Los niños son como ángeles caídos del cielo que están por todos lados, son soñadores que quieren ser como los adultos e imitan sus acciones. Existen en muchos colores y formas, llevando secretes como gomas, sapos o partes de juguetes rotos en sus bolsillos, y siempre esperan asustados a que el maestro les hable en el salón de clases.