La Capitulación de Burgos de 1508 dividió la tierra firme o continente americano en dos gobernaciones: Castilla de Oro, gobernada por Diego de Nicueza, y Nueva Andalucía, gobernada por Alonzo de Ojeda. Estas gobernaciones comprendían los territorios de Panamá, Colombia y Venezuela. El gobierno ibérico estableció estas gobernaciones como los primeros sistemas de gobierno para asegurar las riquezas del Nuevo Mundo.