La fibra óptica se utiliza ampliamente en redes de telecomunicaciones para transmitir grandes cantidades de datos a largas distancias y velocidades altas. Los cables submarinos de fibra óptica, instalados en el fondo del mar, son un método importante para transmitir datos entre continentes de forma más rápida que los satélites. La historia de los cables submarinos comenzó en 1850 con el primer cable eléctrico que cruzó el Canal de la Mancha, mientras que los modernos cables submarinos de fibra óptica permiten la transmisión