La dolarización de la economía ecuatoriana fue anunciada por el presidente Mahuad en enero de 2000 para reducir la inflación y estabilizar el precio del dólar. Los líderes empresariales apoyaron esta medida, y se esperaba que trajera beneficios como menores tasas de interés, mayor ahorro e inversión, y una economía más productiva. Sin embargo, otros países vieron la dolarización con cautela y esperaron para ver si esta política traería realmente la recuperación económica que Ecuador necesitaba.