franco et al: 1998a;
44-45).(Lam.01)
Este edificio de considerables dimensiones, consta (según el estado actual de las investigaciones)
de tres inherentes Unidades Arquitectónicas, las cuales corresponden al modelo de edificio principal de
tipo piramidal, plaza delantera y algunos otros sectores complementarios laterales, el cual tendrían sus
orígenes en el Horizonte Temprano e inclusive presente ya desde el precerámico tardío (Franco et al;
1995:8). El modelo correspondiente a una plataforma piramidal, una gran plaza hacia el norte y una
plataforma, lateral a la plaza, responde a una tradición que M. Reindel, interpretó como un modeló típico
de la tradición constructiva sureña. (Reindel 1997 : 97) (Lam. 02 A.)
10
Una de los fechados mas antiguos3
adquiridos para el edificio corresponde a dos muestras de un
horcón de algarrobo hallado sobre el piso de la plaza, junto a la fachada de los Prisioneros y Guerreros
del edificio “A”, presumiblemente, funcional desde las primeras fases constructivas pero reutilizado
hasta el último momento de ocupación, ya que hasta la fecha se encuentra en optimas condiciones de
uso. Este fechado arrojo como resultado una datción de 2,180 + 70 años BP: 230 a.C. (GD = 11025); el
otro fue de 2,130 + 40 años BP : 180 a.C. (GD = 7558) (Franco et al 1997 : 89).
La Unidad I, podría describirse como una pirámide trunca de caras laterales escalonadas y base
poligonal de 120 m. de longitud (norte-sur) y 100 m. de ancho y mas de 28 m. de altura, (Franco et al
2003 : 128). Está construida íntegramente por materiales hechos de tierra (adobes), y algunos aparejos
vegetales distribuidos en distintos tipos de rellenos constructivos y bajo una técnica segmentaria de
bloques de adobes y/o cámaras de relleno suelto. (Lam. 03)
Así mismo, se ha determinado que la altura máxima actual del edificio (28 m. de altura), ya había
sido lograda en la cuarta fase arquitectónica (Fase D), por lo que la importancia constructiva del edificio,
así como su prolijidad en las técnicas de decoración llega a su auge, hacia la ocupación existencial
intermedia y no hacia lo finales de su ocupación.
Esta misma pirámide presenta en su terraza superior, un ambiente abierto, delimitado por muros
perimétricos que define su área interna, de planta casi cuadrangular que debe superar los 900 m². Esta
área de congregación pública consta de un recinto emplazado en su ángulo interior Sureste. Tres accesos
comunican este patio con los demás ambientes de la plataforma superior. El principal, se encuentra hacia
3
De las muestras obtenidas en las tres primeras temporadas de investigación (1991-1993), para la secuencia de la
Huaca Cao Viejo; la mencionada fue obtenido en el Institute of Physics, Radioisotops Aplication Department Radiocarbón
Laboratory, Silesian Technical University-Poland. Los investigadores acotan que ….el tronco de algarrobo estuvo expuesto
durante varios meses al medio ambiente (Franco et al 1997 : 89-90)
11
el norte del ambiente y corresponde a un corredor de 25 m. de proyección longitudinal (N-S) y 3 m. de
ancho. Este sistema de acceso comunica el Frontis Norte, con la Plataforma Superior.
Un conjunto de ambientes contiguos al Patio tanto hacia el Oeste, como hacia el Sur, los que se
hallan asociados externamente por un corredor lateral adyacente. Estos recintos, presentan plantas
cuadrangulares, con paredes altas (de más de 3.00 m.) de altura, pintadas de blanco y presencia de nichos
(hornacinas). El sistema de cubiertas es sostenido por pilastras, elaborados con adobes cuadrados (Fase
“D”).
El Frontis Norte (Fachada Principal), de la estructura piramidal, presenta un frente escalonado,
con paredes casi perpendiculares, de más de 2.5 mts. de altura, y un ancho optimo en sus cabeceras, las
cuales son utilizados como corredores epimurales. Las superficies de algunos de estos pasajes,
corresponden a planos inclinados, configurando así, un sistema de acceso sobre la base de rampas
consecutivas que en conjunto superan la distancia vertical existente entre el nivel de la Plaza principal
(Unidad II) y la Plataforma Superior de la pirámide. Estos paramentos sirven a la vez de paneles soportes
de representaciones gráficas que cumplen el doble objetivo de trasmitir mensajes simbólicos a la vez que
decoran el edificio.
El inicio de este sistema de acceso, se encuentra ensamblada sobre la estructura platafórmica,
adyacente por sobre el nivel este de la Plaza, conocido como Anexo Este (Unidad III) (Lam. 02 A.),
determinada por una rampa perpendicular a la pirámide, la cual se enlaza con las rampas en zig-zag del
frontis norte de la Unidad I, definiendo al edificio como una plataforma con Rampas combinadas.
(Reindel 1993 : 439) (Lam. 02)
El Frontis Oeste, al igual que el frontis Sur de la pirámide, presenta una misma disposición
escalonada con funciones epimurales, similar al anterior frontis descrito, pero con la excepción del
12
sistema de acceso vertical (en base a rampas) y la decoración mural, limitándose a tan solo el uso aislado
de pigmentos de origen inorgánico, pudiendo ser amarillo, blanco o rojo.
El Frontis Este, de la Unidad I, es considerado como el sector más afectado por eventos
destructivos, donde un gran volumen de la pirámide a colapsado, generado por una falla de
desplazamiento vertical, lo cual destruyó no sólo la margen Este de la Plataforma Superior, sino además
varias de las fachadas de sus consecutivas fases constructivas.
La gran Plaza (II), hacia el norte de la pirámide, se halla delimitada por grandes muros
perimétricos que se proyectan longitudinalmente de sur a norte (140 x 75 m.), teniendo como punto de
inicio la fachada principal de la pirámide. (Franco et al 2003 : 132). (Lam. 02 A)
Se han registrado el caso de dos estructuras semisubterráneas, construidos en pares dentro del
perímetro de la Plaza (estructuras duales; Franco et al 1994 : 8), (Lam. 02 A, B, y C). Estas presentan
una base de planta cóncava, la cual dista de la superficie de la plaza en casi 2 m., superada mediante
rampas de casi 7 m. de largo. Se encuentran vinculadas, solo a las dos primeras fases arquitectónicas del
edificio (Edificios “E” y “D”). Estas estructuras, se ubican en el ambiente donde se iniciaría el circuito
del recorrido interior del edificio por parte de los reverentes que visitaban el templo. Sus características
morfológicas son aparentes a las funciones receptivas, presumiéndose, cumplirían las tempranas
funciones de depósitos destinados a la recepción y/o almacenaje de exvotos, dentro de inherentes
actividades rituales que implican a los concurrentes del templo. Los mismos pozos no fueron
considerados en el diseño de la Plaza en fases posteriores.
Estructuras de modelo semejante fueron halladas en un espacio abierto al pie del flanco Oeste del
cerro Oreja en el valle de Moche, durante los trabajos de excavación que dirige el Instituto Regional de
Cultura-La Libertad como parte del Proyecto Chavimochic (Franco et al ; 1994: 8, 63, 64, 70). Según los
13
responsables del proceso de investigación, se ha determinado la función de estas estructuras dentro una
ocupación correspondiente al periodo Gallinazo (al seno de una amplia secuencia cultural que comparten
con Salinar, Moche y Chimú). Esta inferencia fue hecha por la asociación de adobes plano convexos
(lenticulares) y paralelepipedos planos, con improntas de gavera de caña, así como cerámica propia de
este estilo, (com. per. Jose Carcelen Noviembre 1999).
La alineación de la proyección longitudinal del nexo entre las unidades I y II, así como la
ubicación de accesos, rampas y corredores principales4
y la decoración intensiva de la fachada norte de la
Pirámide; determinan un eje de orientación Norte-Sur, en el edificio. El eje longitudinal de la estructura,
presenta una desviación aproximada de 7° Este, en relación al norte geográfico, colocándolo dentro de
los edificios públicos prehispánicos con una evidente orientación septentrional.
Entre los modelos de los edificios de Huaca de La Luna y Cao Viejo, existe una recurrente
distribución de grandes espacios abiertos y plataformas arquitectónicas, al igual que recintos y patios
decorados inclusive bajo las mismas técnicas y similares símbolos (Uceda y Mujica; 1998:16).
Se desconoce con exactitud5
, el número de ambientes y sobre todo de Unidades Arquitectónicas
que componen el edificio, debido al estado de deterioro y soterramiento en el que se halla. Sin embargo
la contigüidad de algunos montículos, no descarta la posibilidad de una articulación directa a la
estructura del edificio mediante sistemas de accesos, lo que asentiría ser considerados como parte
integral de uno de los modelos (de vincularse a solo una de las fases constructivas), o tal vez al diseño
general, si es que su asociación fuera recurrente desde las primeras fases constructivas (modelo original).
Por lo tanto, un tema a definir es la inclusión de estos elementos arquitectónicos como parte de una
4
Es decir, aquellos que enlazan a las unidades principales entre si y establecen la dirección del recorro de los
usuarios/visitantes del edificio
5
Este documento comenzó a ser escrito en el verano del 2001
14
nueva Unidad funcional, o tan solo como parte integral de las mismas Unidades adscritas a los modelos
secuenciales del edificio, como se detalla a continuación.
El Montículo I, responde a la denominación dentro de la nomenclatura de sectorización, de un
promontorio ubicado a 140 m. al noreste de la pirámide. Su pertinente excavación, expone a una
plataforma de casi 3 m. de altura, la que se erigió utilizando rellenos de adobes paralelepípedos planos
(bajos) y con improntas de caña, para luego terminar, construyéndose en sus últimas fases con adobes
paralelepípedos altos y marcados (marcas de fabricante), dispuestos en bloques, complementándose
posteriormente, con celdas de contención de relleno suelto. (Gómez et al; 1997)
La configuración de edificios piramidales asociadas a este tipo de plataformas menores
emplazadas hacia el Noreste, se encuentra enmarcada dentro de una prolongada continuidad
arquitectónica a través del tiempo. El edificio de Huaca de La Luna, presenta una de estas plataformas de
menor tamaño (Plataforma III), con una plaza adyacente, hacia el oeste (plaza 4). Estas se hallan hacia el
noreste del edificio principal (Uceda et al 1995 Fig 1). Las investigaciones llevadas acabo en el sitio, han
propuesto una no inclusión de la plataforma III, en la estructura del edificio de huaca de La Luna, cuando
menos durante la función y ocupación de esta. Esto se basa en aspectos evidénciales tales como la
reorientación de la plaza (Plaza 4) anexada a esta posterior plataforma (hacia el Oeste de esta y no al
norte, como las anteriores); así como la inexistencia de un sistemas de accesos y comunicación entre la
plataforma III y el edificio; teniendo en cuenta por último, que los adobes utilizados en esta edificación,
a diferencia de los del resto del complejo, presentan marcas de fabricante, en su totalidad. (Uceda y
Tufinio 2003 : 215)
Otro de los sectores arquitectónicos incluido tardíamente, al modelo del edificio de Huaca de La
Luna, corresponde a la Plaza 3, las que al parecer, solo fueron construidas en el edificio del valle de
Moche, a partir de las ultimas fases constructivas y exclusivamente diseñadas para actividades
15
relacionadas a eventos ceremoniales específicos (Bourget; 1998:60-64), (Bourget y Millaire;
2000:53,60).
Dos de los tres sectores de esta unidad arquitectónica, se encuentran cronológicamente
diferenciados, contando cada uno de ellos, con evidencias de ritos y ceremonias específicas
desarrolladas en esta sección e inferidas a partir de los hallazgos de restos de individuos con señales de
haber sido sacrificados de modos distintos (Bourget, 1997; Uceda, 1997). Sin embargo, debemos
recordar, que la particularidad del rito implica una persistente repetición de las actividades ceremoniales,
tanto en el contenido del discurso como en la intervención parafernálica de los artefactos y ambientes.
La inexistencia de ambientes similares en el emplazamiento de la plaza 3 para momentos mas
tempranos, así como la ausencia de cadáveres (dispuestos en similar postura), indicaría que el
requerimiento espacial de estas actividades fueron asimiladas tardíamente, cuando menos en este sector
del edificio.
Este tipo de estructuras como la Plaza 3 A y plataforma II, (entre otras) de Huaca de La Luna, no
han sido reportados en el modelo del edificio de Huaca Cao Viejo.
Otro de los casos referente a elementos arquitectónicos complementarias en el modelo ulterior del
edificio de Huaca Cao viejo, responde a dos estructuras (RE3 y RE4) (Franco et al 2003 : 132) (Lam. 02
D.), contiguas elaboradas bajo el nivel de superficie, de planta rectangular, con un largo promedio de 18
y 20 m.; un ancho de 3.8 y 4.1 m., y una profundidad de 3.3 m.; sin accesos evidentes. Estas estructuras
de una posible función administrativas (depósitos o almacenes) (Franco et al; 1998a:74), han sido
elaboradas con adobes altos, marcados. Se encuentran asociadas tan sólo a la últimas fases constructivas
del edificio (Fases “B”, “A”), ya que no presentan evidencias de anteriores estructuras similares,
subyacentes a estas. El cese de su función y clausura (soterrados), se vincula a nuevas actividades de
carácter funerario de contextos intrusívos, con ofrendas cerámicas de los estilos M .IV y M. V, (Ibid. 75),
16
lo cual podría estar indicando el abandono del edificio antes de la extinción del ciclo estilístico (I-V), de
la cerámica mochica.
Es preciso mencionar la relación estructural existente entre los recintos RE3 y RE4, y las
estructuras últimamente develadas en la esquina exterior noroeste de la Unidad I. Estas se encuentran
conformadas por elementos constructivos y arquitectónicos (recintos, patios, banquetas, muros nichados,
rampas, pisos, etc), elaborados con adobes altos y con marcas de fabricantes. Algunos de estos ambientes
fueron interpretados como depósitos asociados a las ultimas fases constructivas del edificio “A” y “B”
(Cardenas et al 2001 : 5, 33, 38, 45) (Lam. 02 E.). La utilización de las base de la plataforma piramidal
en las nuevas estructuras descritas, así como el uso de las mismas técnicas de construcción y de adobes
de las mismas características a los utilizados en los recintos 3 y 4, plantea la posibilidad de corresponder
a una misma unidad arquitectónica anexa al edificio en sus dos últimas fases constructivas y cuya
función estaba dedicada a actividades de carácter administrativo (Ibid 47-49).(Lam. 05)
La discutida inclusión de estas dos unidades arquitectónicas (Montículo I y la conjunción de
Estructuras nichadas / RE3 y RE4), al ulterior modelo del edificio, debe ser confrontada a la
interrogante, de si estuvieron consideradas desde la realización del diseño original y presentes en las
tempranas fases constructivas o fueron incluidas posteriormente por efectos de cambios trascendentes en
el transcurso de las actividades realizadas en las ultimas fases.
Las funciones administrativas, serian inherentes a las actividades sacras del edificio6
desde sus
tempranas fases, donde estructuras como los pozos duales, correspondientes a las fases constructivas
tempranas, incluidas al interior de ambientes de carácter público y connotaciones hieráticas (como el
caso de la plaza principal del templo), estarían vinculadas a actividades de carácter ofrendatorio. La
6
La concentración de riqueza y poder colectado por las actividades ofrendatorias en el templo, establecería una
formación que conjugaría a la estructura administrativa secular con la jerarquía religiosa, donde la redistribución y la
manipulación económica son la razón fundamental para la existencia de la administración (Topic 1982: 278).
17
clausura de los mismos, en fases constructivas subsiguientes, no excluirían de dichas funciones al
templo, lo que relacionado a la aparición de Unidades arquitectónicas totalmente diseñadas a esta
función y de mayores dimensiones (Ambientes nichados y los depósitos RE3 y RE4), fortalecería las
actividades administrativas del templo. Funciones de la misma índole, pero mejor definidas en respecto a
la recaudación y la redistribución; como respuesta a una actividad de tributación7
de carácter mas
gubernativo, realizadas ahora ya no en estructuras incluidas dentro de ambientes ceremoniales, sino en
unidades específicamente diseñadas para dicha actividad, incluyendo en su modelo ambientes
ceremoniales como la conjunción de las estructuras descritas y patios.
Estos tipos de adiciones de unidades arquitectónicas al diseño original, al igual a los suscitados
en el sector Este del edificio de Huaca de la Luna (cuando menos en la Plaza 3 A. y las plataformas II y
III) sugieren la manipulación intencional en el rediseño del edificio, cuando menos entre las primeras y
las ultimas fases constructivas, adicionándose o suprimiéndose estructuras, áreas de actividad y hasta
unidades arquitectónicas, las cuales podrían producir nuevos complementos a la función original del
edificio sugerido tal vez por distintos conceptos politicos-ideológicos.
Entre los resultados de mayor consideración en la investigación que viene realizando el
P.A.C.E.B., corresponde a la información del crecimiento volumétrico del edificio en el transcurso de su
existencia ocupacional, comprendido a través de una secuencia constructiva. De esta manera se deduce
que las actuales dimensiones volumétricas del monumento son el resultado de sucesivas ampliaciones
y/o remodelaciones practicadas sobre las antiguas estructuras subyacentes, las cuales fueron soterradas
con los mismos materiales de construcción antes de plantear una nueva edificación en su mismo
7
Queremos hacer notar una diferencia en nuestra investigación entre la ofrenda y el tributo; considerando a la
primera como una dadiva que se ofrece en muestra de una ferviente gratitud propiciatoria, esencia del intercambio reciproco
entre el donatario y el numen que viene a ser la huaca; por lo tanto las ofrendas en el sitio se encuentran antes de la
construcción del edificio, durante el funcionamiento de este, y posterior a su abandono, tal y como lo viene constatando el
PACEB. Por otro lado el tributo, es entendido como un pago obligado e impuesto, establecido por el sistema gubernamental,
