El documento describe las diferentes áreas de intervención de los trabajadores sociales, incluyendo la salud, educación, trabajo, familia, comunidad y medio ambiente. Explica que el nivel de intervención comunitaria es el más complejo e importante para el futuro de la sociedad y que los trabajadores sociales deben desarrollar estrategias rápidas y efectivas para satisfacer las demandas en estas áreas. Además, destaca la importancia de priorizar la protección de individuos y grupos ya que esto constituye la base para una mejor calidad de vida.