1) Un estudio realizado en deportistas de élite retirados muestra que tienen menos factores de riesgo cardiovascular que la población general, desmontando la idea de que el exceso de deporte puede ser nocivo. 2) La investigación analizó 157 deportistas españoles retirados entre 1960-1990 que tenían una frecuencia cardiaca muy baja, un signo de buena adaptación al entrenamiento. 3) Actualmente el 36% de estos deportistas ya no presenta frecuencia cardiaca baja aunque más del 80% continúa haciendo deporte.