no exceptuado de la religión, cuya cuantía se destina al sostenimiento de las cargas públicas. El análisis arqueológico de estas
actividades, nos sugiere hacer la diferenciación entre la denominación Huaca, de, Edificio de la huaca. (Vargas 2001 : 36,37).
18
emplazamiento. Se ha identificádo hasta el momento siete fases arquitectónicas (A-G) que harían
referencia a igual número de Edificios (modelos), construidos.(Franco et al 2003 :128).
El proceso de crecimiento secuencial del edificio de Huaca Cao Viejo expresa una continuidad
del modelo arquitectónico Pirámide- Plaza- Anexo Este, en todas las siete fases ocupacionales del
edificio, cuando menos evidentes a partir del cuarto proyecto de ampliación (denominado edificio “D”)
(Franco et al; 2001: 7).
Cada uno de estas fases arquitectónicas superpuestas, exponen sus inherentes técnicas
constructivas y tipológicas, en el uso y manejo de los materiales constructivos utilizados, sobre todo
observadas en las características formales y dimensionales del adobe. Incuestionables cambios son
observados en la técnica constructiva utilizadas entre las primeras fases constructivas (Fases “G”, “F”,
“E” y “D”) y las dos ultimas (Fases “B” y “A”).
Si bien es cierto en que ambos períodos se emplea el relleno constructivo a base de segmentos,
los vinculados a las primeras fases utilizan bloques de dimensiones irregulares elaborados a su vez con
adobes paralelepípedos con marcas de gavera de caña y de una gran variabilidad dimensional, tramados a
tizón y a soga, restando estabilidad estructural a los rellenos. M. Reindell (1993), observo características
similares en los edificios de Dos Cabezas, Licapa, Castillo de Tomaval, Castillo de Sarraque, Fachen.
Colpán y Chamalca. (Reindell 1993: 433).
Sin embargo, en las tres ultimas fases constructivas en el edificio de Cao Viejo, la utilización de
bloques de adobes de formas y dimensiones mas homogéneas entre sí, es una constante. Los adobes
(paralelepípedos altos y marcas de gavera de caña), presentan dimensiones uniformes, y se hallan
dispuestos alternadamente de tizón con hiladas soga, lo cual redunda en una mayor estabilidad de los
rellenos constructivos. (Lam. 03 B. y D.)
19
La reutilización de adobes planos (con improntas de gavera de caña), perteneciente a fases
constructivas precedentes, fue muy frecuente en las estructuras de las dos últimas fases, diferenciándose
de las tempranas en la particular forma de asentarlos en hiladas de costado (Gálvez et al 2003 : 115)
(Lam. 03 E.)
De similar forma las paredes de algunos ambientes arquitectónicos (Edificio D), en su totalidad
fueron construidas con una técnica de tramado irregular, generando muros de dos paramentos (dos
caras), asociados por un relleno de cascote al interior el cual homogeniza el vacío dejado por la
deficiencia del tramado supliendo así, esta deficiencia de estructuración. Así mismo los muros
secundarios, se hallan adosados a los primarios sin ningún tipo de trabazón. Todos estos inconvenientes
tecnológicos son totalmente superados en la estructuración de las fases ultimas (Fases C, B y A).
Se suma además a estas deficiencias estructurales propias del desarrollo tecnológico temprano
(fases “G” y “F”), la utilización de adobes modelados de formas semiesféricas o lenticulares,
denominados equívocamente plano-convexos (Franco et al; 1994: 71), Estos adobes modelados son
utilizados en mayoría como rellenos y en algunos casos, dentro de cámaras de relleno cuyos muros
fueron elaborados con adobes paralelepípedos bajos y con impronta de caña (Lam. 03 A y C). Estas
mismas técnicas, así como las características tipológicas de los adobe, se encuentran emparentadas con
las soluciones constructivas Gallinazo II y III en el valle de Virú. (Bennett; 1950: 106, 107 ;
Shimada,1988: 2-3). Estas prácticas constructivas, son coetáneas a los rellenos hechos a base de
segmentos de adobes tramados, desapareciendo ambas para dar paso a rellenos de adobes tramados, mas
consistentes (bat), en las tres últimas fases constructivas.
Un detalle interesante es la presencia de adobones de (70 X 40 X 20 cm.), conformando tanto
los rellenos constructivos como en los paramentos decorados con relieves geométricos de los sectores
20
del frontis Norte del edificio y en el Sector Norte de la cima unidad I del edificio de la Huaca Cao Viejo
durante la fase “C” (Franco et al 1995 : 53, Franco et al 1996 : 43, Franco et al 2003 : 83). Las
dimensiones de estos adobes, se relacionan con la de las denominadas tapias (Tapiales), registradas en el
sitio de Gallinazo por Bennett. (65x33x20 cm.) (Bennett 1950 : 67). Es probable que el tema de la
dificultad en la movilización, motivada por el excesivo peso de estos, llevo a plantear a Bennett, la
elaboración de estos adobes in situ, confundiendo la denominación de la técnica; sin embargo, debemos
tener en cuenta que una de características particulares de la tapia esta razonada sobre el hecho de apurar
el volumen de la construcción exclusiva de paramentos (no así la de rellenos), de manera mas eficaz, que
al utilizar adobes con dimensiones convencionales. Esto, no esta en lógica relación, si tenemos en cuenta
que la altura de los adobones descritos no exceden los 20 cm. en ambos yacimientos, no compensando la
necesidad del crecimiento suplementario de las estructuras.
Las dos últimas fases constructivas (“A”, ”B”), se hallan vinculadas al extensivo uso de adobes
marcados (marca de fabricante) altos, de lados lisos (con improntas de caña de la gavera en menor
porcentaje) (Lam. 04 B.), los cuales alcanzan su máxima difusión ente el moche III. y el IV. (Pérez
1994: 249), así como la reutilización de adobes planos dispuestos de costado, distribuidos en aparejos y
bloques de dimensiones más homogéneas.
Un apunte importante, es la referencia sobre la existencia temprana de adobes bajos con
improntas de caña (emparentados a Gallinazo), marcados en su superficie, pertenecientes a las fases “D”,
ubicados en los rellenos constructivos de la unidad I (plataforma superior), así como en la unidad III. Si
bien los adobes marcados no son numerosos, estos si cumplirían con el objetivo de señalar8
una porción
de los mismos dentro de la construcción del edificio (Hasting y Moseley 1975). Esto ubicaría a la
tradición de marcar los adobes paralelepípedos como un precedente temprano.
- 8
C. M. Hasting y M. E. Moseley (1975), propusieron un modelo interpretativo sobre la organización laboral en la
erección de las grandes estructuras monumentales Moche, sobre la base del estudio de las marcas de los adobes de las
Huacas del Sol y la Luna y la técnica de construcción por segmentos.
21
Los paramentos de los frontis de la unidad I (pirámide), durante las cinco primeras fases
arquitectónicas del edificio, pasan de una sutil inclinación (casi perpendicular), la que no exceden los 4°;
a una evidente inclinación de 17° (talud), correspondientes a los paramentos dispuestos en la fachada
Oeste (y posiblemente Sur y Este) de las dos ultimas fases (Vargas 2001: 56). Es importante la notación,
puesto que Reindel, propone que la característica en la inclinación de los paramentos sería el resultado de
nuevas propuestas ideológicas en el valle, vinculadas a una tradición constructiva norteña (Cultura
Lambayeque; Franco y Murga 1998), sin embargo, en el ultimo frontis oeste del edificio de Huaca Cao
Viejo, dicha inclinación respondería a la necesidad de contrarrestar los potenciales desplazamientos
verticales de los paramentos, puesto a que estos adquieren una inusitada altura, como producto del
crecimiento vertical de las estructura tras los distinto eventos de sepultamiento del edificio.
Los trabajos de prospección realizados por B. Leonard y G. Russell, en el medio y bajo Chicama,
sitúan cronológicamente, a la construcción de pirámides truncas como el caso de Huaca Sintuco, Huaca
Blanca (Cao Viejo) y Huaca El Brujo (las ultimas en el complejo El Brujo) utilizando adobes plano-
convexos (lenticulares) y rectangulares con improntas de caña, en su construcción a partir de periodo
Intermedio Temprano 3 (Leonard y Russell 1992 :34,35). Este periodo se halla asociado a contextos
cerámicos vinculados a técnicas alfareras Salinar, Gallinazo y Moche temprano (Ibid : 31,32 y 33).
Así mismo la presencia cultural Gallinazo en el sitio había sido ya evidenciada por J. Bird como
resultado de la identificación de restos cerámicos de excavaciones procedentes del extremo sur del
yacimiento arqueológico El Brujo (Bird y Hyslop, 1985:8), sin embargo, las manifestaciones de su
ocupación expresadas en la asociación cerámica/arquitectónica, fueron registradas en el sitio de
Paredones, por la presencia de cerámica de sencillo acabado del tipo Castillo Inciso, asociadas a
estructuras hechas con adobes paralelepípedos bajos y con improntas de gavera de caña (Jiménez y
Vargas; 1992: 28-32).
22
Es importante tener en cuenta que los contextos cerámicos ubicados en el edificio de Huaca Cao
Viejo, correspondientes a vasijas de buenos y regulares acabados y alta calidad decorativa, de evidente
filiación mochica, pertenecen a contextos funerarios, casi todos intrusivos, los que en mayoría se hallan
asociado a las fases de construcción media y tardía del edificio (“C”, “B” y “A”), así como al período de
cese de función del edificio (Franco et al. 1995), (Franco et al. 2001) (Lam. 05 D.).
Contrariamente, la cerámica propia a las fases constructivas tempranas e intermedias (Fase “D” y
“C”) y asociada a algunos ambientes; si bien no corresponden en mayoría a vasijas exquisitamente
decoradas, si muestran óptimos acabados y se encontrarían representadas por enseres adecuados a este
tipo de acontecimientos públicos, ejecutados en estos espacios ceremoniales, donde la comida y la
bebida eran aspectos imperativos en las relaciones tradicionales del grupo (Topic 1994 : 118), por lo que
correspondería una revisión en el uso nominal del término “cerámica domestica”, por responder esta a
actividades de carácter ceremonial (Lam. 05 A y E).
Estos alfares muestran una clara filiación Salinar y Gallinazo y se encuentran emparentados con
los tipos White-on-red, Castillo Modeled y Castillo Incised (Strong y Evans 1952 : 295-325) (Lam. 05
F.) (ver Franco et al 2003 : Fig. 19.21 ). Los mismos, se hallan asociados a restos de botellas asa
estribo, de borde acampanulado y fino acabado, (del tipo Salinar), mezcladas con otras de borde
biselado, emparentadas comúnmente (aunque no exclusivamente; Kaulicke 1992), a las tempranas fases
I y II de Moche.
Sin embargo, no existen indicios de diferencias morfológicas y/o tecnológicas, en cuanto a restos
de otros objetos (metales, maderas, textiles), que identifiquen la producción Gallinazo, Moche o Salinar,
lo que podría implicar una continuidad de ciertos elementos tecnológicos y estilísticos, o tal vez, las
diferencia se den tan solo a nivel de estilos cerámicos.
23
El corpus iconico de la decoración adscrita a las tempranas fases constructivas en Cao viejo (“F”,
“E”, “D” y “C”) (Franco et al 2003 : 128-151), responden a elementos figurativos de una limitante
estática comunicativa, producto del carácter reiterativo de sus mensajes, propio en imágenes iterativas
(Smith y Vargas; 2000: 8), como el caso de paneles decorados con la imagen de seres animados
altamente estilizados (rayas o peces), los cuales son diseminados armónicamente en todo el soporte
decorativo de los muros de fachada.
Uno de los tipos de representación utilizados en la decoración mural de los edificios de Huaca del
Brujo y Huaca Cao Viejo, (Franco et al; 1994a:170), se halla emparentada con los relieves que Bonavia
identifica como de estilo Gallinazo, en Huaca Licapa ó Huaca Mocan en el valle del Chicama (Bonavia
1974 :11). El icono identificado como serpientes entretrabadas, forma la base estructural de un amplio y
difundido estilo denominado, interlocking, presente, además en el Horizonte Blanco sobre Rojo,
emparentado con Salinar en el Formativo Tardío (Stumer;1954, en Bonavia; 1974: 46), evidentes
tambien en la decoración arquitectónica de otros edificios como los de Grupo Gallinazo (Bennett; 1950:
fig.4), Huaca Coton, en el valle de jequetepeque (Reindel; 1993: Abb:53), así como de algunos adobes
hallados en el castillo de Tomaval. (com. per. M. Salinas Abril 1993) (Lam. 04 C.)
Otros iconos reconocidos como el animal lunar, el decapitador, así como las figuras abstractas
de las llamadas serpientes o peces bicéfalos, se hallan insertados dentro del contexto ideológico de mas
de una sociedad, en la costa de los Andes centrales y septentrionales, con una continuidad existencial
presente ya desde el Periodo Formativo hasta el horizonte Inca (Smith y Vargas; 2000: 1- 4) (Lam.06),
esto cuestionaría a la imaginería mochica como unica usuaria de estos símbolos, sobre todo si se tiene
encuenta que tanto las imágenes del animal lunar y el rostro sonriente; simplificación del decapitador
(deidad de las montañas) (Ibid. 8), se hallan emparentados con estilos Gallinazo-Recuay (Makowski y
24
Rucabado 2000) resultando sumamente ambiguo el uso de estos iconos en la tarea de filiar una
determinada cultura.
Así mismo la caracterización de estos personajes antropomorfos o zoomorfos, coinciden en
repetir una imagen de un solo instante escénico9
, sin la posibilidad de lograr la estructura temática
iconográfica correspondiente a las fases constructivas ultimas del edificio de Huaca Cao Viejo, las
mismas que estarían emparentadas a las últimas fases estilo decorativo de la cerámica mochica (Lam. 06
F.).
Este ultimo contexto icónico demuestran un cambio substancial de lo anteriormente
documentado, presentándose una mayor dinámica narrativa como respuesta de la añadidura de nuevos
personajes menos metafísicos y mas tangibles, como el caso de sacerdotes, guerreros, pescadores (entre
otros); muchas de las veces interactuando entre ellos y mostrando un pleno desenvolvimiento escenico10
.
(Benson 2003 : 491,492). Esta transformación suscitada a la temprana tendencia comunicativa, donde el
novedoso argumento icnográfico, tendría la necesidad de ser dados a conocer y ser propagados,
encontraría explicación en una lógica consecuencia de reformulaciones (reinterpretaciones), hechas a la
estructura ideológica de los mitos, los que a la vez modificarían el contenido en la disposición de ritos y
ceremoniales. (Smith y Vargas 2000)
Muchas de las estructuras públicas construidas en los inicios del Período Intermedio Temprano en
el valle del Chicama, han sido identificadas como parte de la producción material de las sociedades
Salinar, Gallinazo, y Moche (Leonard y Rusell; 1992). Así lo corroboraría el análisis arquitectónico
realizado por M. Reindell (1990), quien logró establecer una clasificación secuencial de las técnicas y
9
al ser portadores de utensilios que adjudican un rol determinado, como en el caso del decapitador.
10
Tal es el caso de temas definidos no solo por los utensilios sino, además por la interrelación escénica del grupo, tales como
Los Danzantes, Los Prisioneros, Los Pescadores del Tema Complejo; en la última fase constructiva del edificio de Cao Viejo.
25
las formas de los grandes monumentos de los valles entre Motupe y Virú, comprendido entre el Período
Intermedio Temprano y el Horizonte Tardío.
Características de los datos constructivos y arquitectónicos que se incluyen dentro de las cuatro
primeras fases ocupacionales del edificio de Huaca Cao Viejo (“G”, “F”, “E”, “D” ), tales como adobes
fabricados a mano, y otros elaborados en gavera de caña, colocados sin trabazón, en aparejos irregulares
que estructuran altos edificios cúbicos, de fachadas escalonadas y rampas en zig-zag, decorados con
relieves hechos en barro; son equivalentes a lo que Reindel, considera como características propias de
sus fases A y B, atribuidas por él, al periodo Salinar, Gallinazo y Moche Temprano (Reindel 1993 : 447-
448).
Así mismo, los rasgos en las ultimas fases constructivas en el edificio, (“B” y “A”), tales como el
uso de adobes rectangulares altos con marcas de fabricante, albañilería dispuesta en hiladas de canto, así
como la elaboración mejorada de bloques homogéneos de adobes como base de uniformes rellenos
constructivos, se hallan emparentadas con características propias de los periodos C y D (de la
clasificación de Reindel), correspondientes a una típica tradición Moche tardía, la cual se superpone a
las precedentes. (Ibid 1993 : 448)
CONCLUSIONES
Consideramos que los evidentes cambios constructivos entre las primeras fases del edificio y las
últimas, condicionan en términos generales, una optimización tanto de las formas del adobe, así como un
perfeccionamiento en su distribución dentro de los aparejos constructivos. Estos detalles, no solo
evidencian una superior práctica en la estructuración en la edificación, sino que además expresan una
mejor y sistemática organización laboral, infiriendo que los cambios existentes entre la tecnología
asociada a las tempranas fases “G-D” y las tardías “A y B”, en el edificio, demuestran un coherente
26
proceso de evolución tecnológica, la cual podría haberse gestado dentro de una misma tradición
arquitectónica, solucionada por un mismo grupo étnico asentado en el lugar.
Así también, hacemos la observación de como el modelo sufre una notable variación al
confirmarse la adición de nuevas unidades arquitectónicas con funciones específicas o complementarias,
tales como las estructuras ubicadas en el sector externo Oeste del edificio de Huaca Cao Viejo,
interpretados como unidades arquitectónicas con funciones administrativas, hábiles en solo las dos
ultimas fases constructivas.
Este cambio del modelo arquitectónico, no afectaría el discurso básico de las actividades rituales
en el templo, pero si al diseño arquitectónico original; el cual se ve ampliado al igual que las actividades
(Funciones), del edificio, sin prescindir de los precedentes servicios, asentando así una misma
pervivencia ideológica con cierta reformas que favorecerían y justificarían a los instaurados grupos en el
poder.
Así mismo, los símbolos más representativos de la iconografía plasmada en la arquitectura del
sitio, presentan una continuidad a lo largo de toda la secuencia, apareciendo en ambos períodos, pero es
en el momento tardío donde emerge un diferente método comunicativo, con nuevos discursos, la
