Este documento discute cómo la mayoría de las personas evitan estar solas con sus propios pensamientos y en su lugar usan el lenguaje como una forma de antidepresivo. Señala que las conversaciones familiares donde nadie escucha realmente a los demás son una expresión de este falso contacto que mitiga la sensación de aislamiento sin permitir una comunicación real entre personas. También advierte que muchos adultos ahora han desarrollado una adicción a revisar su correo electrónico y redes sociales frecuentemente, cayendo en una segunda adolesc