Este documento narra la historia de dos niños, Tamota y Cachamuy, pertenecientes a dos tribus diferentes que vivían cerca del Río Orinoco. Tamota era fuerte pero no muy popular, mientras que Cachamuy era pequeño pero inteligente y querido por todos. Cuando una tribu enemiga atacó, Cachamuy convenció a Tamota de unir fuerzas para defender a su gente, usando la fuerza de Tamota y la inteligencia de Cachamuy. Trabajando juntos lograron salvar a sus tribus, y desde entonces

1. Autor: Heradio Colina

2. Autor: Heradio Colina
Concepto e Ilustraciones por el Autor.
Creación Inédita. Año 2015
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3. En un lugar muy lindo del Amazonas muy
cerca del Río Orinoco, es lo que contaban
los ancestros.
Vivían dos grandes castas que se
llamaban. “ Ayamanes y Caquetios”.
Los Caquetios se identificaban porque eran
hombres muy altos y al cultivo del maíz, se
dedicaban.
Adoraban al sol, arcos y flechas utilizaban
para cazar y así obtener sus alimentos
Los Ayamanes eran personas pequeñas de
estaturas y cultivaban yuca.
Ambas familias tejían y cazaban con sus
manos prodigiosas siempre juntas.
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4. Estas familias eran felices
escuchando el canto de los pájaros en
especial el Trinar del Conoto, un pájaro
de colores llamativos y que alegraba las
mañanas con su canto hermoso.
En las noches se reunían y tocaban
caracoles con flautas en las ceremonias
dedicadas al río Orinoco.
Agradeciendo por lo que le ha dado sus
aguas.
Obteniendo alegrías y mucho gozo.
Una noche se reunieron para celebrar el
nacimiento de dos niños.
Cantaron y danzaron hasta la media noche
y de repente, se escucho el llanto de los
dos niños.
El primero en nacer fue llamado
“Tamota” hijo de Chamán Yankush jefe
de la tribu Caquetios.
El niño era grande y fuerte de brazos
fornidos.
Se le notaba a legua que iba a hacer un
guerrero empedernido.
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5. El segundo fue llamado “Cachamuy” hijo del
Cacique de la tribu vecina.
Pequeño y delicado y lo llamaron espina.
Su padre y su madre agradecen a la luna
por su hijo que es como una suave brisa.
El era especial como el rocío de la mañanita.
Al pasar el tiempo, “Cachamuy” fue muy
popular.
Su nombre se debía a que era un hombre
muy veloz, inteligente y vivaz.
Valiente más que ninguno.
Siempre estaba listo y presente para
defenderse seguro.
Su padre se sentía muy orgulloso de su
pequeño pero valiente hijo.
Él era querido por todos los integrantes
de sus familias así como también por las
demás la tribus vecina.
En Cambio Tamota era el guerrero más fuerte
de su aldea, pero no tan popular.
También era egoísta y ambicioso, solo pensaba
en sí mismo.
Todo lo resolvía con su fuerza física.
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6. Un día unos guerreros del pueblo de Gunay
llegaron en son de guerra.
Tamota como era el más fuerte
enfrentarlos quería.
Pero lo superaban en número y muy
golpeado lo dejarían.
Sentía envidia y siempre vivía
molestando al pequeño Cachamuy, por lo
mismo.
Pero este con su astucia e inteligencia
lo ignoraba y siempre dejaba al
guerrero enfurecido.
Cachamuy le advirtió del peligro y lo hizo
reflexionar.
Para enfrentarlos dijo Cachamuy
“debemos de preparar un plan”.
Así fue entonces que Tamota y Cachamuy
se unieron para luchar.
Usando la inteligencia y la fuerza física, logrando así salvar a su seres queridos de esa
gran amenaza que solo traería problemas a su pueblo natal.
Desde entonces, uno guerrero que tenía fuerza física, el otro agilidad serian amigos
hasta el final.
Con egoísmo y envidia no llegamos a ningún lugar, pero con amor y unión todo lo
podemos lograr.
Fin
Heradio Colina
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