adición de nuevos personajes y una temática narrativa distinta.(Smith y Vargas: 2000) (Lam 06 E. y F.).
El balance de la información, evidencia no sólo los cambios hechos al original diseño
arquitectónico del edificio, sino que además plantea una seria duda sobre la exclusiva participación y
uso, en la construcción y ocupación del edificio por la sociedad gestora del “generalizado” estilo
cerámico Mochica, al hallarse manifestaciones tecnológicas constructivas precedentes11
y contextos
11
Los contextos de las primeras fases constructivas, comprometiendo tanto a materiales constructivos (adobes), técnicas de
albañilería, simbología decorativa (iconografía) y materiales diagnósticos asociados a los estratos de los niveles de ocupación
de estas fases arquitectónicas; presentan una asociación mas estrecha a Gallinazo que a la cultura Moche.
27
cerámicos Gallinazo y Salinar, asociados a la presencia de vasijas escultóricas de asa estribo y borde
biselado, propensamente conocidas como mochica Temprano.
El vinculo entre las características arquitectónicas y constructivas asociadas a los tipos cerámicos
Castillo Modelado y Castillo Inciso en el sitio de Cao Viejo, parecen identificar una cultura con una
trascendencia previa o coetanea a la aparición a los estilos cerámicos mochicas, que persiste hasta fines
del periodo Moche II o inicios del periodo Moche III, período en que los rasgos cerámicos existentes
desaparecen y la arquitectura evoluciona dentro de una misma tradición cultural.
De lo expuesto, proponemos que no existen evidencias que sustente la presencia de dos
tradiciones arquitectónicas como producto de dos formaciones socio-culturales distintas en la
construcción del edificio de Huaca Cao Viejo, ni tampoco la intrusión de una nueva ideología en las
actividades cultistas del templo12
. Por lo tanto los cambios (adiciones), suscitados al modelo entre las
fases “G, F, E , D y C” y las fases “B y A”, explicarían posiblemente un proceso de reorganización del
culto con una nueva reformulación del mito a través de los ritos modificados en nuevos escenarios y
sustentado y difundido por un nuevo discurso iconográfico más dinámico y explicativo. Estos cambios
sólo pudieron formularse al seno de una misma tradición religiosa existente en el Período Intermedio
Temprano.
12
Al igual que no se encuentran evidencias en la diferenciación particular de formas, o técnicas empleadas en la elaboración
de otros objetos, que no sean los estilos cerámicos Salinar- Gallinazo-Moche.
28
ANEXOS
Lam. 01 : Ubicación geográfica del Complejo Arqueológico El Brujo y el Edificio de Huaca Cao Viejo (tomado del Programa
Arqueológico Complejo El Brujo. dibujo y topografia Ing. William Yenque Mendoza)
Fotografia del Frontis Principal de la Unidad I, en el edificio de Huaca Cao Viejo
Lam. 02 : A. Isometría del Edificio de Huaca Cao Viejo
B. Estructura de “Pozos Duales” Dibujo Bach. Segundo Lozada
C. Fotografía de los “Pozos Duales”; vista de norte a Sur.
D. Recintos semisubterraneos RE.3 y RE. 4
E. Isometría de Estructuras Nichadas, (Tomada de Informe de prácticas pre- profesionales. de CARDENAS, CHOLAN y
QUINTANA 2001, dibujo de Carlos Araujo)
Lam. 03 : A. Relleno de adobes semiesféricos.
B. Relleno irregular de adobes paralelepípedos, distribuidos por Segmentos. (Tomado de Galvez et al; 2003 Fig. 3.23.)
C. Celdas de contención de rellenos de adobes semiesféricos Fase “E”.
D. Bloques de adobes tramados, Fase “C” (Tomado de Galvez et al; 2003 Fig. 3.12.)
E. Adobes paralelepípedos bajos (reutilizados), dispuestos de canto; Fase “A”.
Lam. 04 : A. Adobes utilizados en las cuatro primeras fases constructivas del edificio
1. Adobe paralelepípedo bajo moldeado, de planta cuadrangular. Fase “E”
2. Adobe paralelepípedo alto moldeado, sin estrías, Fase “B”.
3. Adobe paralelepípedo bajo moldeado, con impronta de gavera de cañas, Fases “G”- “C”
4. Adobe lenticular, modelado; Fases “G”-“D”.
B. Adobes paralelepipedos moldeados, con marcas de fabricante; Fases “A” y “B” (Tomada de Informe de prácticas pre-
profesionales. de CARDENAS, CHOLAN y QUINTANA 2001)
C. Adobe Gallinazo con motivo de pez estilizado tallado (Tomada del registro de M. Díaz)
E. Bajo relieve de pez estilizado, asociado a paramento de adobes tempranos (Fase “E”).
Lam. 05 : A. Fragmentos cerámicos, Fase “D”, edificio de Cao Viejo.
B. 1 y 2. Botella Asa estribo Salinar, con motivo del pez estilizado y el animal lunar (Colección del Sitema de Museos de la
Universidad Privada Antenor Orrego).
3. Botella asa estribo Salinar, con motivo del pez estilizado (Colección del Museo Rafael Larco)
4. Botella de similar morfología en el asa estribo, hallada en entierros que intruyen pisos de estructuras de la Fase “D”
(tomado de Franco et al 2003 Fig. 19.3. C.)
C. Botella asa estribo, Moche V., asociada a entierros intrusivos, a los recintos RE3 y RE. 4, en el edificio de Cao Viejo.
D. Botellas asa estribo asociadas a entierros intrusivos, Tumba 1 (D. 2) y la tumba 2 (D. 1), (tomado de Franco et al 2003 Fig.
19.3. e y g)
E. Fragmento (E.2), hallado dentro de los ambientes de la Plataforma Superior; correspondiente a características de similar
morfología que la del cuenco “Gallinazo” (D.1), perteneciente a la Colección del Museo Rafael Larco)
F. Cerámica asociada a relleno arquitectónico en la parte baja del Frontis Oeste del edificio de Cao Viejo (tomado de, Franco
et al 2003 Fig. 19.21)
Lam. 06 : A. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico de una columna arquitectónica de la Fase “E”, en la plataforma
superior del edificio de Huaca Cao Viejo.
B. Diseño de pez estilazado, correspondiente a los motivos de una de las caras del ídolo de Pachacamac.
C. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico de una vasija de la cultura manteña (Ecuador)
D. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico de una vasija de la cultura Wari; colección del Museo de
Arqueología, Antropología e Historia de la UNT.
E. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico del muro perimétrico del patio en la plataforma Superior;
edificio de Cao Viejo, Fase “E”.
F. “Tema Complejo 1”, Diseños en relieve en el frontis del recinto RE. 1, en Cao Viejo; Fase “A”. (tomado de Franco y Vilela
2003 ; Lam. 13.1)
D. Diseño de peces estilazados; diseño iterativo en el edificio de Huaca Licapa, Valle del Chicama.
29
BIBLIOGRAFIA
BENNETT, Wendell C.
1939 Archaeology of the North Coast of Peru. An Account of Exploration and Excavation in
Viru and Lambayeque Valleys. Anthropological Papers of the American Museum of Natural
History, 37 (1). New York, The American Museum of Natural History.
1950 The Gallinazo Group, Viru Valley, Peru. Yale University Publications in Anthropology, 43.
New Haven, Connecticut.
BENSON, Elizabeth
2003 Cambios De Temas Y Motivos En La Cerámica Moche En : MOCHE: HACIA EL FINAL
DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto
de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. I, pp. 477-495. Lima, Universidad
Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003
Briceño, Jesús y George, GUMERMAN.
2003 Santa Rosa - Quirihuac y Ciudad de Dios: asentamientos rurales en la parte media
del valle de Moche En : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo
Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías
Mujica, editores, T. I, pp. 217-243. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia
Universidad Católica del Perú, 2003
BIRD, Junius y John HYSLOP
1985 The Preceramic Excavations at the Huaca Prieta Chicama Valley, Peru. En: Anthropological
papers of the American Museum of Natural History New York. Volume 62: Part 1.
BONAVIA, Duccio
1974 Ricchata Quellccani. Pinturas murales prehispánicas. Lima, Fondo del Libro del Banco
Industrial del Perú.
BOURGET, Steve
1998 Excavaciones en la Plaza 3a y en la Plataforma II de la Huaca de la Luna durante 1996. En:
Investigaciones en la Huaca de la Luna 1996. Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo
Morales, editores, págs. 43-64. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de La Libertad - Trujillo.
BOURGET, Steve y Jean Françoise MILLARIRE
2000 Excavaciones en la Plaza 3a y Plataforma II de la Huaca de la Luna. En: Investigaciones en la
Huaca de la Luna 1997. Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, págs. 47-60.
Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo.
CAMPANA, Cristóbal
2000 Tecnología Constructiva De Tierra En La Costa Norte Pre-Hispanica. Instituto Nacional de
Cultura Departamental de La Libetad. 4º Curso Internacional del Adobe. Pat’ 99. Trujillo.
1994 La cultura Mochica. Lima, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
CARDENAS, S. Carlos, Diomedes CHOLAN y Rodolfo QUINTANA
2001 Estudio de Espacios Arquitectónicos y Secuencia Constructiva al Noreste De Huaca Cao
Viejo, Complejo Arqueológico “El Brujo” Valle Chicama. Informe de prácticas pre-
profesionales (Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad Nacional de Trujillo.
30
DONNAN , Christopher B.
2003 Tumbas con Entierros en Miniatura: Un nuevo Tipo Funerario Moche : MOCHE: HACIA EL
FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7
de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. I, pp. 43-78. Lima, Universidad
Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003.
DONNAN, Christopher y Guillermo COCK
1983 Excavaciones en Pacatnamu En: Revista de Museo Nacional XLVII. 53-72. Lima.
FRANCO Régulo, César GÁLVEZ, Segundo VÁSQUEZ.
2003 Modelos, Función Y Cronología De La Huaca Cao Viejo, Complejo El Brujo
: MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura
Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. II, pp.
125-176. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú,
2003.
2001 Desentierro y Reenterramiento de una Tumba de Elite en el Complejo El Brujo. Programa
Arqueológico Complejo “El Brujo”, Boletín Nº 2, Lima .
1998a Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1998. Fundación Augusto N. Wiese, INC-
La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo.
1998b Desentierro Ritual De Una Tumba Moche. En: Revista SIAN, Nº 6: 9-18, Trujillo
1998c Reposición De Un Muro Mochica Con Relieves Policromos Huaca Cao Viejo, Complejo El
Brujo”. En: Arkinka Nº 43: 82-91, Lima.
1997 Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1998. Fundación Augusto N. Wiese,
INC-La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo.
1996 Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1996. Fundación Augusto N. Wiese,
INC-La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo.
1995 Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1995. Fundación Augusto N. Wiese,
INC-La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo.
1994 Arquitectura y Decoración Mochica en la Huaca Cao Viejo, Complejo El Brujo:
Resultados Preliminares”. En: Moche. Propuestas y Perspectivas. Actas del Primer
Coloquio Sobre la Cultura Moche-1993. Travaux de L’Institud Francais D’Etudes Andines,
pp. 147-180, Lima.
FRANCO JORDÁN, Régulo y Antonio MURGA CRUZ
1998 Un Modelo Arquitectónico De Piedra, Complejo Arqueológico El Brujo”. Medio de
Construcción 138: 16-22. Lima, 1/2 de Construcción S. A.
FORD, James A. y Gordon R. WILLEY
1949 Surface Survey of the Virú Valley, Peru. Anthropological Papers of the American Museum of
Natural History, 43 (1). New York.
GÓMEZ, Janie, Félix MACKIE y Javier RIVERA
1997 El Montículo I: una estructura Moche al noreste de Cao Viejo, valle de Chicama. Informe
de prácticas pre-profesionales (Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueología, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad Nacional de Trujillo.
GOYCOCHEA, Carmen Elena
2000 Complejo Arqueológico El Castillo- Valle de Santa: Un Estudio de la Arquitectura y
Función en la estructura - A. Proyecto de investigación para optar el Título de Licenciado en
Arqueología. Facultad de C.C.S.S. –Universidad Nacional de Trujillo.
31
HASTINGS, C. Mansfield y M. Edward MOSELEY
1975 The Adobes Of Huaca Del Sol And Huaca De La Luna. American Antiquity 40 (2): 196-203.
Washington, D.C., Society for American Archaeology.
JIMÉNEZ, Jaime y Denis, VARGAS
1992 Secuencia Ocupacional En El Sector Paredones. Informe de prácticas pre-profesionales
(Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional
de Trujillo.
KAULICKE, Peter
1994 La Presencia Mochica en el Alto Piura: Problemática y Propuestas. En: Moche: propuestas y
perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril
de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Travaux de l’Institute Français d’Etudes
Andines pp. 327-358. Lima.
1992 Moche, Vicús-Moche y el Mochica Temprano. Boletín del Instituto Francés de Estudios
Andinos 21 (3): 853-903. Lima.
LARCO H., Rafael
1938 Los Mochicas. Tomos 1 y 2. Editorial Rimac S.A., Lima.
1948 Cronología Arqueológica del Norte del Perú Sociedad Gráfica Americana. Biblioteca del
Museo Arqueológico “Rafael Largo Herrera” Buenos Aires.
LEONARD, Banks y Glenn RUSSELL
1992 Informe Preliminar: Proyecto de Reconocimiento Arqueológico del Chicama, Resultados de la
primera temporada de campo,1989.
LUMBRERAS, Luis G.
1983 Los Origenes De La Civilización En El Antiguo Perú. Editorial Milla Batres, Lima- Perú.
1984 La Cerámica Como Indicador De Culturas: en Gaceta Arqueológica Andina N° 12 Diciembre
1984 Lima-Peru.
MAKOWSKI, Krzysztof
1994 Los señores de Loma Negra. En: Vicús, Krzysztof Makowski y otros, págs. 83-141. Colección
Arte y Tesoros del Perú. Lima, Banco de Crédito del Perú.
MAKOWSKI, Krzysztof y RUCABADO Julio
2000 “Hombres y Deidades en la iconografía Recuay”. En: Dioses del Antiguo Perú, pp. 199-235.
Colección Arte y Tesoros del Perú BANCO DE CREDITO DEL PERU LIMA-PERU
NARVAEZ, Alfredo
1994 La Mina: Una Tumba Moche I En El Valle De Jequetepeque. En: Moche. Propuestas y
Perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril
de 1993) Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Actas del Primer Coloquio Sobre la
Cultura Moche-1993. Travaux de l’Institud Francais d’Etudes Andines, pp. 59-92. Lima.
32
PÉREZ, Ismael
1994 Notas Sobre La Denominación Y Estructura De Una Huaca Mochica En Florencia De Mora,
Valle De Moche. En: Moche: propuestas y perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la
Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda, Elías Mujica, editores.
Travaux de l'Institute Français d'Etudes Andines 79: 222-250. Lima, Universidad de La
Libertad - Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento
de las Ciencias Sociales.
REINDEL, Markus
1990 Arquitectura Monumental Del Intermedio Temprano En El Perú. Revista del Museo de
Arqueología 1: 119-143. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo.
1993 Monumentale lehmarchitektur am der Nordküste Perus. Eine reprasentative
Untersuchung nach-formativer Grobbauten von Lambayeque-Gebiet bis zum Viru-tal.
Bonner Amerikanistische Studien 22. Bonn.
1993 ”Baumaterialien, Konstruktionsstechniken und Bauformen der Monumentalen
Lehmarchitektur an der Nordküste Perus”. Beiträge zur Allgemeinen und Vergleichenden
Archäologie 13: 331-383. Mainz.
1997 Aproximación a la arquitectura monumental de adobe en la costa norte del Perú. En:
Arquitectura y Civilización en los Andes Prehispánicos – Elisabeth Bonnier y Henning Bischof,
editores. Archaeologica Peruana 2: 90-106. Mannheim, Sociedad Arqueológica Peruano-
Alemana y Reiss-Museum Mannheim.
SHIMADA, Izumi y Adriana MAGUIÑA
1994 Nueva visión sobre la cultura Gallinazo y su relación con la cultura Moche”. En: Moche:
propuestas y perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12
al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Travaux de l’Institute Français
d’Etudes Andines pp. 31-58. Lima.
SMITH, Kimbra y Denis, VARGAS
2000 Iconographic Evidence for Socio-Political shifts on the North Coast of Perú during Moche III.
Paper presentado en: “28th
. Annual Midwest Conference on Andean and Amazonian
Archeology and Etnohistory”. Fort Wayne 26 - 27. February, 2000
STRONG, William D. y Clifford EVANS, Jr.
1952 Cultural Stratigraphy in the Viru Valley, Northern Peru: The Formative and Florescent
Epoch. Columbia Studies in Archaeology and Ethnology, 4. New York, Columbia University
Press.
TOPIC John R.
1994 El Izamiento Del Gallardete En Huamachuco. En En El Nombre Del Señor. Millones L. Y
Lemlij M. Biblioteca peruana de Psicoanalisis, Seminario interdisciplinario de estudios
andinos. Lima, Perú.
TOPIC, Theresa Lange
1982 The Early Intermediate Period and its legacy. En: Chan Chan: Andean Desert City, M. E.
Moseley y K. Day, editores, págs. 255-284. Alburquerque, The University of New Mexico Press.
1977 Excavations at Moche. Tesis doctorado. Department of Anthropology, Harvard University.
Cambridge.
33
UBBELOHDE-DOERING, Heinrich
1967 On The Royal Highways of the Inca Archeological Treasures of Ancient Perú, Frederick A.
Praeger New York-Washingon.
UCEDA. Santiago y Moisés TUFINIO
2003 El Complejo Arquitectónico Religioso Moche De Huaca De La Luna: Una Aproximación A Su
Dinámica Ocupacional. En : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del
Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y
Elías Mujica, editores, T. II, pp. 179-228. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia
Universidad Católica del Perú, 2003.
UCEDA, Santiago y Elías MUJICA
1998 Nuevas evidencias para viejos problemas: a manera de introducción. En: Investigaciones en la
Huaca de la Luna 1996, Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, págs. 9-16.
Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad- Trujillo.
UCEDA, Santiago, Elías MUJICA y Ricardo MORALES
1997 Investigaciones en la Huaca de la Luna 1995. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de La Libertad - Trujillo.
VARGAS, Denis
2001 Cambios Arquitectónicos en El Edificio de Huaca Cao Viejo – Complejo Arqueológico El
Brujo – Valle del Chicama. Proyecto de investigación para optar el Título de Licenciado en
Arqueología. Facultad de Ciencias Sociales –Universidad Nacional de Trujillo.
WESTER, Carlos
1999 Ocupación Gallinazo En La Sección Media y Baja Del Valle De Zaña Proyecto de
Investigación para optar el Titulo de Licenciado en Arqueología. Facultad de Ciencias Sociales -
Escuela de Arqueología . UNT.
WILLEY, Gordon R.
1953 Prehistoric Settlement Patterns in the Virú Valley, Perú. Smithsonian Institution, Bureau
of American Etnology, Bulletin 155. Washington, D.C.
34
35
36
37
38
39

