plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
Caracterizar la andragogia en estos tiempos
1. La Andragogía nos ha señalado algunos planteamientos fundamentales:
1. Hay diferencias fundamentales entre los modos de aprender de niños y de adultos. Por
lo tanto, la manera de concebir y desarrollar las estrategias de aprendizaje ha de ser
diferente para unos y otros.
2.
3.
El adulto aprende desde la valoración y el análisis de su experiencia, y la de otros; desde la
construcción permanente de sus proyectos de vida y enfocando los problemas que surgen del
desempeño de sus roles sociales.
2) Por ser el adulto responsable de su propio proceso de aprendizaje, y con
una fuerte tendencia a la autodirección, la educación debe ser necesariamente
personalizada. Debe tener como punto de partida los intereses personales, las
búsquedas vitales de los seres humanos concretos. Y, aunque parezca
contradictorio, esto sólo se logra mediante la conformación de comunidades de
aprendizajes entre personas.
3) En la educación entre adultos, no existe el binomio enseñanza-aprendizaje;
el aprendizaje lo es todo. Porque no es el sistema institucional el protagonista,
sino cada una de las personas que decide aprender. Siguiendo lo anterior, se
hacen difusas las fronteras entre el educador y el educando. Independientemente
de los roles formales, todos los involucrados en procesos formativos son
aprendices permanentes. Este es un punto altamente revolucionario.
La Andragogía nos permite fijar la mirada en el modo como los adultos vamos
construyendo nuestros procesos de aprendizaje, y todos los factores asociados
con ello. Es decir, nos ayuda a ensanchar la perspectiva que tenemos en relación
con los ambientes, las formas y las temáticas referidas a la educación entre
adultos en el complejo mundo de hoy.
Por otra parte, la Andragogía ha contribuido a refundar una visión humanista
de la educación. Ello permite ver a las personas que aprenden como seres
2. multidimensionales, integrales, que requieren de ambientes y oportunidades para
crecer en todos los sentidos posibles. Esta es, aún hoy día, una contribución
interesante para dar relevancia a los seres humanos como tales, en una época en
que predomina una visión mercantilista y atomizada de la educación.
En cuanto a propuestas metodológicas, son innegables los aportes de la
Andragogía a la educación entre adultos. Ha incidido en la adopción de prácticas
más participativas, como por ejemplo la dinámica de grupos, el empleo del
contrato de aprendizaje, y ha fortalecido el uso del método de proyectos.
También podemos decir que la Andragogía lleva en sí misma una postura que
puede ser transformadora. Supone que, por ser los adultos seres con tendencia a
la autonomía, responsables de sí y de la convivencia con otros, con proyectos de
vida en marcha, requieren para su formación ambientes flexibles, participativos,
integrales. La apertura de estos espacios implica un ablandamiento de las
estructuras educativas dominantes, caracterizadas por su rigidez tanto en los
ámbitos formales como en los comunitarios. La Andragogía, pues, puede ser una
brisa fresca en el endurecido sistema educativo existente.
No obstante, también consideramos que la disciplina andragógica en los
últimos años ha vivido una ausencia de aportes significativos relevantes, que la ha
desvalorizado como propuesta alternativa y la ha reducido a un conjunto de
estrategias circunstanciales. De aquí que al preguntarnos por el sentido y los
términos desde los cuales hemos de hablar de Andragogía, hemos de señalar que
lo haremos no sólo considerando los legados originales de Knowless y Adam,
entre otros, sino también ofreciendo una mirada crítica a una corriente educativa
que aún tiene mucho que decirnos, y finalmente la estamos recreando según una
perspectiva actual, científica y estratégica.
En consecuencia, creemos que, valorizando los aportes que nos ha traído la
Andragogía, ya es hora de darle otra mirada, más crítica. Hacerlo es ponerla de
3. nuevo en el horizonte de las reflexiones vitales sobre el mundo de la educación
hoy día. Esta mirada parte de cuatro interrogantes básicos:
Principios de Andragogía
En los procesos formativos de adultos, o entre adultos, desde Kowless, la
Andragogía habla de aprendizaje autodirigido. Ello significa que cada adulto es
responsable de su proceso de aprendizaje, y por ende de su transformación
personal. Así, acompañado por el docente facilitador, el adulto aprendiz asume por
sí mismo nuevas oportunidades de crecimiento cognoscitivo, psicológico,
emocional y axiológico (Gutiérrez y Román, 2005). Este principio pone al sistema
educativo a girar en torno a los intereses y necesidades de cada persona, hecho
que se opone a que la persona tenga que adaptarse a un currículum
preestablecido. En distintas ocasiones, escuché a Félix Adam referir que el diseño
curricular es una mera referencia para nutrir la experiencia formativa como tal.
El aprendizaje autodirigido trae consigo el supuesto de que el aprendiz no
requiere depender unívocamente de un monitoreo ni de una evaluación externas,
puesto que es capaz de mirarse y analizarse a sí mismo a lo largo del proceso
formativo y responder por sus actos. Ello nos lleva a encontrarnos con el principio
de autorregulación. Este implica que cada persona puede y debe dirigir su propia
conducta, formulando sus metas y asumiendo sus acciones, que evaluará de
modo permanente según sus efectos (Pereira González, 2005). Así, el rol del
participante adulto jamás puede reducirse a ser un simple receptor de
conocimientos, puesto que conlleva el análisis crítico de cualquier problemática
que comprometa su contexto vital, con el propósito de plantear y asumir
soluciones constructivas (Adam, 1987).
El hecho de asumir los principios de autodirección y autorregulación no
significa que la experiencia educativa considere a los adultos como seres aislados,
4. como unidades cerradas en sí mismas. Por el contrario, la Andragogía tiende al
aprendizaje compartido, al encuentro cara a cara, a la conformación y
sostenimiento de grupos pequeños, dados a la confrontación permanente. Esto
implica dos cosas importantes:
1) Es necesario crear un ambiente humano ideal para viabilizar los
procesos de aprendizaje de cada cual y de todos, ambiente que favorezca la
libre expresión. Sus reglas de juego han de ser creadas por todos, aunque
susceptibles de ser transformadas. El propósito es favorecer que cada
persona pueda conocerse cada vez más a sí misma y a los demás, y desde
ese conocimiento trazar sus propias metas y acciones para su propio
beneficio y el de otros.
2) Las relaciones interpersonales han de orientarse según el principio de
horizontalidad, y ello no niega el cumplimiento de roles específicos, tales como
el de docente facilitador. Todos los adultos involucrados en una experiencia
formativa andragógica, desde sus propios requerimientos y roles, han de
ejercer una democracia plena, que sustente un sistema de relaciones
horizontales, dando a todos los presentes las mismas posibilidades de acción,
respetando la libertad de pensamiento y de palabra. Así, no sólo se minimiza
la interferencia y posible coacción de unos hacia otros, para que cada cual
lleve adelante sus procesos de aprendizaje, sino que el equipo como tal puede
crear la energía adecuada para aportar significativamente y de modo
provechoso en los aprendizajes colectivos y personales.