Miguel Fuster pasó 15 años de su vida como indigente en las calles de Barcelona, luchando contra la humillación y el rechazo. En 2003, la Fundación Arrels le ayudó a dejar el alcoholismo y le ofreció una habitación para pintar. Desde entonces, Fuster ha publicado una trilogía en cómic sobre su vida en la calle y ahora imparte charlas como ejemplo de superación personal. Juan Royo, economista y experto en cómics, entrevista a Fuster sobre su trayectoria.