Más contenido relacionado

Similar a Cambios en la_arquitectura_monumental_de

Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Juan Ramon Olvera Garcia
 
LOS MAYAS
LOS MAYASLOS MAYAS
LOS MAYAS
Drummer RZ
 
Bazan Francisco 2008.pdf
Bazan Francisco 2008.pdfBazan Francisco 2008.pdf
Bazan Francisco 2008.pdf
ParejaAnyosaDante
 
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiiUnidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
lsarturo
 
Deisy historia 6
Deisy historia 6Deisy historia 6
Deisy historia 6
Deisy Garcia
 
Deisy historia 6
Deisy historia 6Deisy historia 6
Deisy historia 6
Deisy Garcia
 
Arte y arquitectura del siglo xx en mexjco
Arte y arquitectura del siglo xx en mexjcoArte y arquitectura del siglo xx en mexjco
Arte y arquitectura del siglo xx en mexjco
Aoi Shinigami
 
Cultura mollo
Cultura molloCultura mollo
Cultura mollo
Juan Juanes
 
Dialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimiento
Dialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimientoDialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimiento
Dialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimiento
andydominguezhernand
 
Trabajo de el mundo americano (historia)
Trabajo de el mundo americano (historia)Trabajo de el mundo americano (historia)
Trabajo de el mundo americano (historia)
AdrianaCarmona18
 
Alfares y hornos romanos en andalucía
Alfares y hornos romanos en andalucíaAlfares y hornos romanos en andalucía
Alfares y hornos romanos en andalucía
Juan Cervera Añón
 
Mayas 2
Mayas 2Mayas 2
Mayas 2
mauromedina
 
Mariangel bracho historia
Mariangel bracho historiaMariangel bracho historia
Mariangel bracho historia
Mariangel Bracho Hernandez
 
5 la cultura mochica triptico
5 la cultura mochica triptico5 la cultura mochica triptico
5 la cultura mochica triptico
Fredy Cusi Laura
 
ENSAYO CULTURA CHAVIN
ENSAYO CULTURA CHAVINENSAYO CULTURA CHAVIN
ENSAYO CULTURA CHAVIN
Juvenal Soto Morales
 
Culturas prehispánicas
Culturas prehispánicasCulturas prehispánicas
Culturas prehispánicas
Brumak3
 
CULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptx
CULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptxCULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptx
CULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptx
RogerCervantes7
 
Historia De Guatemala
Historia De Guatemala Historia De Guatemala
Historia De Guatemala
Joel Morales
 
La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...
La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...
La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...
yeseniainformatica
 
Trabajo de investigacion
Trabajo de investigacionTrabajo de investigacion
Trabajo de investigacion
Karen Loaiza
 

Similar a Cambios en la_arquitectura_monumental_de (20)

Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
 
LOS MAYAS
LOS MAYASLOS MAYAS
LOS MAYAS
 
Bazan Francisco 2008.pdf
Bazan Francisco 2008.pdfBazan Francisco 2008.pdf
Bazan Francisco 2008.pdf
 
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiiUnidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
 
Deisy historia 6
Deisy historia 6Deisy historia 6
Deisy historia 6
 
Deisy historia 6
Deisy historia 6Deisy historia 6
Deisy historia 6
 
Arte y arquitectura del siglo xx en mexjco
Arte y arquitectura del siglo xx en mexjcoArte y arquitectura del siglo xx en mexjco
Arte y arquitectura del siglo xx en mexjco
 
Cultura mollo
Cultura molloCultura mollo
Cultura mollo
 
Dialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimiento
Dialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimientoDialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimiento
Dialnet el artemesoamericano como fuente paraelconocimiento
 
Trabajo de el mundo americano (historia)
Trabajo de el mundo americano (historia)Trabajo de el mundo americano (historia)
Trabajo de el mundo americano (historia)
 
Alfares y hornos romanos en andalucía
Alfares y hornos romanos en andalucíaAlfares y hornos romanos en andalucía
Alfares y hornos romanos en andalucía
 
Mayas 2
Mayas 2Mayas 2
Mayas 2
 
Mariangel bracho historia
Mariangel bracho historiaMariangel bracho historia
Mariangel bracho historia
 
5 la cultura mochica triptico
5 la cultura mochica triptico5 la cultura mochica triptico
5 la cultura mochica triptico
 
ENSAYO CULTURA CHAVIN
ENSAYO CULTURA CHAVINENSAYO CULTURA CHAVIN
ENSAYO CULTURA CHAVIN
 
Culturas prehispánicas
Culturas prehispánicasCulturas prehispánicas
Culturas prehispánicas
 
CULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptx
CULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptxCULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptx
CULTURA MOCHICA CLASES DE QUINTO XD.pptx
 
Historia De Guatemala
Historia De Guatemala Historia De Guatemala
Historia De Guatemala
 
La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...
La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...
La cultura prehispánica,para sabero conocer las tecnicas en el manejo de la i...
 
Trabajo de investigacion
Trabajo de investigacionTrabajo de investigacion
Trabajo de investigacion
 

Último

Cronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdf
Cronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdfCronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdf
Cronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdf
RicardoValdiviaVega
 
Sesión de clase: El conflicto inminente.
Sesión de clase: El conflicto inminente.Sesión de clase: El conflicto inminente.
Sesión de clase: El conflicto inminente.
https://gramadal.wordpress.com/
 
Escuela Sabática. El conflicto inminente.pdf
Escuela Sabática. El conflicto inminente.pdfEscuela Sabática. El conflicto inminente.pdf
Escuela Sabática. El conflicto inminente.pdf
Alejandrino Halire Ccahuana
 
APUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdf
APUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdfAPUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdf
APUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdf
VeronicaCabrera50
 
Estás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdf
Estás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdfEstás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdf
Estás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdf
Ani Ann
 
Los Dominios y Reinos de los Seres Vivos
Los Dominios y Reinos de los Seres VivosLos Dominios y Reinos de los Seres Vivos
Los Dominios y Reinos de los Seres Vivos
karlafreire0608
 
Lecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docx
Lecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docxLecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docx
Lecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docx
Alejandrino Halire Ccahuana
 
Módulo 1 de didactica de la lecto escritura
Módulo 1 de didactica de la lecto escrituraMódulo 1 de didactica de la lecto escritura
Módulo 1 de didactica de la lecto escritura
marilynfloresyomona1
 
La vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primaria
La vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primariaLa vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primaria
La vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primaria
EricaCouly1
 
Eureka 2024 ideas y dudas para la feria de Ciencias
Eureka 2024 ideas y dudas para la feria de CienciasEureka 2024 ideas y dudas para la feria de Ciencias
Eureka 2024 ideas y dudas para la feria de Ciencias
arianet3011
 
POESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdf
POESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdfPOESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdf
POESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdf
karlavasquez49
 
p4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdf
p4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdfp4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdf
p4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdf
DavidCamiloMosquera
 
CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍA
CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍACINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍA
CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍA
Fernández Gorka
 
Manual de procedimiento para gráficos HC
Manual de procedimiento para gráficos HCManual de procedimiento para gráficos HC
Manual de procedimiento para gráficos HC
josseanlo1581
 
MATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBAL
MATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBALMATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBAL
MATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBAL
Ana Fernandez
 
CORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZA
CORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZACORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZA
CORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZA
Sandra Mariela Ballón Aguedo
 
Hablemos de ESI para estudiantes Cuadernillo
Hablemos de ESI para estudiantes CuadernilloHablemos de ESI para estudiantes Cuadernillo
Hablemos de ESI para estudiantes Cuadernillo
Mónica Sánchez
 
FEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdf
FEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdfFEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdf
FEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdf
Jose Luis Jimenez Rodriguez
 
1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf
1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf
1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf
MiNeyi1
 
ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...
ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...
ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...
JAVIER SOLIS NOYOLA
 

Último (20)

Cronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdf
Cronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdfCronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdf
Cronica-de-una-Muerte-Anunciada - Gabriel Garcia Marquez.pdf
 
Sesión de clase: El conflicto inminente.
Sesión de clase: El conflicto inminente.Sesión de clase: El conflicto inminente.
Sesión de clase: El conflicto inminente.
 
Escuela Sabática. El conflicto inminente.pdf
Escuela Sabática. El conflicto inminente.pdfEscuela Sabática. El conflicto inminente.pdf
Escuela Sabática. El conflicto inminente.pdf
 
APUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdf
APUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdfAPUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdf
APUNTES UNIDAD I ECONOMIA EMPRESARIAL .pdf
 
Estás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdf
Estás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdfEstás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdf
Estás conmigo Jesús amigo_letra y acordes de guitarra.pdf
 
Los Dominios y Reinos de los Seres Vivos
Los Dominios y Reinos de los Seres VivosLos Dominios y Reinos de los Seres Vivos
Los Dominios y Reinos de los Seres Vivos
 
Lecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docx
Lecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docxLecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docx
Lecciones 11 Esc. Sabática. El conflicto inminente docx
 
Módulo 1 de didactica de la lecto escritura
Módulo 1 de didactica de la lecto escrituraMódulo 1 de didactica de la lecto escritura
Módulo 1 de didactica de la lecto escritura
 
La vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primaria
La vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primariaLa vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primaria
La vida de Martin Miguel de Güemes para niños de primaria
 
Eureka 2024 ideas y dudas para la feria de Ciencias
Eureka 2024 ideas y dudas para la feria de CienciasEureka 2024 ideas y dudas para la feria de Ciencias
Eureka 2024 ideas y dudas para la feria de Ciencias
 
POESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdf
POESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdfPOESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdf
POESÍA POR EL DIA DEL PADREEEEEEEEEE.pdf
 
p4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdf
p4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdfp4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdf
p4s.co Ecosistema de Ecosistemas - Diagrama.pdf
 
CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍA
CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍACINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍA
CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO para utilizar en TUTORÍA
 
Manual de procedimiento para gráficos HC
Manual de procedimiento para gráficos HCManual de procedimiento para gráficos HC
Manual de procedimiento para gráficos HC
 
MATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBAL
MATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBALMATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBAL
MATERIAL ESCOLAR 2024-2025 3 AÑOS CEIP SAN CRISTÓBAL
 
CORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZA
CORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZACORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZA
CORREOS SEGUNDO 2024 HONORIO DELGADO ESPINOZA
 
Hablemos de ESI para estudiantes Cuadernillo
Hablemos de ESI para estudiantes CuadernilloHablemos de ESI para estudiantes Cuadernillo
Hablemos de ESI para estudiantes Cuadernillo
 
FEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdf
FEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdfFEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdf
FEEDBACK DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR- 2024.pdf
 
1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf
1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf
1.- manual-para-la-creacion-33-dias-de-manifestacion-ulises-sampe.pdf
 
ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...
ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...
ACERTIJO DESCIFRANDO CÓDIGO DEL CANDADO DE LA TORRE EIFFEL EN PARÍS. Por JAVI...
 

