La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 incluyó implícitamente los derechos del niño, pero luego se determinó que los niños necesitaban protecciones específicas. Esto llevó a discusiones en 1975 sobre una nueva declaración, la cual culminó en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 que enumera derechos específicos para los niños como a la vida, la salud, la educación y la protección contra el abuso y la explotación.