La contaminación acústica se produce por sonidos muy fuertes que pueden causar daños en el sistema auditivo e incluso la muerte. Los niveles de ruido por encima de 75 dB son dañinos y por encima de 120 dB pueden causar pérdida de audición. España es uno de los países más ruidosos de Europa, con niveles entre 62-73 dB durante el día.