La Constitución francesa de 1791 fue la primera constitución escrita de Francia. Estableció una monarquía constitucional que dividió el poder entre el rey y la Asamblea Nacional Legislativa recién creada. La constitución también declaró la soberanía de la nación, en lugar del rey, y protegió libertades como la libertad de prensa y religiosa. Tuvo una estructura detallada con siete títulos que definieron los poderes del rey, la asamblea, el poder judicial y más.