Cambios en la_arquitectura_monumental_de

  • 1. 1 CAMBIOS EN LA ARQUITECTURA MONUMENTAL DEL INTERMEDIO TEMPRANO; EL CASO DEL EDIFICIO DE HUACA CAO VIEJO Denis A. Vargas Salvador arisalv@hotmail.com El material cerámico ha sido utilizado durante mucho tiempo, como el principal indicador cultural de indistintas formaciones sociales; así, muchos yacimientos arqueológicos fueron filiados de acuerdo al contexto cerámico hallados en ellos. Es así como la arquitectura publica se vio circunscrita a una determinada cultura sin tener en cuenta la premisa de que el usuario de un artefacto no necesariamente es el productor, por lo tanto la presencia material del artefacto (en nuestro caso; la cerámica), en un determinado sitio, no identificaría plenamente la expresión cultural del portador o usuario. (Lumbreras 1984 : 3). Otro de los grandes inconvenientes de este método filiatorio que compromete a los edificios públicos, es que los contextos que incluyen material arqueológico muchas veces están en relación al uso y no, necesariamente a la función auténtica de los espacios arquitectónicos1 , por lo que los restos corresponderían, en estos casos, a elementos intrusivos a las actividades de función original de dichos espacios arquitectónicos. Por otro lado, el templo como centro de peregrinación, converge a muchas expresiones étnicas (Lumbreras 1983 :59); cada una de ellas trasladando sus respectivas culturas materiales expresadas en objetos votivos dispuestas en ciertos sectores del santuario; los cuales podría generar equívocos en la identificación cultural entre constructores-ocupantes del edificio y los usuarios. A todo esto debe sumarse las constantes imprecisiones en la identificación de los alfares, muchos de los cuales han sido clasificados bajo criterio de estilo (Formas y decoración, con iconos muchas veces 1 Un claro ejemplo vendría a ser el uso fortuito de los rellenos constructivos al ser utilizados como improvisados escenarios funerarios, al carecer el edificio de una determinada unidad arquitectónica o ambientes diseñada específicamente para dicha función. Denis A. Vargas Salvador
  • 2. 2 compartidos), sin considerar diferenciaciones en los rasgos tecnológicos; elementos necesarios en la individualización de las costumbres propias de una tradición local. LOS SALINAR, LOS VIRÚ Y LOS MOCHICAS La compleja producción de cerámica fina, exclusivamente de carácter funerario, fue utilizada por Don Rafael Larco (1938, 1941, 1945, 1948, 1966 ) para detectar estilos artísticos tradicionales, correspondientes a culturas partícipes de un mismo proceso histórico en común, como Cupisnique, Salinar, Virú y Mochica; todos y cada uno de ellos con características particulares “suficientes” para ser consideradas como pueblos con rasgos culturales propios, además de contar (según el mismo autor) con autónomos gobiernos, territorio, moral, religión y arte (Larco; 1938, 1948). Así, los estilos proporcionaron deforma exclusiva, el sustento cultural que dio paso a la formulación de sociedades organizadas distintas, sin tenerse en cuenta los demás restos materiales y normas de comportamiento, asociados a determinada región y en un tiempo determinado. La Cultura Salinar fue descrita por primera vez en 1941 por Rafael L. Hoyle, a partir de los contextos provenientes de tumbas en Pampas de jagüey, en el valle medio del Chicama; definiéndola como un importante episodio cultural de la “época evolutiva”, antecedida por la cultura Cupisnique. Resultado de los exámenes de las superposiciones estratigráficas en las tumbas excavadas por Larco, en el valle Chicama; se propuso una clara secuencia de : Cupisnique- Salinar- Moche (Larco 1948). Durante sus trabajos en el Proyecto Valle Virú; Strong y Evans (1952), Ford y Willey (1953) proporcionaron información de sitios Salinar en la parte media y superior de éste valle, tipificando a esta cultura como una sociedad con una organización compleja y avanzada, la cual estuvo representada por el estilo cerámico Blanco sobre Rojo de Puerto Moorin. Los estilos cerámicos Pulido Llano y Castillo Llano, clasifican cronológicamente los sitios Puerto Moorin, Temprano y Tardío, (Willey 1953 : 61).
  • 3. 3 El estilo Mochica fue identificado por primera vez por Max Uhle (1913), a través de un bien elaborado género alfarero al que denominó Proto-Chimú. Una revisión de los materiales colectados por Uhle en el valle de Moche, por parte de A. Kroeber (1926), le llevaron a inferir sobre la anticipada presencia de esta forma cultural pre-Tiwanakense, difundida posteriormente con la nominación de Mochica, o Muchik como prefirió llamarle J.C. Tello, (1923) (En Kaulicke 1992: 855,856), erróneamente, al asociar el nombre de una las antiguas lenguas de los habitantes de la costa norte, con los hombres que desarrollaron dicha cultura. Sin embargo, corresponde a Rafael Larco, el uso del término Mochica para clasificar a esta entidad (Uceda y Mujica, 1997: 9) y entender a la cerámica como un gentilicio. La hipótesis más difundida sobre el origen y desarrollo de la cultura Mochica, cuya historia se refleja en su estilo cerámico, la propone como una sociedad de carácter estatal sustentada en una dinastía teocrática que a su vez rige el poder militar, la cual se extiende a través de conquistas. Larco, establece sus inicios vinculados a la Fase I, sustituyendo a la cultura Virú, en los valles de la costa norte a partir de la fase III, donde el estado Mochica, con un área nuclear, en los valles de Chicama y Moche y una capital política en el sitio de las Huacas del Sol y la Luna, se consolida lo suficiente como para emprender rápidas conquistas que permitirían controlar durante las fases IV y V, toda la Costa Norte entre Piura y Huarmey. (Makowski; 1994:120) Por otro lado, la cultura Virú, ha sido explicada como un pueblo con orígenes en el valle de Virú y coetanea con Salinar en sus inicios (Larco 1948:20). Presenta, una clara contemporaneidad en contextos funerarios del valle del Chicama, con el estilo Mochica Temprano (I, II ) y lo que el denomina como un estilo Virú de Chicama ( Larco; 1948 : 25 ); termino utilizado por él, para reconocer a los edificadores, “de grandes construcciones piramidales. Finalmente, se asevera que el estilo Moche suplantó al Gallinazo en Chicama. (Ibid)
  • 4. 4 La disímil caracterización de los estilos cerámicos Gallinazo, de los Moches, asociadas, cada uno de ellos a particulares tradiciones constructivas, fue utilizada en adelante como un elemento de filiación de tal o cual ocupación cultural en los diversos sitios arqueológicos de la Costa Norte del Perú. El heterogéneo estilo cerámico Gallinazo, fue asociado a un correspondiente contexto arquitectónico por Wendel C. Bennett (1939-1950); al aislar los restos materiales ubicados en tres subperiodos ocupacionales con rasgos constructivos propios, en el sitio de Grupo Gallinazo (V-59), en el valle de Virú, lugar que dio el nombre epónimo a dicha cultura material dentro del marco de estudio del Project Viru Valley. Esta secuencia fue establecida en: Gallinazo I; caracterizada por recintos pequeños sin puertas o ventanas, con paramentos hechas de tapia, muchas veces se decoradas con diseños geométricos excisos. (Bennett; 1950: 66), en contraste al Gallinazo II, donde fueron utilizados, adobes modelados 2 esféricos, semiesféricos, odontiformes y subcónicos, así como grandes adobes paralelepípedos con improntas de las cañas de las gaveras donde fueron moldeados; así mismo se utilizó lo que Bennett denominó, como bloques de tapia que llegaron a medir 65x33x20 ctms. (Ibid: 67). La decoración arquitectónica se resume a mosaicos (mosaic decorations), elaborados mediante la irregular disposición de adobes que van definiendo organizadamente patrones en diamantes, escalones dobles, bloques cuadrados con cruces cortadas en ellos. (Ibid:107). En el subperiodo Gallinazo III, las estructuras fueron construidos con adobes paralelepípedos con o sin improntas de cañas, muy similares (según los autores), tanto a los adobes mochicas, como a sus plataformas y pirámides (Ibid: 68,106, 107). 2 Es interesante notar la observación hecha por C. Campana, sobre los adobes modelados lenticulares, cilíndricos y cónicos (como los que aparecen en Huaca Prieta (2250 a. C.)), los cuales pertenecerían a un mismo genero tecnológico. (Bird y Hyslop 1985 en Campana 2000 : 60).
  • 5. 5 Uno de los rasgos mas importantes en la construcción monumental del período medio de la fase Gallinazo en el valle de Virú, fue la utilización, de adobes bajos con improntas lineales de cañas en sus caras laterales y su consecuente disposición en segmentos constructivos verticales, denominados bloques, los mismos que no demostraron uniformidad de sus dimensiones, como es el caso de los materiales empleados en el sitio del Castillo de Tomaval (Salinas; 1990: 69.78). Según lo expuesto, se observa que la técnica de la gavera de caña, presenta un precedente muy temprano; sin embargo se mantiene aislado de la costumbre de marcar intencionalmente la superficie de los mismos, algo que ocurre en épocas muy posteriores y plenamente reconocida como una práctica Mochica. (Moseley y Hasting; 1975: 199). La presencia de la cultura material Gallinazo compartiendo los mismos ámbitos geográficos al mismo tiempo que las expresiones estilísticas Moche Temprano ha sido explicada como: ...una serie de entidades en cada valle que compitieron con los entidades Moche contemporáneas por los recursos de las partes media y baja de los valles. (Shimada y Magiña; 1994: 33) Las investigaciones realizadas sobre la evidente relación entre ambas culturas en los distintos valles de la Costa, demuestran que presentan maneras muy particulares de coexistencia. Uno de estos casos es el propuesto por Wilson (1991), para el valle de Casma, donde el investigador reportó sitios Moche III y IV relacionado con Gallinazo (Wilson; 1991. en Shimada y Maguiña;1994:37 ). El sitio denominado El Castillo en el valle del Santa, correspondiente a un edificio de características piramidales, fue identificado prematuramente como una estructura Moche (Campana,1994:28), sin embargo en una de las últimas prospecciones en el sitio, se han podido identificar características propias de una factura Gallinazo sustentadas en la tipología tecnológica de sus
  • 6. 6 materiales constructivos (adobes delgados con improntas de gavera de caña), pertenecientes a su estructura nuclear; sumándose a esto una significativa muestra cerámica propia del estilo Gallinazo, sin descartar (por parte de la autora), la posibilidad de evidencias de coetaneidad con moche temprano (Goycochea; 2000:16-45). Las excavaciones de G. Gumerman y J. Briceño (2003), establecen también una contemporaneidad, entre las fases Gallinazo Tardío y Moche Temprano, en el sitio de Santa Rosa de Quirihuac (Valle de Moche), inferido del hallazgo de vasijas Gallinazo (Castillo Modelado) del tipo Gollete –efigie, junto a fragmentos de botellas de asa estribo de la fase Moche I. En el sitio de las grandes huacas de Moche, Theresa L. Topic, realizó excavaciones en el año 1972 dentro del marco del Proyecto Chan-Chan Valle de Moche, reportando de los estratos más profundos de las excavaciones realizadas en las inmediaciones de la Huaca del Sol (corte 4, en la sección 2), una muestra de fragmentos de cerámica, que expresó una coexistencia del estilo Moche temprano, con un tipo de vajilla domestica de estilo Gallinazo. Parte de las interesantes consideraciones de T. Topic, es la de reconocer la continuidad del desarrollo de las tradiciones cerámicas domesticas Gallinazo hacia las formas cerámicas utilitarias moche, en mismo el valle de Moche (Topic 1977 : 333). Otro monumento arquitectónico estructurado con adobes de manufactura similar a los descritos por W. C. Bennett (1950) como Gallinazo; corresponde al edificio de Huaca de La Luna en el valle de Moche, lo cual es interpretado por Hasting y Moseley (1975) como una probabilidad, de que el núcleo estructural de sus tempranas etapas constructivas haya sido construido durante la época Gallinazo (En ; Shimada y Maguiña; 1994: 35). En el edificio piramidal de Dos Cabezas, en el valle de Jequetepeque. Christopher Donnan (1994 y 2002), identificó cerámica del tipo Castillo Modelado de Virú, asociada a cerámica de estilo Moche I,
  • 7. 7 en la tumba A53-1 (Donnan 2003), formulando la presencia estilística de la cerámica Virú (Gallinazo), contemporánea al estilo mochica. El edificio de Huaca Dos Cabezas, utilizó en su construcción, entre otros, adobes paralelepípedos con improntas de gavera de caña, los cuales se encuentran en lógica relación cronológica con la existencia de tumbas con cerámica propias del periodo Moche I y Gallinazo. (Campana 2000 : 94) Ubbelohde-Doering, durante su temporada de campo de los años 1962 y 1963 en el valle de Jequetepeque, halló evidencias de coetaneidad entre la cerámica Moche y Gallinazo en una terraza escalonada de casi 6 m. de altura, elaborada en su mayoría con adobes planos con improntas de gavera de caña, denominada Huaca 31 en el sitio de Pacatnamú, (Ubbelohde-Doering; 1967: 22-24). Esta terraza fue filiada por el investigador como una obra de la tradición tecnológica Gallinazo. En la misma estructura fueron encontrados adobes modelados ovoides como parte del relleno (Donnan y Cock; 1983:68). Otro sitio dentro del valle de Jequetepeque, con evidencias de coetaneidad tecnológica Gallinazo y Moche, provienen del contexto funerario de La Mina, donde la presencia de adobes planos con improntas de gavera de caña, (con los cuales se construyó la cámara funeraria), junto al característico estilo cerámico mochica temprano; fue interpretada por A. Narvaez, como un proceso de transición entre ambas culturas. (Narvaez ; 1994: 80). En el valle de Zaña, una densa población Gallinazo fue evidenciada en el sitio de Cerro Corbacho y Ucupe-Pueblo, cuya filiación cultural fue inferida a través de características constructivas de plataformas elaboradas en segmentos de adobes paralelepípedos con improntas de gavera de caña, asociados al estilo cerámico Castillo Inciso y Castillo Modelado (Wester; 1999:55-69).
  • 8. 8 En la región de Lambayaque (abarcando los valles de zaña Lambayeque y La Leche), existen otros tantos sitios que presenta los mismos indicios de contemporaneidad, entre ambas tradiciones cerámicas y arquitectónicas. Contextos funerarios y lugares de asentamiento como Cerro Sajino, Cerro Huaringa, Cerro La Calera y Cerro Vichayal, entre otros, presenta una coexistencia de los estilos Moche Temprano (I-III) con Gallinazo tardío.( Shimada y Maguiña; 1994: 39-43 ). El sitio de Huaca Letrada, en el valle La Leche, presenta una estructura principal correspondiente a una plataforma de casi 20 m. de altura, erigida con adobes tabulares (paralelepípedos), con improntas de gavera de caña. El sitio es sindicado como el centro político de la población Gallinazo para todo el valle La Leche. (ibid:43-47). En el mismo valle, Huaca La Merced, en el complejo de Batan Grande, evidenció entre sus rellenos constructivos, cerámica Moche III, junto a Gallinazo Medio y Tardío (Ibid:48-52). El estilo cerámico mochica temprano en el Alto Piura, se encuentra asociada a arquitectura de adobes paralelepípedos sobre construcciones de tapia y quincha, esta ultima, relacionada con cerámica que se asemeja a los tipo, Puerto Moorín y Gallinazo de Virú ( Kaulicke 1992, 883). Las excavaciones llevadas a cabo por P. Kaulicke (1994) en Vicus, Piura, reporta un tipo cerámica denominada Vicus- Tamarindo C. de características similares a los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso. El balance de las investigaciones sobre distintos yacimiento de la costa norte del Perú, ha ampliado el panorama sobre la posible coexistencia y coetaneidad de las tradiciones estilísticas (solo cerámicas), Salinar, Virú y Moche en un área de similar ocupación, donde estas registran rasgos culturales propios, con mínimas diferencias entre sí y en una misma área, inclusive en un idéntico contextos.
  • 9. 9 EL EDIFICIO DE HUACA CAO VIEJO Los trabajos que viene realizando el Programa Arqueológico Complejo “El Brujo” (P.A.C.E.B.), en el sitio monumental de Huaca Cao Viejo, comprueban la existencia de un edificio de carácter público, con pleno funcionamiento ya desde los inicios del periodo Intermedio Temprano, dentro del cual, también se ha encontrado evidencias cerámicas, tanto del estilo Moche, Gallinazo, como Salinar, entre los escombros y sobre los pisos de los diversos ambientes de la plataforma piramidal (Franco et al 2003 : 157); donde la presencia de restos cerámicos Gallinazo, han sido interpretados como el resultado fortuito del acarreo de material de construcción mezclados con estos tiestos, provenientes de sitios ocupacionales adyacentes, de carácter domestico propios de esta cultura. Huaca Blanca o Huaca Cao Viejo como se le denomina en la actualidad, se encuentra ubicado dentro del complejo arqueológico El Brujo; ubicado en la parte baja de la cuenca del Chicama, sobre la margen derecha y a escasos 2.5 km. al norte de la desembocadura del río Chicama (Franco et al: 1998a; 44-45).(Lam.01) Este edificio de considerables dimensiones, consta (según el estado actual de las investigaciones) de tres inherentes Unidades Arquitectónicas, las cuales corresponden al modelo de edificio principal de tipo piramidal, plaza delantera y algunos otros sectores complementarios laterales, el cual tendrían sus orígenes en el Horizonte Temprano e inclusive presente ya desde el precerámico tardío (Franco et al; 1995:8). El modelo correspondiente a una plataforma piramidal, una gran plaza hacia el norte y una plataforma, lateral a la plaza, responde a una tradición que M. Reindel, interpretó como un modeló típico de la tradición constructiva sureña. (Reindel 1997 : 97) (Lam. 02 A.)
