Carol Gilligan, psicóloga y feminista, investiga cómo se transmiten los roles de género patriarcales desde la infancia. Explica que entre los 4-7 años los niños aprenden a ocultar su sensibilidad emocional para ser "más niños", mientras que a las niñas entre 11-15 años se les dice que deben callar su voz propia para ser aceptadas. Gilligan concluye que debemos escuchar a las niñas de 11 años antes de que se silencien, y evitar que niños y niñas pierdan su apertura emoc
Carol Gilligan - Si quiere una voz honesta, escuche a las niñas de 11 años
1. 20/05/13 "Si quiere una voz honesta, escuche a las niñas de 11 años"
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Carol Gilligan, filósofa, psicóloga y feminista
IMA SANCHÍS
N
"Si quiere una voz honesta, escuche a las niñas de 11 años"
Foto: Jordi Roviralta
ormalmente yo estoy en su situación.
¿Preguntando y escuchando?
E identificando esos discursos que repetimos, pero que no salen del corazón.
¿De eso versa el estudio al que ha dedicado la vida?
Investigo la relación entre mujeres y niñas, y entre hombres y niños, cómo y cuándo les
transmitimos una manera de estar en el mundo: el modelo patriarcal.
¿En qué consiste?
Desde la infancia establecemos diferencias en la formación de la conciencia moral de hombres y
mujeres. En los hombres predomina una conducta basada en normas y criterios de justicia,
mientras que en las mujeres tienen más importancia la relación afectiva y la empatía emocional.
¿No es algo natural?
Nacemos con una capacidad de comunicarnos y el deseo de vivir relacionándonos con otras
personas. Dentro de nosotros todos tenemos los requisitos para el amor y la ciudadanía
democrática. Pero para construir una sociedad patriarcal no democrática hay que romper esos
requisitos naturales.
¿Y cuándo se quiebran?
Cuando los niños se convierten en niños (entre los 4 y 7 años), y las niñas en niñas, a partir de
los 11 años hasta los 15.
¿Cómo?
Los niños son muy sensibles emocionalmente, y se convierten en niños en la escuela, cuando se les presiona para que sean un
niño más. Así ocultan aquella parte que hay en ellos que haría que sus compañeros los vieran como niñas. Se les enseña a ser
seguros y a hablar alto y claro, para eso deben silenciar su voz interior, sus dudas, su ternura. Es una manera de sacrificarlos.
¿Qué ocurre con las niñas?
Si quieres oír una voz clara y honesta, debes escuchar a las niñas de 11 años; justo antes de esa iniciación en la que se les dice
que si quieren ser queridas y respetadas, tienen que silenciar su voz.
¿Quién dice eso?
Nuestra sociedad patriarcal. La investigación que hice con niñas de esa edad tuvo un impacto enorme, estuvo en la portada de The
New York Times y el titular era: "Confiada a los 11 años, confusa a los 15". A las niñas de esta edad continuamente se les dice:
"Esto no lo digas, porque a la gente no le gusta".
20/05/2013 - 00:00
Voz propia
Fue docente en las
universidades de Harvard y
Cambridge y tiene escritas
varias obras de referencia
basadas en sus investigaciones
sobre el desarrollo de las niñas
y de los niños, explorando los
puntos muertos en las
relaciones entre hombres y
mujeres. Su nombre ha
aparecido en la lista de las 25
personalidades más
influyentes de la revista Times,
y tiene un mensaje claro y
contundente: "Nuestros hijos
son seres empáticos y sensibles
hasta que los convertimos en
niños, y nuestras hijas tienen
una voz propia y clarividente
hasta que las convertimos en
mujeres, es el precio de la
sociedad patriarcal". Gilligan
ha dado una conferencia en la
Fundació Víctor Grífols i
Lucas.
Lunes, 20 de mayo 2013
La Contra
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2. 20/05/13 "Si quiere una voz honesta, escuche a las niñas de 11 años"
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¿Sí?
Sí, lo que pasa es que está tan asumido, que no nos damos cuenta, pero entre mujeres es habitual decir una cosa en privado y otra
en público.
¿Enseñamos a las niñas a callar?
Sí. Cuando las niñas están bajo la presión de decir lo que realmente piensan y creen, se resisten. Se silencian a sí mismas porque
se supone que una buena mujer no debe tener voz propia.
¿Los niños pueden tenerla?
Habitualmente, las descripciones de sus propias vidas son, en hombres y niños, descripciones falsas. Pero no es así antes de la
iniciación: si un padre o una madre no quieren que algo se sepa, deben silenciar al niño, que es perceptivo y sabe captar
perfectamente los estados de ánimo y las verdades.
¿Qué podemos hacer?
Reconocer sus verdades. A las niñas de 10 y 11 años hay que escucharlas y animarlas a pensar contigo, darles la oportunidad de
que digan lo que sienten y piensan realmente. Evitar que separen mente y cuerpo.
Entiendo.
Es muy importante que niñas y mujeres hablen de manera honesta, que les expliquemos lo que sabemos; pero esa conversación a
menudo no sucede. Todas sabemos cómo nos adaptamos al mundo, sobre todo en la relación que establecemos con los hombres.
...
Lo importante para ellas es que permanezcan en contacto con sus propios deseos y evitar la presión que se ejerce sobre ellas para
que no sepan lo que quieren, es decir: para que se centren en lo que otros quieren y lo que otros quieren que quieran.
¿A qué otras conclusiones llegó trabajando con niños y hombres?
Durante años me he reunido con padres de niños de entre 4 y 5 años. La pregunta clave era: "¿Qué veis en vuestros hijos que os
hace deciros a vosotros mismos: 'Espero que nunca pierda esto'?".
¿Cuál es la respuesta?
Coinciden en que no quieren que pierdan su apertura emocional, su espontaneidad. Y todos los padres afirman que a medida que
ellos se fueron haciendo mayores tuvieron que sacrificar esas cualidades.
¿Para ser aceptados?
Sí, y quieren que sus hijos se hagan hombres sin perder esas cualidades de la infancia, pero sin soportar que su sensibilidad les
dé problemas con sus compañeros.
Es triste lo que cuenta.
Mis estudios muestran dónde podemos intervenir para evitar que se repitan patrones que nos llevan a traumas, tragedias y
problemas. Debemos plantearnos si queremos transmitir a nuestros hijos las pérdidas que nosotros hemos experimentado.