Historia de ficción que narra la relación entre un niño y su pelota: como ella tiene mucha iniciativa y él sabe que su pelota tiene derechos que han de ser respetados. Da qué pensar.
3. Una vez había un niño que tenía una
pelota.
Era bonita y pequeñita yél la quería
mucho.
Sellamaba Santiago.
Como decíamos,él adoraba su pelota
aunque ella iba un poco por su cuenta.
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5. Cuando la hacían protagonista delosjuegos ya
sea que jugaban al fútbol obaloncesto o
balonmano, ella era feliz.
Pero, sin embargo, cuando Santiago jugaba con
otros niños yniñas a otras cosas, y la pelota no
intervenía, a ella le gustaba rodar por el barrio y
conocernuevos lugares. Era comoun pacto entre
ambos. Iba deprisa y a menudo el niño ni se daba
cuenta..
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7. Un buen día, se fue tan rápida, que fuea
parar muy lejos...
Llegó a unpueblo donde todoel mundo
era cuadrado. Ancianos y jóvenes, no eran
otra cosa que unos dados quecaminaban
con dos piernas y dos brazos ... pero el
resto del cuerpo, uncubo!
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9. El balón saltaba de nervios y a todo
el mundo le hizo mucha gracia,
enseguida tuvo quien le hacía
preguntas y la invitaban a pasar por
su casa a tomar un té... ¡Nunca
habían visto algo parecido! Aunque
eran muy cuadrados, eran amables
con ella. Tenían un país muy bien
organizado, cada cosa en su sitio sin
que nada se pudiera mover.
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11. No demasiado lejos, vio
un país diferente, de
personas alargadasen
forma de rectángulo muy
estrecho. Se fue
acercando y todo el
mundo salíaa verla.
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13. La encontraban rarísima, pero
tenían mucho sentido de la
acogida y lo que hacían era
enseñarletodos los
monumentos frutos de una
historia a vecesmás cuadrada,
a vecesmás divertida, pero
siempre personal y querida.
Lucían todo lo que tenían.
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15. Cuando ya consiguió ser amiga de toda la
gente, pensó que quería continuar su camino y
fue a parar al país de la Magia. Todo era
fantástico, el sol era de miel, las nubes de
caramelo y los árboles de regaliz. ¡Qué bonito
de ver! ¡Ay! Pero ¡qué tarde que se ha hecho!
No se pudo entretener mucho.
Ahora tenía que correr mucho para estar cerca
de su amigo a la hora de volver a casa.
¡Siempre volvían juntos!
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17. Estaba trastornada, muy
contenta y tan excitadaque
botaba y saltaba ...
finalmente el niño aprendió a
trabajar con ella yella le dio a
entender que había ido a
lugares fantásticosy que
ahora quería ir con él ...
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19. Practicaron tanto que
Santiago fue un gran
jugador. Ambos se
inventaron un juego
nuevo que era medio
juego y medio malabar.
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21. Llegaron a montar un gran espectáculo y
enseñaban a niñas y niños el control de la
pelota. Tanpronto la hacían ir a
velocidades muy grandes, como la hacían
pasar suavemente entre unos conos
puestos cada vez más juntos. La echaban al
aire yella sabía bajar cayendo en
diferentes rebotes en lugares diferentes de
manera que podía rodear la persona.
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23. Tanto las personas mayorescomo las
pequeñasse lo pasaban muy bien y,
como además Santiago no abusaba
con los precios, muchísima gente les
iba a ver.
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25. ¡Ah! Pero con la excusa del
espectáculo el buen amigo de la
pelota siempre elegía ciudades
magníficas donde ir a jugar para
hacerse más culto yapreciar mejor
todo lo que los hombres y las mujeres
han ido construyendo.
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27. Y siempre iba con una bolsa con
la pelota, aunque ella, si seiba por
su cuenta a lugares mágicos y
extraños, a países deformas
diferentes ymisteriosas, siempre
sabía cómo volver a casayacudía
a la hora y al lugar cuando la
estaban esperandopara jugar con
su compañero de viaje.
28. Cuento pensado para
leerlo conjuntamente en
pequeño grupo de
personas o en el aula en
gran grupo.
La imagen nos hace
pensar en cuál será el
contenido del texto que
viene a continuación.
Desarrollamos y
compartimos estrategias
de lectura: intuir,
imaginar, suponer,
deducir ... Lo que no ve
uno, lo ve la otra.
La imagen nos da muchas
pistas.
Conversamos
paraaprender
Las letras
presentan un
poco de dificultad
que sabremos
vencer. Nos dan la
oportunidad de
hablar de cómo
se hacen las
grafías y de la
importancia que
tienen.
29. Aprenderemos a razonar y tendremos conciencia de
valores humanos como la amistad, el compañerismo,
pero sobre todo el respeto de la otra persona tal
como ella es, no solamente toleramos lo que la hace
diferente de nosotros, si no que dialogamos y
cambiamos nuestra manera de hacer y nos
adaptamos. Nos dejamos empujar por quien tiene
más intereses e inquietudes, aunque sea una pelota.
Finalmente, también podremos escribir a partir de
esta lectura: nuevos títulos, nuevas alegrías o nuevas
aventuras ...
Puede consultar una Guía Didáctica a
www.didacticolite.com