  • 10. 10 Una de los fechados mas antiguos3 adquiridos para el edificio corresponde a dos muestras de un horcón de algarrobo hallado sobre el piso de la plaza, junto a la fachada de los Prisioneros y Guerreros del edificio “A”, presumiblemente, funcional desde las primeras fases constructivas pero reutilizado hasta el último momento de ocupación, ya que hasta la fecha se encuentra en optimas condiciones de uso. Este fechado arrojo como resultado una datción de 2,180 + 70 años BP: 230 a.C. (GD = 11025); el otro fue de 2,130 + 40 años BP : 180 a.C. (GD = 7558) (Franco et al 1997 : 89). La Unidad I, podría describirse como una pirámide trunca de caras laterales escalonadas y base poligonal de 120 m. de longitud (norte-sur) y 100 m. de ancho y mas de 28 m. de altura, (Franco et al 2003 : 128). Está construida íntegramente por materiales hechos de tierra (adobes), y algunos aparejos vegetales distribuidos en distintos tipos de rellenos constructivos y bajo una técnica segmentaria de bloques de adobes y/o cámaras de relleno suelto. (Lam. 03) Así mismo, se ha determinado que la altura máxima actual del edificio (28 m. de altura), ya había sido lograda en la cuarta fase arquitectónica (Fase D), por lo que la importancia constructiva del edificio, así como su prolijidad en las técnicas de decoración llega a su auge, hacia la ocupación existencial intermedia y no hacia lo finales de su ocupación. Esta misma pirámide presenta en su terraza superior, un ambiente abierto, delimitado por muros perimétricos que define su área interna, de planta casi cuadrangular que debe superar los 900 m². Esta área de congregación pública consta de un recinto emplazado en su ángulo interior Sureste. Tres accesos comunican este patio con los demás ambientes de la plataforma superior. El principal, se encuentra hacia 3 De las muestras obtenidas en las tres primeras temporadas de investigación (1991-1993), para la secuencia de la Huaca Cao Viejo; la mencionada fue obtenido en el Institute of Physics, Radioisotops Aplication Department Radiocarbón Laboratory, Silesian Technical University-Poland. Los investigadores acotan que ….el tronco de algarrobo estuvo expuesto durante varios meses al medio ambiente (Franco et al 1997 : 89-90)
  • 11. 11 el norte del ambiente y corresponde a un corredor de 25 m. de proyección longitudinal (N-S) y 3 m. de ancho. Este sistema de acceso comunica el Frontis Norte, con la Plataforma Superior. Un conjunto de ambientes contiguos al Patio tanto hacia el Oeste, como hacia el Sur, los que se hallan asociados externamente por un corredor lateral adyacente. Estos recintos, presentan plantas cuadrangulares, con paredes altas (de más de 3.00 m.) de altura, pintadas de blanco y presencia de nichos (hornacinas). El sistema de cubiertas es sostenido por pilastras, elaborados con adobes cuadrados (Fase “D”). El Frontis Norte (Fachada Principal), de la estructura piramidal, presenta un frente escalonado, con paredes casi perpendiculares, de más de 2.5 mts. de altura, y un ancho optimo en sus cabeceras, las cuales son utilizados como corredores epimurales. Las superficies de algunos de estos pasajes, corresponden a planos inclinados, configurando así, un sistema de acceso sobre la base de rampas consecutivas que en conjunto superan la distancia vertical existente entre el nivel de la Plaza principal (Unidad II) y la Plataforma Superior de la pirámide. Estos paramentos sirven a la vez de paneles soportes de representaciones gráficas que cumplen el doble objetivo de trasmitir mensajes simbólicos a la vez que decoran el edificio. El inicio de este sistema de acceso, se encuentra ensamblada sobre la estructura platafórmica, adyacente por sobre el nivel este de la Plaza, conocido como Anexo Este (Unidad III) (Lam. 02 A.), determinada por una rampa perpendicular a la pirámide, la cual se enlaza con las rampas en zig-zag del frontis norte de la Unidad I, definiendo al edificio como una plataforma con Rampas combinadas. (Reindel 1993 : 439) (Lam. 02) El Frontis Oeste, al igual que el frontis Sur de la pirámide, presenta una misma disposición escalonada con funciones epimurales, similar al anterior frontis descrito, pero con la excepción del
  • 12. 12 sistema de acceso vertical (en base a rampas) y la decoración mural, limitándose a tan solo el uso aislado de pigmentos de origen inorgánico, pudiendo ser amarillo, blanco o rojo. El Frontis Este, de la Unidad I, es considerado como el sector más afectado por eventos destructivos, donde un gran volumen de la pirámide a colapsado, generado por una falla de desplazamiento vertical, lo cual destruyó no sólo la margen Este de la Plataforma Superior, sino además varias de las fachadas de sus consecutivas fases constructivas. La gran Plaza (II), hacia el norte de la pirámide, se halla delimitada por grandes muros perimétricos que se proyectan longitudinalmente de sur a norte (140 x 75 m.), teniendo como punto de inicio la fachada principal de la pirámide. (Franco et al 2003 : 132). (Lam. 02 A) Se han registrado el caso de dos estructuras semisubterráneas, construidos en pares dentro del perímetro de la Plaza (estructuras duales; Franco et al 1994 : 8), (Lam. 02 A, B, y C). Estas presentan una base de planta cóncava, la cual dista de la superficie de la plaza en casi 2 m., superada mediante rampas de casi 7 m. de largo. Se encuentran vinculadas, solo a las dos primeras fases arquitectónicas del edificio (Edificios “E” y “D”). Estas estructuras, se ubican en el ambiente donde se iniciaría el circuito del recorrido interior del edificio por parte de los reverentes que visitaban el templo. Sus características morfológicas son aparentes a las funciones receptivas, presumiéndose, cumplirían las tempranas funciones de depósitos destinados a la recepción y/o almacenaje de exvotos, dentro de inherentes actividades rituales que implican a los concurrentes del templo. Los mismos pozos no fueron considerados en el diseño de la Plaza en fases posteriores. Estructuras de modelo semejante fueron halladas en un espacio abierto al pie del flanco Oeste del cerro Oreja en el valle de Moche, durante los trabajos de excavación que dirige el Instituto Regional de Cultura-La Libertad como parte del Proyecto Chavimochic (Franco et al ; 1994: 8, 63, 64, 70). Según los
  • 13. 13 responsables del proceso de investigación, se ha determinado la función de estas estructuras dentro una ocupación correspondiente al periodo Gallinazo (al seno de una amplia secuencia cultural que comparten con Salinar, Moche y Chimú). Esta inferencia fue hecha por la asociación de adobes plano convexos (lenticulares) y paralelepipedos planos, con improntas de gavera de caña, así como cerámica propia de este estilo, (com. per. Jose Carcelen Noviembre 1999). La alineación de la proyección longitudinal del nexo entre las unidades I y II, así como la ubicación de accesos, rampas y corredores principales4 y la decoración intensiva de la fachada norte de la Pirámide; determinan un eje de orientación Norte-Sur, en el edificio. El eje longitudinal de la estructura, presenta una desviación aproximada de 7° Este, en relación al norte geográfico, colocándolo dentro de los edificios públicos prehispánicos con una evidente orientación septentrional. Entre los modelos de los edificios de Huaca de La Luna y Cao Viejo, existe una recurrente distribución de grandes espacios abiertos y plataformas arquitectónicas, al igual que recintos y patios decorados inclusive bajo las mismas técnicas y similares símbolos (Uceda y Mujica; 1998:16). Se desconoce con exactitud5 , el número de ambientes y sobre todo de Unidades Arquitectónicas que componen el edificio, debido al estado de deterioro y soterramiento en el que se halla. Sin embargo la contigüidad de algunos montículos, no descarta la posibilidad de una articulación directa a la estructura del edificio mediante sistemas de accesos, lo que asentiría ser considerados como parte integral de uno de los modelos (de vincularse a solo una de las fases constructivas), o tal vez al diseño general, si es que su asociación fuera recurrente desde las primeras fases constructivas (modelo original). Por lo tanto, un tema a definir es la inclusión de estos elementos arquitectónicos como parte de una 4 Es decir, aquellos que enlazan a las unidades principales entre si y establecen la dirección del recorro de los usuarios/visitantes del edificio 5 Este documento comenzó a ser escrito en el verano del 2001
  • 14. 14 nueva Unidad funcional, o tan solo como parte integral de las mismas Unidades adscritas a los modelos secuenciales del edificio, como se detalla a continuación. El Montículo I, responde a la denominación dentro de la nomenclatura de sectorización, de un promontorio ubicado a 140 m. al noreste de la pirámide. Su pertinente excavación, expone a una plataforma de casi 3 m. de altura, la que se erigió utilizando rellenos de adobes paralelepípedos planos (bajos) y con improntas de caña, para luego terminar, construyéndose en sus últimas fases con adobes paralelepípedos altos y marcados (marcas de fabricante), dispuestos en bloques, complementándose posteriormente, con celdas de contención de relleno suelto. (Gómez et al; 1997) La configuración de edificios piramidales asociadas a este tipo de plataformas menores emplazadas hacia el Noreste, se encuentra enmarcada dentro de una prolongada continuidad arquitectónica a través del tiempo. El edificio de Huaca de La Luna, presenta una de estas plataformas de menor tamaño (Plataforma III), con una plaza adyacente, hacia el oeste (plaza 4). Estas se hallan hacia el noreste del edificio principal (Uceda et al 1995 Fig 1). Las investigaciones llevadas acabo en el sitio, han propuesto una no inclusión de la plataforma III, en la estructura del edificio de huaca de La Luna, cuando menos durante la función y ocupación de esta. Esto se basa en aspectos evidénciales tales como la reorientación de la plaza (Plaza 4) anexada a esta posterior plataforma (hacia el Oeste de esta y no al norte, como las anteriores); así como la inexistencia de un sistemas de accesos y comunicación entre la plataforma III y el edificio; teniendo en cuenta por último, que los adobes utilizados en esta edificación, a diferencia de los del resto del complejo, presentan marcas de fabricante, en su totalidad. (Uceda y Tufinio 2003 : 215) Otro de los sectores arquitectónicos incluido tardíamente, al modelo del edificio de Huaca de La Luna, corresponde a la Plaza 3, las que al parecer, solo fueron construidas en el edificio del valle de Moche, a partir de las ultimas fases constructivas y exclusivamente diseñadas para actividades
  • 15. 15 relacionadas a eventos ceremoniales específicos (Bourget; 1998:60-64), (Bourget y Millaire; 2000:53,60). Dos de los tres sectores de esta unidad arquitectónica, se encuentran cronológicamente diferenciados, contando cada uno de ellos, con evidencias de ritos y ceremonias específicas desarrolladas en esta sección e inferidas a partir de los hallazgos de restos de individuos con señales de haber sido sacrificados de modos distintos (Bourget, 1997; Uceda, 1997). Sin embargo, debemos recordar, que la particularidad del rito implica una persistente repetición de las actividades ceremoniales, tanto en el contenido del discurso como en la intervención parafernálica de los artefactos y ambientes. La inexistencia de ambientes similares en el emplazamiento de la plaza 3 para momentos mas tempranos, así como la ausencia de cadáveres (dispuestos en similar postura), indicaría que el requerimiento espacial de estas actividades fueron asimiladas tardíamente, cuando menos en este sector del edificio. Este tipo de estructuras como la Plaza 3 A y plataforma II, (entre otras) de Huaca de La Luna, no han sido reportados en el modelo del edificio de Huaca Cao Viejo. Otro de los casos referente a elementos arquitectónicos complementarias en el modelo ulterior del edificio de Huaca Cao viejo, responde a dos estructuras (RE3 y RE4) (Franco et al 2003 : 132) (Lam. 02 D.), contiguas elaboradas bajo el nivel de superficie, de planta rectangular, con un largo promedio de 18 y 20 m.; un ancho de 3.8 y 4.1 m., y una profundidad de 3.3 m.; sin accesos evidentes. Estas estructuras de una posible función administrativas (depósitos o almacenes) (Franco et al; 1998a:74), han sido elaboradas con adobes altos, marcados. Se encuentran asociadas tan sólo a la últimas fases constructivas del edificio (Fases “B”, “A”), ya que no presentan evidencias de anteriores estructuras similares, subyacentes a estas. El cese de su función y clausura (soterrados), se vincula a nuevas actividades de carácter funerario de contextos intrusívos, con ofrendas cerámicas de los estilos M .IV y M. V, (Ibid. 75),
  • 16. 16 lo cual podría estar indicando el abandono del edificio antes de la extinción del ciclo estilístico (I-V), de la cerámica mochica. Es preciso mencionar la relación estructural existente entre los recintos RE3 y RE4, y las estructuras últimamente develadas en la esquina exterior noroeste de la Unidad I. Estas se encuentran conformadas por elementos constructivos y arquitectónicos (recintos, patios, banquetas, muros nichados, rampas, pisos, etc), elaborados con adobes altos y con marcas de fabricantes. Algunos de estos ambientes fueron interpretados como depósitos asociados a las ultimas fases constructivas del edificio “A” y “B” (Cardenas et al 2001 : 5, 33, 38, 45) (Lam. 02 E.). La utilización de las base de la plataforma piramidal en las nuevas estructuras descritas, así como el uso de las mismas técnicas de construcción y de adobes de las mismas características a los utilizados en los recintos 3 y 4, plantea la posibilidad de corresponder a una misma unidad arquitectónica anexa al edificio en sus dos últimas fases constructivas y cuya función estaba dedicada a actividades de carácter administrativo (Ibid 47-49).(Lam. 05) La discutida inclusión de estas dos unidades arquitectónicas (Montículo I y la conjunción de Estructuras nichadas / RE3 y RE4), al ulterior modelo del edificio, debe ser confrontada a la interrogante, de si estuvieron consideradas desde la realización del diseño original y presentes en las tempranas fases constructivas o fueron incluidas posteriormente por efectos de cambios trascendentes en el transcurso de las actividades realizadas en las ultimas fases. Las funciones administrativas, serian inherentes a las actividades sacras del edificio6 desde sus tempranas fases, donde estructuras como los pozos duales, correspondientes a las fases constructivas tempranas, incluidas al interior de ambientes de carácter público y connotaciones hieráticas (como el caso de la plaza principal del templo), estarían vinculadas a actividades de carácter ofrendatorio. La 6 La concentración de riqueza y poder colectado por las actividades ofrendatorias en el templo, establecería una formación que conjugaría a la estructura administrativa secular con la jerarquía religiosa, donde la redistribución y la manipulación económica son la razón fundamental para la existencia de la administración (Topic 1982: 278).
  • 17. 17 clausura de los mismos, en fases constructivas subsiguientes, no excluirían de dichas funciones al templo, lo que relacionado a la aparición de Unidades arquitectónicas totalmente diseñadas a esta función y de mayores dimensiones (Ambientes nichados y los depósitos RE3 y RE4), fortalecería las actividades administrativas del templo. Funciones de la misma índole, pero mejor definidas en respecto a la recaudación y la redistribución; como respuesta a una actividad de tributación7 de carácter mas gubernativo, realizadas ahora ya no en estructuras incluidas dentro de ambientes ceremoniales, sino en unidades específicamente diseñadas para dicha actividad, incluyendo en su modelo ambientes ceremoniales como la conjunción de las estructuras descritas y patios. Estos tipos de adiciones de unidades arquitectónicas al diseño original, al igual a los suscitados en el sector Este del edificio de Huaca de la Luna (cuando menos en la Plaza 3 A. y las plataformas II y III) sugieren la manipulación intencional en el rediseño del edificio, cuando menos entre las primeras y las ultimas fases constructivas, adicionándose o suprimiéndose estructuras, áreas de actividad y hasta unidades arquitectónicas, las cuales podrían producir nuevos complementos a la función original del edificio sugerido tal vez por distintos conceptos politicos-ideológicos. Entre los resultados de mayor consideración en la investigación que viene realizando el P.A.C.E.B., corresponde a la información del crecimiento volumétrico del edificio en el transcurso de su existencia ocupacional, comprendido a través de una secuencia constructiva. De esta manera se deduce que las actuales dimensiones volumétricas del monumento son el resultado de sucesivas ampliaciones y/o remodelaciones practicadas sobre las antiguas estructuras subyacentes, las cuales fueron soterradas con los mismos materiales de construcción antes de plantear una nueva edificación en su mismo 7 Queremos hacer notar una diferencia en nuestra investigación entre la ofrenda y el tributo; considerando a la primera como una dadiva que se ofrece en muestra de una ferviente gratitud propiciatoria, esencia del intercambio reciproco entre el donatario y el numen que viene a ser la huaca; por lo tanto las ofrendas en el sitio se encuentran antes de la construcción del edificio, durante el funcionamiento de este, y posterior a su abandono, tal y como lo viene constatando el PACEB. Por otro lado el tributo, es entendido como un pago obligado e impuesto, establecido por el sistema gubernamental, no exceptuado de la religión, cuya cuantía se destina al sostenimiento de las cargas públicas. El análisis arqueológico de estas actividades, nos sugiere hacer la diferenciación entre la denominación Huaca, de, Edificio de la huaca. (Vargas 2001 : 36,37).
