El documento describe los diferentes mecanismos de asfixia y los hallazgos forenses asociados a cada uno. Explica que los 118 tripulantes del submarino ruso Kursk perdieron la vida de forma trágica y que se presume que algunos murieron 6 días después del accidente por falta de oxígeno. Los mecanismos de muerte fueron intoxicación por gases tóxicos como el monóxido de carbono en el espacio confinado donde se refugiaron 23 marinos, y ahogamiento por inmersión luego de quedar inconscientes por falta de oxígen