El documento discute el problema creciente de las adicciones entre los jóvenes y adolescentes. Menciona varios factores de riesgo que pueden conducir al consumo de drogas, como las disfunciones familiares, las malas influencias de los amigos, la baja autoestima, y los problemas emocionales propios de la adolescencia. También señala que el trabajo social puede ayudar a detectar estas situaciones de riesgo y determinar las causas subyacentes de la adicción, con el fin de brindar apoyo a los individuos.