  • 18. 18 emplazamiento. Se ha identificádo hasta el momento siete fases arquitectónicas (A-G) que harían referencia a igual número de Edificios (modelos), construidos.(Franco et al 2003 :128). El proceso de crecimiento secuencial del edificio de Huaca Cao Viejo expresa una continuidad del modelo arquitectónico Pirámide- Plaza- Anexo Este, en todas las siete fases ocupacionales del edificio, cuando menos evidentes a partir del cuarto proyecto de ampliación (denominado edificio “D”) (Franco et al; 2001: 7). Cada uno de estas fases arquitectónicas superpuestas, exponen sus inherentes técnicas constructivas y tipológicas, en el uso y manejo de los materiales constructivos utilizados, sobre todo observadas en las características formales y dimensionales del adobe. Incuestionables cambios son observados en la técnica constructiva utilizadas entre las primeras fases constructivas (Fases “G”, “F”, “E” y “D”) y las dos ultimas (Fases “B” y “A”). Si bien es cierto en que ambos períodos se emplea el relleno constructivo a base de segmentos, los vinculados a las primeras fases utilizan bloques de dimensiones irregulares elaborados a su vez con adobes paralelepípedos con marcas de gavera de caña y de una gran variabilidad dimensional, tramados a tizón y a soga, restando estabilidad estructural a los rellenos. M. Reindell (1993), observo características similares en los edificios de Dos Cabezas, Licapa, Castillo de Tomaval, Castillo de Sarraque, Fachen. Colpán y Chamalca. (Reindell 1993: 433). Sin embargo, en las tres ultimas fases constructivas en el edificio de Cao Viejo, la utilización de bloques de adobes de formas y dimensiones mas homogéneas entre sí, es una constante. Los adobes (paralelepípedos altos y marcas de gavera de caña), presentan dimensiones uniformes, y se hallan dispuestos alternadamente de tizón con hiladas soga, lo cual redunda en una mayor estabilidad de los rellenos constructivos. (Lam. 03 B. y D.)
  • 19. 19 La reutilización de adobes planos (con improntas de gavera de caña), perteneciente a fases constructivas precedentes, fue muy frecuente en las estructuras de las dos últimas fases, diferenciándose de las tempranas en la particular forma de asentarlos en hiladas de costado (Gálvez et al 2003 : 115) (Lam. 03 E.) De similar forma las paredes de algunos ambientes arquitectónicos (Edificio D), en su totalidad fueron construidas con una técnica de tramado irregular, generando muros de dos paramentos (dos caras), asociados por un relleno de cascote al interior el cual homogeniza el vacío dejado por la deficiencia del tramado supliendo así, esta deficiencia de estructuración. Así mismo los muros secundarios, se hallan adosados a los primarios sin ningún tipo de trabazón. Todos estos inconvenientes tecnológicos son totalmente superados en la estructuración de las fases ultimas (Fases C, B y A). Se suma además a estas deficiencias estructurales propias del desarrollo tecnológico temprano (fases “G” y “F”), la utilización de adobes modelados de formas semiesféricas o lenticulares, denominados equívocamente plano-convexos (Franco et al; 1994: 71), Estos adobes modelados son utilizados en mayoría como rellenos y en algunos casos, dentro de cámaras de relleno cuyos muros fueron elaborados con adobes paralelepípedos bajos y con impronta de caña (Lam. 03 A y C). Estas mismas técnicas, así como las características tipológicas de los adobe, se encuentran emparentadas con las soluciones constructivas Gallinazo II y III en el valle de Virú. (Bennett; 1950: 106, 107 ; Shimada,1988: 2-3). Estas prácticas constructivas, son coetáneas a los rellenos hechos a base de segmentos de adobes tramados, desapareciendo ambas para dar paso a rellenos de adobes tramados, mas consistentes (bat), en las tres últimas fases constructivas. Un detalle interesante es la presencia de adobones de (70 X 40 X 20 cm.), conformando tanto los rellenos constructivos como en los paramentos decorados con relieves geométricos de los sectores
  • 20. 20 del frontis Norte del edificio y en el Sector Norte de la cima unidad I del edificio de la Huaca Cao Viejo durante la fase “C” (Franco et al 1995 : 53, Franco et al 1996 : 43, Franco et al 2003 : 83). Las dimensiones de estos adobes, se relacionan con la de las denominadas tapias (Tapiales), registradas en el sitio de Gallinazo por Bennett. (65x33x20 cm.) (Bennett 1950 : 67). Es probable que el tema de la dificultad en la movilización, motivada por el excesivo peso de estos, llevo a plantear a Bennett, la elaboración de estos adobes in situ, confundiendo la denominación de la técnica; sin embargo, debemos tener en cuenta que una de características particulares de la tapia esta razonada sobre el hecho de apurar el volumen de la construcción exclusiva de paramentos (no así la de rellenos), de manera mas eficaz, que al utilizar adobes con dimensiones convencionales. Esto, no esta en lógica relación, si tenemos en cuenta que la altura de los adobones descritos no exceden los 20 cm. en ambos yacimientos, no compensando la necesidad del crecimiento suplementario de las estructuras. Las dos últimas fases constructivas (“A”, ”B”), se hallan vinculadas al extensivo uso de adobes marcados (marca de fabricante) altos, de lados lisos (con improntas de caña de la gavera en menor porcentaje) (Lam. 04 B.), los cuales alcanzan su máxima difusión ente el moche III. y el IV. (Pérez 1994: 249), así como la reutilización de adobes planos dispuestos de costado, distribuidos en aparejos y bloques de dimensiones más homogéneas. Un apunte importante, es la referencia sobre la existencia temprana de adobes bajos con improntas de caña (emparentados a Gallinazo), marcados en su superficie, pertenecientes a las fases “D”, ubicados en los rellenos constructivos de la unidad I (plataforma superior), así como en la unidad III. Si bien los adobes marcados no son numerosos, estos si cumplirían con el objetivo de señalar8 una porción de los mismos dentro de la construcción del edificio (Hasting y Moseley 1975). Esto ubicaría a la tradición de marcar los adobes paralelepípedos como un precedente temprano. - 8 C. M. Hasting y M. E. Moseley (1975), propusieron un modelo interpretativo sobre la organización laboral en la erección de las grandes estructuras monumentales Moche, sobre la base del estudio de las marcas de los adobes de las Huacas del Sol y la Luna y la técnica de construcción por segmentos.
  • 21. 21 Los paramentos de los frontis de la unidad I (pirámide), durante las cinco primeras fases arquitectónicas del edificio, pasan de una sutil inclinación (casi perpendicular), la que no exceden los 4°; a una evidente inclinación de 17° (talud), correspondientes a los paramentos dispuestos en la fachada Oeste (y posiblemente Sur y Este) de las dos ultimas fases (Vargas 2001: 56). Es importante la notación, puesto que Reindel, propone que la característica en la inclinación de los paramentos sería el resultado de nuevas propuestas ideológicas en el valle, vinculadas a una tradición constructiva norteña (Cultura Lambayeque; Franco y Murga 1998), sin embargo, en el ultimo frontis oeste del edificio de Huaca Cao Viejo, dicha inclinación respondería a la necesidad de contrarrestar los potenciales desplazamientos verticales de los paramentos, puesto a que estos adquieren una inusitada altura, como producto del crecimiento vertical de las estructura tras los distinto eventos de sepultamiento del edificio. Los trabajos de prospección realizados por B. Leonard y G. Russell, en el medio y bajo Chicama, sitúan cronológicamente, a la construcción de pirámides truncas como el caso de Huaca Sintuco, Huaca Blanca (Cao Viejo) y Huaca El Brujo (las ultimas en el complejo El Brujo) utilizando adobes plano- convexos (lenticulares) y rectangulares con improntas de caña, en su construcción a partir de periodo Intermedio Temprano 3 (Leonard y Russell 1992 :34,35). Este periodo se halla asociado a contextos cerámicos vinculados a técnicas alfareras Salinar, Gallinazo y Moche temprano (Ibid : 31,32 y 33). Así mismo la presencia cultural Gallinazo en el sitio había sido ya evidenciada por J. Bird como resultado de la identificación de restos cerámicos de excavaciones procedentes del extremo sur del yacimiento arqueológico El Brujo (Bird y Hyslop, 1985:8), sin embargo, las manifestaciones de su ocupación expresadas en la asociación cerámica/arquitectónica, fueron registradas en el sitio de Paredones, por la presencia de cerámica de sencillo acabado del tipo Castillo Inciso, asociadas a estructuras hechas con adobes paralelepípedos bajos y con improntas de gavera de caña (Jiménez y Vargas; 1992: 28-32).
  • 22. 22 Es importante tener en cuenta que los contextos cerámicos ubicados en el edificio de Huaca Cao Viejo, correspondientes a vasijas de buenos y regulares acabados y alta calidad decorativa, de evidente filiación mochica, pertenecen a contextos funerarios, casi todos intrusivos, los que en mayoría se hallan asociado a las fases de construcción media y tardía del edificio (“C”, “B” y “A”), así como al período de cese de función del edificio (Franco et al. 1995), (Franco et al. 2001) (Lam. 05 D.). Contrariamente, la cerámica propia a las fases constructivas tempranas e intermedias (Fase “D” y “C”) y asociada a algunos ambientes; si bien no corresponden en mayoría a vasijas exquisitamente decoradas, si muestran óptimos acabados y se encontrarían representadas por enseres adecuados a este tipo de acontecimientos públicos, ejecutados en estos espacios ceremoniales, donde la comida y la bebida eran aspectos imperativos en las relaciones tradicionales del grupo (Topic 1994 : 118), por lo que correspondería una revisión en el uso nominal del término “cerámica domestica”, por responder esta a actividades de carácter ceremonial (Lam. 05 A y E). Estos alfares muestran una clara filiación Salinar y Gallinazo y se encuentran emparentados con los tipos White-on-red, Castillo Modeled y Castillo Incised (Strong y Evans 1952 : 295-325) (Lam. 05 F.) (ver Franco et al 2003 : Fig. 19.21 ). Los mismos, se hallan asociados a restos de botellas asa estribo, de borde acampanulado y fino acabado, (del tipo Salinar), mezcladas con otras de borde biselado, emparentadas comúnmente (aunque no exclusivamente; Kaulicke 1992), a las tempranas fases I y II de Moche. Sin embargo, no existen indicios de diferencias morfológicas y/o tecnológicas, en cuanto a restos de otros objetos (metales, maderas, textiles), que identifiquen la producción Gallinazo, Moche o Salinar, lo que podría implicar una continuidad de ciertos elementos tecnológicos y estilísticos, o tal vez, las diferencia se den tan solo a nivel de estilos cerámicos.
  • 23. 23 El corpus iconico de la decoración adscrita a las tempranas fases constructivas en Cao viejo (“F”, “E”, “D” y “C”) (Franco et al 2003 : 128-151), responden a elementos figurativos de una limitante estática comunicativa, producto del carácter reiterativo de sus mensajes, propio en imágenes iterativas (Smith y Vargas; 2000: 8), como el caso de paneles decorados con la imagen de seres animados altamente estilizados (rayas o peces), los cuales son diseminados armónicamente en todo el soporte decorativo de los muros de fachada. Uno de los tipos de representación utilizados en la decoración mural de los edificios de Huaca del Brujo y Huaca Cao Viejo, (Franco et al; 1994a:170), se halla emparentada con los relieves que Bonavia identifica como de estilo Gallinazo, en Huaca Licapa ó Huaca Mocan en el valle del Chicama (Bonavia 1974 :11). El icono identificado como serpientes entretrabadas, forma la base estructural de un amplio y difundido estilo denominado, interlocking, presente, además en el Horizonte Blanco sobre Rojo, emparentado con Salinar en el Formativo Tardío (Stumer;1954, en Bonavia; 1974: 46), evidentes tambien en la decoración arquitectónica de otros edificios como los de Grupo Gallinazo (Bennett; 1950: fig.4), Huaca Coton, en el valle de jequetepeque (Reindel; 1993: Abb:53), así como de algunos adobes hallados en el castillo de Tomaval. (com. per. M. Salinas Abril 1993) (Lam. 04 C.) Otros iconos reconocidos como el animal lunar, el decapitador, así como las figuras abstractas de las llamadas serpientes o peces bicéfalos, se hallan insertados dentro del contexto ideológico de mas de una sociedad, en la costa de los Andes centrales y septentrionales, con una continuidad existencial presente ya desde el Periodo Formativo hasta el horizonte Inca (Smith y Vargas; 2000: 1- 4) (Lam.06), esto cuestionaría a la imaginería mochica como unica usuaria de estos símbolos, sobre todo si se tiene encuenta que tanto las imágenes del animal lunar y el rostro sonriente; simplificación del decapitador (deidad de las montañas) (Ibid. 8), se hallan emparentados con estilos Gallinazo-Recuay (Makowski y
  • 24. 24 Rucabado 2000) resultando sumamente ambiguo el uso de estos iconos en la tarea de filiar una determinada cultura. Así mismo la caracterización de estos personajes antropomorfos o zoomorfos, coinciden en repetir una imagen de un solo instante escénico9 , sin la posibilidad de lograr la estructura temática iconográfica correspondiente a las fases constructivas ultimas del edificio de Huaca Cao Viejo, las mismas que estarían emparentadas a las últimas fases estilo decorativo de la cerámica mochica (Lam. 06 F.). Este ultimo contexto icónico demuestran un cambio substancial de lo anteriormente documentado, presentándose una mayor dinámica narrativa como respuesta de la añadidura de nuevos personajes menos metafísicos y mas tangibles, como el caso de sacerdotes, guerreros, pescadores (entre otros); muchas de las veces interactuando entre ellos y mostrando un pleno desenvolvimiento escenico10 . (Benson 2003 : 491,492). Esta transformación suscitada a la temprana tendencia comunicativa, donde el novedoso argumento icnográfico, tendría la necesidad de ser dados a conocer y ser propagados, encontraría explicación en una lógica consecuencia de reformulaciones (reinterpretaciones), hechas a la estructura ideológica de los mitos, los que a la vez modificarían el contenido en la disposición de ritos y ceremoniales. (Smith y Vargas 2000) Muchas de las estructuras públicas construidas en los inicios del Período Intermedio Temprano en el valle del Chicama, han sido identificadas como parte de la producción material de las sociedades Salinar, Gallinazo, y Moche (Leonard y Rusell; 1992). Así lo corroboraría el análisis arquitectónico realizado por M. Reindell (1990), quien logró establecer una clasificación secuencial de las técnicas y 9 al ser portadores de utensilios que adjudican un rol determinado, como en el caso del decapitador. 10 Tal es el caso de temas definidos no solo por los utensilios sino, además por la interrelación escénica del grupo, tales como Los Danzantes, Los Prisioneros, Los Pescadores del Tema Complejo; en la última fase constructiva del edificio de Cao Viejo.
  • 25. 25 las formas de los grandes monumentos de los valles entre Motupe y Virú, comprendido entre el Período Intermedio Temprano y el Horizonte Tardío. Características de los datos constructivos y arquitectónicos que se incluyen dentro de las cuatro primeras fases ocupacionales del edificio de Huaca Cao Viejo (“G”, “F”, “E”, “D” ), tales como adobes fabricados a mano, y otros elaborados en gavera de caña, colocados sin trabazón, en aparejos irregulares que estructuran altos edificios cúbicos, de fachadas escalonadas y rampas en zig-zag, decorados con relieves hechos en barro; son equivalentes a lo que Reindel, considera como características propias de sus fases A y B, atribuidas por él, al periodo Salinar, Gallinazo y Moche Temprano (Reindel 1993 : 447- 448). Así mismo, los rasgos en las ultimas fases constructivas en el edificio, (“B” y “A”), tales como el uso de adobes rectangulares altos con marcas de fabricante, albañilería dispuesta en hiladas de canto, así como la elaboración mejorada de bloques homogéneos de adobes como base de uniformes rellenos constructivos, se hallan emparentadas con características propias de los periodos C y D (de la clasificación de Reindel), correspondientes a una típica tradición Moche tardía, la cual se superpone a las precedentes. (Ibid 1993 : 448) CONCLUSIONES Consideramos que los evidentes cambios constructivos entre las primeras fases del edificio y las últimas, condicionan en términos generales, una optimización tanto de las formas del adobe, así como un perfeccionamiento en su distribución dentro de los aparejos constructivos. Estos detalles, no solo evidencian una superior práctica en la estructuración en la edificación, sino que además expresan una mejor y sistemática organización laboral, infiriendo que los cambios existentes entre la tecnología asociada a las tempranas fases “G-D” y las tardías “A y B”, en el edificio, demuestran un coherente
  • 26. 26 proceso de evolución tecnológica, la cual podría haberse gestado dentro de una misma tradición arquitectónica, solucionada por un mismo grupo étnico asentado en el lugar. Así también, hacemos la observación de como el modelo sufre una notable variación al confirmarse la adición de nuevas unidades arquitectónicas con funciones específicas o complementarias, tales como las estructuras ubicadas en el sector externo Oeste del edificio de Huaca Cao Viejo, interpretados como unidades arquitectónicas con funciones administrativas, hábiles en solo las dos ultimas fases constructivas. Este cambio del modelo arquitectónico, no afectaría el discurso básico de las actividades rituales en el templo, pero si al diseño arquitectónico original; el cual se ve ampliado al igual que las actividades (Funciones), del edificio, sin prescindir de los precedentes servicios, asentando así una misma pervivencia ideológica con cierta reformas que favorecerían y justificarían a los instaurados grupos en el poder. Así mismo, los símbolos más representativos de la iconografía plasmada en la arquitectura del sitio, presentan una continuidad a lo largo de toda la secuencia, apareciendo en ambos períodos, pero es en el momento tardío donde emerge un diferente método comunicativo, con nuevos discursos, la adición de nuevos personajes y una temática narrativa distinta.(Smith y Vargas: 2000) (Lam 06 E. y F.). El balance de la información, evidencia no sólo los cambios hechos al original diseño arquitectónico del edificio, sino que además plantea una seria duda sobre la exclusiva participación y uso, en la construcción y ocupación del edificio por la sociedad gestora del “generalizado” estilo cerámico Mochica, al hallarse manifestaciones tecnológicas constructivas precedentes11 y contextos 11 Los contextos de las primeras fases constructivas, comprometiendo tanto a materiales constructivos (adobes), técnicas de albañilería, simbología decorativa (iconografía) y materiales diagnósticos asociados a los estratos de los niveles de ocupación de estas fases arquitectónicas; presentan una asociación mas estrecha a Gallinazo que a la cultura Moche.
