El cangrejo ermitaño nació sin caparazón y era molestado por otros animales marinos. Un día se refugió en la concha vacía de un caracol y decidió llevarla a cuestas como protección, originando su nombre. Más tarde conoció a una anémona infeliz, y acordaron ayudarse mutuamente: el cangrejo la transportaba para que consiguiera alimento, y ella lo protegía de sus enemigos.
Es el aniversario de la patria, es el homenaje a sus notables hombres que lo han dada todo por el país: defendiéndolo, estudiándolo, trabajando y dejando muy bien sentado su nombre en cualquier lugar donde se encuentre.
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sesión para 6to grado de Primaria , área comunicación, se detalla que es un mapa conceptual, su utilidad, y textos para que los estudiantes elaboren sus mapas conceptuales
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Bases Legales Vinculadas a la Protección Civil y Administración de DesastresHoly Gungner
Bases Legales Vinculadas a la Protección Civil y Administración de Desastres, Marco legal por el cual se rige la Organización de Protección Civil y Administración de Desastres
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
ACERTIJO DE CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA, crea y desarrolla ACERTIJO: «CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS». Esta actividad de aprendizaje lúdico que implica de cálculo aritmético y motricidad fina, promueve los pensamientos lógico y creativo; ya que contempla procesos mentales de: PERCEPCIÓN, ATENCIÓN, MEMORIA, IMAGINACIÓN, PERSPICACIA, LÓGICA LINGUISTICA, VISO-ESPACIAL, INFERENCIA, ETCÉTERA. Didácticamente, es una actividad de aprendizaje transversal que integra áreas de: Matemáticas, Neurociencias, Arte, Lenguaje y comunicación, etcétera.
1. El cangrejo ermitaño
Un día, hace ya muchos años, nació en nuestras playas un cangrejito que
no tenía caparazón y los demás seres que habitaban junto a él se burlaban de
su aspecto. Las simbocas y las jaibas, que eran más robustas y bravas, le daban
fuertes horquetazos en su cuerpo desnudo y le decían: “¡Quita de aquí pelao!...
¡Fuera de aquí, cabeza de mate!... y le hacían miles de mofas.
Pero a quienes más les temía nuestro cangrejito, era a las gaviotas y a las
garzas, ya que ellas le tenían una gran apetencia, porque al verlo sin caparazón
les parecía más delicioso. Por esta razón el animalito sufría mucho y casi no
podía salir a pasear libremente por la playa o jugar con las olas.
Un día decidió refundirse en lo más apartado del mar y no conversar con
nadie, por lo que los demás vecinos empezaron a llamarle cangrejo ermitaño;
más siempre sentía el deseo de dar una vuelta por la playa, para lo que esperaba
que ésta estuviera solitaria. En cierta ocasión en la que se encontraba
correteando alegremente, lo divisó una gaviota. Nuestro cangrejito se vio perdido
y corrió sin saber dónde ocultarse. Felizmente chocó con la concha vacía de un
caracol, allí se refugió; la gaviota no pudo comérselo. Estuvo largo tiempo oculto
en la concha del caracol y una vez que vio alejarse a la gaviota, se trasladó hacia
el agua con la concha de caracol a cuestas, por temor a que volviera la gaviota,
al principio sus movimientos fueron torpes y lentos, más poco a poco se fue
acostumbrando y decidió que esa concha le serviría, a partir de ese día de
carapacho o casa.
- ¡Creo que esta concha de caracol puede protegerme de mis enemigos!
–se dijo feliz nuestro querido cangrejito. Pero pasó el tiempo y el cangrejo creció.
La concha del caracol le quedaba muy estrecha y se dijo: -¡Oh! ¿y ahora qué
hago?... ¡Mi hogar cada día me resulta más estrecho!... ¡No puedo moverme!...
-Así estuvo con el problema hasta que se encontró con otra concha más grande,
y decidió trasladarse hacía ese nuevo hogar, más amplio.
- ¡Ahora ya puedo salir a pasear! ¡Creo que estoy algo protegido! –Se
dijo el cangrejito. Más aun así, no se sentía muy seguro y como ya había
aprendido a pensar, dijo: -Así como encontré por casualidad esta concha,
también puedo encontrar otra cosa que me sirva para defenderme mejor.
Un buen día, mientras paseaba por unas rocas marinas, se encontró con
una anémona que estaba comiendo unos trozos de pescado. -¡Buenos días,
señora anémona! –La saludó cortésmente el cangrejo ermitaño. -¡Buenos días!
