La investigación concluyó que el mayor consumo de alcohol o la ebriedad en los hombres se asocian con un mayor riesgo de violencia hacia sus parejas, y que se necesita investigar más sobre el consumo de sustancias psicoactivas en los varones adultos que ejercen violencia familiar. La autora también presentó estadísticas sobre los tipos de violencia (física, verbal, física) reportados en Querétaro en 2014.