  • 27. 27 cerámicos Gallinazo y Salinar, asociados a la presencia de vasijas escultóricas de asa estribo y borde biselado, propensamente conocidas como mochica Temprano. El vinculo entre las características arquitectónicas y constructivas asociadas a los tipos cerámicos Castillo Modelado y Castillo Inciso en el sitio de Cao Viejo, parecen identificar una cultura con una trascendencia previa o coetanea a la aparición a los estilos cerámicos mochicas, que persiste hasta fines del periodo Moche II o inicios del periodo Moche III, período en que los rasgos cerámicos existentes desaparecen y la arquitectura evoluciona dentro de una misma tradición cultural. De lo expuesto, proponemos que no existen evidencias que sustente la presencia de dos tradiciones arquitectónicas como producto de dos formaciones socio-culturales distintas en la construcción del edificio de Huaca Cao Viejo, ni tampoco la intrusión de una nueva ideología en las actividades cultistas del templo12 . Por lo tanto los cambios (adiciones), suscitados al modelo entre las fases “G, F, E , D y C” y las fases “B y A”, explicarían posiblemente un proceso de reorganización del culto con una nueva reformulación del mito a través de los ritos modificados en nuevos escenarios y sustentado y difundido por un nuevo discurso iconográfico más dinámico y explicativo. Estos cambios sólo pudieron formularse al seno de una misma tradición religiosa existente en el Período Intermedio Temprano. 12 Al igual que no se encuentran evidencias en la diferenciación particular de formas, o técnicas empleadas en la elaboración de otros objetos, que no sean los estilos cerámicos Salinar- Gallinazo-Moche.
  • 28. 28 ANEXOS Lam. 01 : Ubicación geográfica del Complejo Arqueológico El Brujo y el Edificio de Huaca Cao Viejo (tomado del Programa Arqueológico Complejo El Brujo. dibujo y topografia Ing. William Yenque Mendoza) Fotografia del Frontis Principal de la Unidad I, en el edificio de Huaca Cao Viejo Lam. 02 : A. Isometría del Edificio de Huaca Cao Viejo B. Estructura de “Pozos Duales” Dibujo Bach. Segundo Lozada C. Fotografía de los “Pozos Duales”; vista de norte a Sur. D. Recintos semisubterraneos RE.3 y RE. 4 E. Isometría de Estructuras Nichadas, (Tomada de Informe de prácticas pre- profesionales. de CARDENAS, CHOLAN y QUINTANA 2001, dibujo de Carlos Araujo) Lam. 03 : A. Relleno de adobes semiesféricos. B. Relleno irregular de adobes paralelepípedos, distribuidos por Segmentos. (Tomado de Galvez et al; 2003 Fig. 3.23.) C. Celdas de contención de rellenos de adobes semiesféricos Fase “E”. D. Bloques de adobes tramados, Fase “C” (Tomado de Galvez et al; 2003 Fig. 3.12.) E. Adobes paralelepípedos bajos (reutilizados), dispuestos de canto; Fase “A”. Lam. 04 : A. Adobes utilizados en las cuatro primeras fases constructivas del edificio 1. Adobe paralelepípedo bajo moldeado, de planta cuadrangular. Fase “E” 2. Adobe paralelepípedo alto moldeado, sin estrías, Fase “B”. 3. Adobe paralelepípedo bajo moldeado, con impronta de gavera de cañas, Fases “G”- “C” 4. Adobe lenticular, modelado; Fases “G”-“D”. B. Adobes paralelepipedos moldeados, con marcas de fabricante; Fases “A” y “B” (Tomada de Informe de prácticas pre- profesionales. de CARDENAS, CHOLAN y QUINTANA 2001) C. Adobe Gallinazo con motivo de pez estilizado tallado (Tomada del registro de M. Díaz) E. Bajo relieve de pez estilizado, asociado a paramento de adobes tempranos (Fase “E”). Lam. 05 : A. Fragmentos cerámicos, Fase “D”, edificio de Cao Viejo. B. 1 y 2. Botella Asa estribo Salinar, con motivo del pez estilizado y el animal lunar (Colección del Sitema de Museos de la Universidad Privada Antenor Orrego). 3. Botella asa estribo Salinar, con motivo del pez estilizado (Colección del Museo Rafael Larco) 4. Botella de similar morfología en el asa estribo, hallada en entierros que intruyen pisos de estructuras de la Fase “D” (tomado de Franco et al 2003 Fig. 19.3. C.) C. Botella asa estribo, Moche V., asociada a entierros intrusivos, a los recintos RE3 y RE. 4, en el edificio de Cao Viejo. D. Botellas asa estribo asociadas a entierros intrusivos, Tumba 1 (D. 2) y la tumba 2 (D. 1), (tomado de Franco et al 2003 Fig. 19.3. e y g) E. Fragmento (E.2), hallado dentro de los ambientes de la Plataforma Superior; correspondiente a características de similar morfología que la del cuenco “Gallinazo” (D.1), perteneciente a la Colección del Museo Rafael Larco) F. Cerámica asociada a relleno arquitectónico en la parte baja del Frontis Oeste del edificio de Cao Viejo (tomado de, Franco et al 2003 Fig. 19.21) Lam. 06 : A. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico de una columna arquitectónica de la Fase “E”, en la plataforma superior del edificio de Huaca Cao Viejo. B. Diseño de pez estilazado, correspondiente a los motivos de una de las caras del ídolo de Pachacamac. C. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico de una vasija de la cultura manteña (Ecuador) D. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico de una vasija de la cultura Wari; colección del Museo de Arqueología, Antropología e Historia de la UNT. E. Diseño de pez estilazado, correspondiente al motivo pictórico del muro perimétrico del patio en la plataforma Superior; edificio de Cao Viejo, Fase “E”. F. “Tema Complejo 1”, Diseños en relieve en el frontis del recinto RE. 1, en Cao Viejo; Fase “A”. (tomado de Franco y Vilela 2003 ; Lam. 13.1) D. Diseño de peces estilazados; diseño iterativo en el edificio de Huaca Licapa, Valle del Chicama.
  • 29. 29 BIBLIOGRAFIA BENNETT, Wendell C. 1939 Archaeology of the North Coast of Peru. An Account of Exploration and Excavation in Viru and Lambayeque Valleys. Anthropological Papers of the American Museum of Natural History, 37 (1). New York, The American Museum of Natural History. 1950 The Gallinazo Group, Viru Valley, Peru. Yale University Publications in Anthropology, 43. New Haven, Connecticut. BENSON, Elizabeth 2003 Cambios De Temas Y Motivos En La Cerámica Moche En : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. I, pp. 477-495. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003 Briceño, Jesús y George, GUMERMAN. 2003 Santa Rosa - Quirihuac y Ciudad de Dios: asentamientos rurales en la parte media del valle de Moche En : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. I, pp. 217-243. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003 BIRD, Junius y John HYSLOP 1985 The Preceramic Excavations at the Huaca Prieta Chicama Valley, Peru. En: Anthropological papers of the American Museum of Natural History New York. Volume 62: Part 1. BONAVIA, Duccio 1974 Ricchata Quellccani. Pinturas murales prehispánicas. Lima, Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú. BOURGET, Steve 1998 Excavaciones en la Plaza 3a y en la Plataforma II de la Huaca de la Luna durante 1996. En: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1996. Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, págs. 43-64. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad - Trujillo. BOURGET, Steve y Jean Françoise MILLARIRE 2000 Excavaciones en la Plaza 3a y Plataforma II de la Huaca de la Luna. En: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1997. Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, págs. 47-60. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo. CAMPANA, Cristóbal 2000 Tecnología Constructiva De Tierra En La Costa Norte Pre-Hispanica. Instituto Nacional de Cultura Departamental de La Libetad. 4º Curso Internacional del Adobe. Pat’ 99. Trujillo. 1994 La cultura Mochica. Lima, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. CARDENAS, S. Carlos, Diomedes CHOLAN y Rodolfo QUINTANA 2001 Estudio de Espacios Arquitectónicos y Secuencia Constructiva al Noreste De Huaca Cao Viejo, Complejo Arqueológico “El Brujo” Valle Chicama. Informe de prácticas pre- profesionales (Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Trujillo.
  • 30. 30 DONNAN , Christopher B. 2003 Tumbas con Entierros en Miniatura: Un nuevo Tipo Funerario Moche : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. I, pp. 43-78. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003. DONNAN, Christopher y Guillermo COCK 1983 Excavaciones en Pacatnamu En: Revista de Museo Nacional XLVII. 53-72. Lima. FRANCO Régulo, César GÁLVEZ, Segundo VÁSQUEZ. 2003 Modelos, Función Y Cronología De La Huaca Cao Viejo, Complejo El Brujo : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. II, pp. 125-176. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003. 2001 Desentierro y Reenterramiento de una Tumba de Elite en el Complejo El Brujo. Programa Arqueológico Complejo “El Brujo”, Boletín Nº 2, Lima . 1998a Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1998. Fundación Augusto N. Wiese, INC- La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo. 1998b Desentierro Ritual De Una Tumba Moche. En: Revista SIAN, Nº 6: 9-18, Trujillo 1998c Reposición De Un Muro Mochica Con Relieves Policromos Huaca Cao Viejo, Complejo El Brujo”. En: Arkinka Nº 43: 82-91, Lima. 1997 Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1998. Fundación Augusto N. Wiese, INC-La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo. 1996 Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1996. Fundación Augusto N. Wiese, INC-La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo. 1995 Programa Arqueológico Complejo El Brujo. Informe 1995. Fundación Augusto N. Wiese, INC-La Libertad y Universidad Nacional de Trujillo. 1994 Arquitectura y Decoración Mochica en la Huaca Cao Viejo, Complejo El Brujo: Resultados Preliminares”. En: Moche. Propuestas y Perspectivas. Actas del Primer Coloquio Sobre la Cultura Moche-1993. Travaux de L’Institud Francais D’Etudes Andines, pp. 147-180, Lima. FRANCO JORDÁN, Régulo y Antonio MURGA CRUZ 1998 Un Modelo Arquitectónico De Piedra, Complejo Arqueológico El Brujo”. Medio de Construcción 138: 16-22. Lima, 1/2 de Construcción S. A. FORD, James A. y Gordon R. WILLEY 1949 Surface Survey of the Virú Valley, Peru. Anthropological Papers of the American Museum of Natural History, 43 (1). New York. GÓMEZ, Janie, Félix MACKIE y Javier RIVERA 1997 El Montículo I: una estructura Moche al noreste de Cao Viejo, valle de Chicama. Informe de prácticas pre-profesionales (Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Trujillo. GOYCOCHEA, Carmen Elena 2000 Complejo Arqueológico El Castillo- Valle de Santa: Un Estudio de la Arquitectura y Función en la estructura - A. Proyecto de investigación para optar el Título de Licenciado en Arqueología. Facultad de C.C.S.S. –Universidad Nacional de Trujillo.
  • 31. 31 HASTINGS, C. Mansfield y M. Edward MOSELEY 1975 The Adobes Of Huaca Del Sol And Huaca De La Luna. American Antiquity 40 (2): 196-203. Washington, D.C., Society for American Archaeology. JIMÉNEZ, Jaime y Denis, VARGAS 1992 Secuencia Ocupacional En El Sector Paredones. Informe de prácticas pre-profesionales (Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Trujillo. KAULICKE, Peter 1994 La Presencia Mochica en el Alto Piura: Problemática y Propuestas. En: Moche: propuestas y perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Travaux de l’Institute Français d’Etudes Andines pp. 327-358. Lima. 1992 Moche, Vicús-Moche y el Mochica Temprano. Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos 21 (3): 853-903. Lima. LARCO H., Rafael 1938 Los Mochicas. Tomos 1 y 2. Editorial Rimac S.A., Lima. 1948 Cronología Arqueológica del Norte del Perú Sociedad Gráfica Americana. Biblioteca del Museo Arqueológico “Rafael Largo Herrera” Buenos Aires. LEONARD, Banks y Glenn RUSSELL 1992 Informe Preliminar: Proyecto de Reconocimiento Arqueológico del Chicama, Resultados de la primera temporada de campo,1989. LUMBRERAS, Luis G. 1983 Los Origenes De La Civilización En El Antiguo Perú. Editorial Milla Batres, Lima- Perú. 1984 La Cerámica Como Indicador De Culturas: en Gaceta Arqueológica Andina N° 12 Diciembre 1984 Lima-Peru. MAKOWSKI, Krzysztof 1994 Los señores de Loma Negra. En: Vicús, Krzysztof Makowski y otros, págs. 83-141. Colección Arte y Tesoros del Perú. Lima, Banco de Crédito del Perú. MAKOWSKI, Krzysztof y RUCABADO Julio 2000 “Hombres y Deidades en la iconografía Recuay”. En: Dioses del Antiguo Perú, pp. 199-235. Colección Arte y Tesoros del Perú BANCO DE CREDITO DEL PERU LIMA-PERU NARVAEZ, Alfredo 1994 La Mina: Una Tumba Moche I En El Valle De Jequetepeque. En: Moche. Propuestas y Perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993) Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Actas del Primer Coloquio Sobre la Cultura Moche-1993. Travaux de l’Institud Francais d’Etudes Andines, pp. 59-92. Lima.
  • 32. 32 PÉREZ, Ismael 1994 Notas Sobre La Denominación Y Estructura De Una Huaca Mochica En Florencia De Mora, Valle De Moche. En: Moche: propuestas y perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda, Elías Mujica, editores. Travaux de l'Institute Français d'Etudes Andines 79: 222-250. Lima, Universidad de La Libertad - Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. REINDEL, Markus 1990 Arquitectura Monumental Del Intermedio Temprano En El Perú. Revista del Museo de Arqueología 1: 119-143. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo. 1993 Monumentale lehmarchitektur am der Nordküste Perus. Eine reprasentative Untersuchung nach-formativer Grobbauten von Lambayeque-Gebiet bis zum Viru-tal. Bonner Amerikanistische Studien 22. Bonn. 1993 ”Baumaterialien, Konstruktionsstechniken und Bauformen der Monumentalen Lehmarchitektur an der Nordküste Perus”. Beiträge zur Allgemeinen und Vergleichenden Archäologie 13: 331-383. Mainz. 1997 Aproximación a la arquitectura monumental de adobe en la costa norte del Perú. En: Arquitectura y Civilización en los Andes Prehispánicos – Elisabeth Bonnier y Henning Bischof, editores. Archaeologica Peruana 2: 90-106. Mannheim, Sociedad Arqueológica Peruano- Alemana y Reiss-Museum Mannheim. SHIMADA, Izumi y Adriana MAGUIÑA 1994 Nueva visión sobre la cultura Gallinazo y su relación con la cultura Moche”. En: Moche: propuestas y perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Travaux de l’Institute Français d’Etudes Andines pp. 31-58. Lima. SMITH, Kimbra y Denis, VARGAS 2000 Iconographic Evidence for Socio-Political shifts on the North Coast of Perú during Moche III. Paper presentado en: “28th . Annual Midwest Conference on Andean and Amazonian Archeology and Etnohistory”. Fort Wayne 26 - 27. February, 2000 STRONG, William D. y Clifford EVANS, Jr. 1952 Cultural Stratigraphy in the Viru Valley, Northern Peru: The Formative and Florescent Epoch. Columbia Studies in Archaeology and Ethnology, 4. New York, Columbia University Press. TOPIC John R. 1994 El Izamiento Del Gallardete En Huamachuco. En En El Nombre Del Señor. Millones L. Y Lemlij M. Biblioteca peruana de Psicoanalisis, Seminario interdisciplinario de estudios andinos. Lima, Perú. TOPIC, Theresa Lange 1982 The Early Intermediate Period and its legacy. En: Chan Chan: Andean Desert City, M. E. Moseley y K. Day, editores, págs. 255-284. Alburquerque, The University of New Mexico Press. 1977 Excavations at Moche. Tesis doctorado. Department of Anthropology, Harvard University. Cambridge.
  • 33. 33 UBBELOHDE-DOERING, Heinrich 1967 On The Royal Highways of the Inca Archeological Treasures of Ancient Perú, Frederick A. Praeger New York-Washingon. UCEDA. Santiago y Moisés TUFINIO 2003 El Complejo Arquitectónico Religioso Moche De Huaca De La Luna: Una Aproximación A Su Dinámica Ocupacional. En : MOCHE: HACIA EL FINAL DEL MILENIO. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores, T. II, pp. 179-228. Lima, Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003. UCEDA, Santiago y Elías MUJICA 1998 Nuevas evidencias para viejos problemas: a manera de introducción. En: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1996, Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, págs. 9-16. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad- Trujillo. UCEDA, Santiago, Elías MUJICA y Ricardo MORALES 1997 Investigaciones en la Huaca de la Luna 1995. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad - Trujillo. VARGAS, Denis 2001 Cambios Arquitectónicos en El Edificio de Huaca Cao Viejo – Complejo Arqueológico El Brujo – Valle del Chicama. Proyecto de investigación para optar el Título de Licenciado en Arqueología. Facultad de Ciencias Sociales –Universidad Nacional de Trujillo. WESTER, Carlos 1999 Ocupación Gallinazo En La Sección Media y Baja Del Valle De Zaña Proyecto de Investigación para optar el Titulo de Licenciado en Arqueología. Facultad de Ciencias Sociales - Escuela de Arqueología . UNT. WILLEY, Gordon R. 1953 Prehistoric Settlement Patterns in the Virú Valley, Perú. Smithsonian Institution, Bureau of American Etnology, Bulletin 155. Washington, D.C.
  • 34. 34
  • 35. 35
  • 36. 36
  • 37. 37
  • 38. 38
  • 39. 39