Un movimiento sísmico ocurre cuando masas de corteza pierden estabilidad, causando ondas vibratorias. Estas ondas se propagan tridimensionalmente desde un punto llamado hipocentro. Cuando llegan a la superficie, se convierten en ondas bidimensionales que se propagan desde el epicentro. Existen tres tipos principales de ondas: las primarias "p", las secundarias "s", y las de superficie "L", las cuales son las que causan los terremotos.