Joan Miró i Ferrà fue un pintor, escultor, grabador y ceramista español considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. Reflejó en su obra su interés en el subconsciente, lo infantil y su país natal, España. Realizó pinturas detallistas entre 1918 y 1922 influenciado por el paisaje de Mont-roig y se instaló en París en 1920 donde entró en contacto con vanguardistas literarios y artísticos.