Los combustibles son uno de los principales factores que determinan el comportamiento de un incendio forestal. Sus características como la cantidad, tamaño, compactación, continuidad horizontal y vertical, densidad, humedad y tipo (livianos, pesados, verdes) influyen en si se inicia un incendio, su dificultad de control y propagación. Los factores meteorológicos como la temperatura, humedad relativa y viento también afectan la disponibilidad y secado de los combustibles.