El documento resume el origen y desarrollo del nuevo Código Procesal Penal chileno, el cual sustituyó al sistema inquisitivo previo con uno acusatorio. Explica que la reforma surgió de la necesidad de adecuar el sistema a los derechos humanos y al debido proceso. Luego de un proceso de varios años que incluyó la participación de académicos y reformas legales, el nuevo Código entró en vigencia en 2000, estableciendo un sistema acusatorio oral y público.