Crear una empresa requiere diferentes actividades que administrarla una vez establecida. Mientras que crearla implica obtener registros, permisos y desarrollar un producto o servicio, administrarla se enfoca en ejecutar una fórmula de negocios probada. Muchos emprendimientos fallan porque tratan de operar como compañías ya establecidas en lugar de enfocarse en explorar y validar hipótesis de negocio a través de pruebas e iteración.