La Corte Interamericana de Derechos Humanos es un órgano judicial autónomo de la OEA encargado de interpretar la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Está compuesta por siete jueces independientes elegidos por la Asamblea General de la OEA. La Corte tiene funciones contenciosas y consultivas, y puede ordenar medidas provisionales para evitar daños irreparables a las personas. Determina la responsabilidad internacional de los Estados mediante la aplicación e interpretación de la Convención Americana.