La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
CongregaciÓn para los Ins de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
1. CONGREGACIÓN
PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA
Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA
(Traducción de la versión original en italiano)
Ciudad del Vaticano, 6 de mayo de 2009
Prot. n. T 144-1 /2007
Gentil Señora
Encarnación DEL Pozo
Ministra General
Orden Franciscana Seglar
Roma
Gentil Señora,
ha llegado a este Dicasterio la documentación del XII Capítulo General de la Orden Franciscana Seglar con las
orientaciones para el camino futuro.
En verdad, hemos puesto suma atención, desde el pasado noviembre, al curso que esta Fraternidad internacional
ha seguido con docilidad espiritual y empeño de comunión: el Capítulo General con el discernimiento para la
elección de la Presidencia; la profundización de temáticas de relevancia con la selección de las prioridades –
surgidas en la reflexión y en el debate – útiles para vigorizar el espíritu de la Orden.
Recibo con gusto la documentación, en la cual resultan evidentes algunos datos vividos como un evento del
Espíritu:
el clima que ha sostenido el trabajo, "sentido como experiencia de vida fraterna", y ha alimentado la comunión
como voluntad común y don;
el iter de profundización, que, en continuidad con los capítulos precedentes, ha permitido poner al centro la
identidad y la misión de los Franciscanos seglares en la Iglesia y en el mundo;
la consciencia viva de la presencia y de la expansión de la Orden en numerosas naciones, particularmente donde
la persecución religiosa redujo la presencia eclesial;
el empeño en la formación de los miembros, reconocido como necesidad primaria, aun para las Fraternidades
emergentes.
Exhorto a que el tiempo que estuvieron juntos multiplique sus frutos, mediante un compromiso fuerte y continuo
de todo miembro de la Orden. Animo, en particular, a la parresìa evangélica gastada "en la ciudad del hombre",
ahí donde la semilla de la Palabra da fruto, si se siembra con humilde valor, dando razón de la esperanza que
habita en nosotros (cf. 1Pe 3,15). Invito, por tanto, a recibir el Evangelio como acción de toda la Fraternidad
Internacional: este introduce la intensidad misionera, extrovertida, atrayente, extendida en el mundo. La
Fraternidad se sentirá, por lo tanto, generada de la palabra-gesto de Jesús y provocada en los lugares en los que
vive como "humanidad en situación".
En esta tensión misionera, la Orden puede acoger, en el estilo del franciscanismo de los orígenes, el reto de
manifestar el rasgo 'escatológico' de la fe cristiana, superando las interpretaciones alienantes y enajenantes: la
2. invitación, pues, a vivir el compromiso como 'ejercicio del cristianismo', con el cual se entra en los espacios de la
vida humana, experimentando el poder transformador de la 'esperanza viva' que el Espíritu del Resucitado nos
dona. Se trata de mostrar que el Evangelio no atañe sólo al destino futuro de la persona y del mundo, sino a la
novedad con la que se vive el presente, según el bello estilo del Seráfico Padre, como "peregrinos y extranjeros"
que tienen la mente lúcida y el corazón libre para ofrecer una contribución original a la construcción de la ciudad
y del mundo.
Recomiendo, en particular, la animación amorosa de la Juventud franciscana (Jufra). La educación juvenil es una
tarea ardua y fatigosa: en ella el Evangelio se enfrenta con la imagen y la concepción de la persona; con el
significado de las relaciones cotidianas y la calidad de la relación social; con la solicitud hacia los necesitados y
los pobres; con los modales de la ciudadanía y de la legalidad; con los tipos de convivencia entre las culturas y
los pueblos; con el inicio y el término de la existencia. Los jóvenes se adiestrarán para vivir un intercambio
fructuoso entre la especificidad de la fe y los lenguajes humanos como admirabile commercium.
Esperamos, finalmente, que esta Fraternidad crezca en la Iglesia como corpus vivo, fundado en la comunión,
elaborando en los contextos contemporáneos estilos de compromiso social, cultural, espiritual.
A Usted y a los miembros del Consejo de la Presidencia les deseo que vuestro servicio sea acreditado y modesto,
testimonio de comunión. Francisco que, sine glossa, refirió sus seguidores al Evangelio, leído, contemplado y
vivido, sigua inspirando ideales, decisiones y acciones de la benemérita Orden Franciscana Seglar en la Iglesia.
En Cristo, toda bendición.
Franc Card. Rodé, C.M.
Prefecto
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