–Contestó molesta la anémona.
¿Por qué está usted molesta? –Preguntó sorprendido nuestro cangrejo-;
Si la veo que está usted almorzando, debería estar más bien alegre.
- Si usted supiera, señor cangrejo, ¡Cómo sufro de estar todo el día aquí
sin poder moverme a ningún lado! Dijo tristemente la pobre anémona- Si ahora
estoy comiendo es porque tuve la suerte de que hace un rato un tiburón estuvo
comiendo un pescado aquí cerca y entonces quedaron estos restos.
Pero usted tiene suerte, señora anémona –Replicó el cangrejo. Nadie
puede hacerle daño, ni las gaviotas ni los peces más grandes ni las jaibas ni las
simbocas. A mí varias veces me han ofendido.
2. -Bueno, en eso tiene razón, señor cangrejo- pero lamentablemente de
aquí no puedo moverme.
- Yo en cambio puedo moverme de un lugar a otro pero ando con temor
hacia mis enemigos. Si yo tuviera sus defensas. ¡Otro sería el destino de mi vida!
Exclamó con tristeza el cangrejo.
A la anémona se le ocurrió una idea, y le dijo a nuestro amigo:
¿Qué tal, mí estimado cangrejo, si usted con sus tenazas me coloca
encima de su casa y me traslada por diferentes lugares? De esta manera puedo
conseguir mejor mis alimentos y a usted lo defiendo de sus enemigos. Así nadie
se atreverá a molestarlo.
Sin pensarlo dos veces el cangrejo aceptó la propuesta y acto seguido
levantó a la anémona con sus fuertes tenazas y la colocó en la parte superior de
su concha.
Desde aquel día, estos dos seres –antes infelices– vivieron ayudándose
mutuamente. Nuestro cangrejo jamás tuvo miedo de pasear por los fondos
marinos y nuestra anémona jamás tuvo que sufrir para conseguir sus
alimentos.
3. El ceibo del diablo
Quienes viajan a Uña de Gato, centro poblado del distrito de Papayal, en
la provincia de Zarumilla, podrán darse cuenta que en el camino a dicho lugar,
hay una quebrada donde sobresale un frondoso ceibo, planta cuya bellota
(contiene lana) es utilizada para la elaboración de colchones, lana que es muy
cotizada en la industria.
A este hermoso árbol, le llaman el “ceibo del diablo”. Cuentan nuestros
relatantes, que en dicho lugar, a las doce de la noche aparece un personaje
endemoniado que se lleva al infierno a todo mortal que pase por dicho lugar a
esa hora.
Don Sixto Núñez y don Pedro Cedillo, vecinos de dicho lugar (ya
fallecidos) contaban que este último se le había enfermado un familiar y tenía
que venir a Zarumilla a caballo y si tenía suerte en ésta, tomar carro para viajar
a Tumbes en busca de un médico. La sola idea de pasar por el “ceibo del diablo”
le ponía la carne de gallina, pero tanto era la urgencia que se olvidó de venirse
a caballo y lo hizo a pie, con su escapulario del Señor de los Milagros en el pecho
y su escopeta en mano, se dirigió a cumplir su misión. Al llegar a la quebrada
donde queda el “ceibo del diablo” escuchó voces, veía luces de linterna, cuál no
sería su asombro al ver que era un grupo de hombres con una serie de bultos
que se los entregaban a otros y recibían dinero a la vez. Dice nuestro relatante,
que don Pedro pensó que se trataba de aquellos mortales que realizan negocio
con el diablo, se encomendó a Dios y cogió su escopeta, luego hizo tres disparos
al aire, al tiempo que vio que dichas personas comenzaron a correr y él también
hizo lo mismo y no paró hasta que se dejó caer de cansancio cerca de Zarumilla,
donde unos amigos lo recordaron y lo ayudaron a ponerse de pie. Los cierto es
que, nuestro amigo se enteró que los contrabandista desafiando al demonio del
“ceibo del diablo” realizaban sus negocios ilícitos en dicho lugar.
Sin embargo, los vecinos de los poblados cercanos a Uña de Gato,
afirman que son muchas las personas que han sido víctimas de este maleficio y
la credibilidad popular no ha podido arrancar de sus creencias el respeto que
tiene por el “ceibo del diablo” y son muy pocos o casi nadie los que se han
atrevido a pasar a las doce de la noche por este lugar, y los que lo hacen de día
no dejan de mostrar respeto al pasar por dicho lugar.
