La cultura Tiahuanaco se originó en el altiplano peruano-boliviano entre los años 200-1100 d.C. y se expandió hasta Chile e incluso Argentina. Basaron su economía en la agricultura, la pesca, la crianza de auquénidos y el comercio con otras regiones. Adoraban a un dios representado con los brazos abiertos sosteniendo báculos, al igual que la cultura Huari. Construyeron monumentales edificios de piedra y desarrollaron una cerámica y escultura distintiva.