4. La muñeca llorona
La quebrada del “Nieto”, situada entre el barrio de Pampa Grande y la
“Loma del Zorro” (Barrio El Milagro), siempre ha sido objeto de conversaciones
entre los vecinos, sobre apariciones, asaltos, y sobre todo de brujerías. Cuentan
que nadie podía pasar a las doce de la noche por ese lugar, porque seguro salía
al encuentro la “chancha bruja”, “el diablo lo silbaba” o “veía a la lechuza que
conversaba sobre los techos de los asustados vecinos”. Asimismo, los abuelos
de aquella época, así como se acostaban a dormir en las primeras horas de la
noche, también se levantaban temprano (de madrugada); relatan que treinta
años atrás, “la quebrada del Nieto” era utilizada por los contrabandistas de
alimentos básicos, como camino obligado para trasladar a lomo de mula dichos
alimentos, los que luego eran vendidos a mejor precio en el Ecuador, pero antes
de esto cuentan nuestros relatantes que los pasaban en canoas por el rio
Tumbes, por el lado llamado “Las Peñas”.
Pero, unos de los sucesos más comentados por los vecinos, es el de la
“Muñeca Llorona”.
Se trata de que, al centro de la quebrada (por donde pasa la carretera a
San Juan) a eso de la doce de la noche, ya se encontraba tendida una enorme
muñeca de trapo, y todo el que lograba transitar por ese lugar a la hora señalada,
se tropezaba con la muñeca, que al ser tocada lloraba como una niña,
quedando el pobre mortal hecho un costal de nervios deshechos.
Los abuelos, muy versados en relatos de brujería, dicen que era bruja que
había desobedecido al demonio y condenaba a vivir en ese estado por mucho
tiempo.
Lo cierto, es que todos los que sufrieron el susto de la muñeca llorona,
cuentan que tenía que darle de puntapiés para que los dejara pasar. Al poco
tiempo, murió una anciana que vivía nada menos que cerca de la “quebrada del
Nieto “y los que lograban verla, dicen que tenía la cabeza amarrada, verla dicen
que tenía la cabeza amarrada, pues, un valentón trasnochado le había
destrozado la cabeza, llegando a la conclusión que era la muñeca llorona, que
desde ese momento no volvió a fastidiar a los inocentes trasnochadores y todos
cantaron la cumanana siguiente:
“Mi querido trasnochador,
no te preocupes por parrandear
tranquilo la quebrada has de pasar,
porque la muñeca el diablo se la llevó a pasear”.
LOS GALLOS Y EL ÁGUILA
En medio del campo, había una gran casa que tenía un gallinero. Allí, vivían muchas gallinas,
pollitos y dos gallos. Los dos gallos siempre estaban peleándose, porque ambos querían ser el
jefe del gallinero. Un día, los gallos decidieron enfrentarse en una pelea para ver cuál de ellos
sería el gobernante de todas las gallinas y pollitos. Sería como un rey, amado y respetado por
todas las aves del gallinero.
Los gallos se prepararon mucho para el duelo: hicieron ejercicios físicos, y practicaron saltos,
aleteos, picotazos y otras maneras de luchar. Hasta que llegó el día esperado. Se oían los
cacareos nerviosos de las gallinas. Los gallos lucharon por un rato valientemente hasta que uno
5. de ellos, demasiado adolorido y cansado, se dio por vencido y abandonó la pelea. Resignado, el
gallo perdedor se retiró y se ocultó detrás de un árbol, avergonzado por la derrota.
El gallo vencedor, orgulloso por su gran victoria, se subió en una roca grande que había en el
gallinero y se puso a cantar, gritando con tal estruendo que alborotó a todos los animales de la
granja. Se sentía un gallo de acero. Las gallinas miraban al gallo encima de la roca y cacareaban
de emoción y admiración.
Tanta bulla y alboroto atrajeron la atención de un águila que volaba sobre la granja. Cuando el
águila vio al gallo en lo alto de la roca, no tardó en caerle encima y atraparlo. El águila
desapareció en el cielo llevándose al gallo vencedor como su comida.
Al ver que habían perdido a su jefe, las gallinas y los
pollitos corrieron hacia el árbol en el que se había
ocultado el gallo derrotado. Cuando lo encontraron, lo
cargaron y cacarearon de alegría al saber que tendría
nuevo gobernante. Desde entonces, el gallo que había
perdido la pelea se quedó feliz con todo el gallinero. Del
gallo vencedor no se tuvo más noticia, y con el tiempo
todos los pollitos y gallinas se olvidaron de él.
El águila y los gallos de Esopo -
Adaptación