Este documento discute la celebración del Día del Maestro en Ecuador y la situación actual de los maestros en el país. Aunque Juan Montalvo no fue un maestro en el sentido tradicional, su figura honra el trabajo anónimo de los maestros. Al igual que Montalvo sufrió la ingratitud, los maestros ecuatorianos actualmente no reciben el reconocimiento ni la gratitud que merecen a pesar de las promesas del gobierno de mejorar sus salarios y condiciones laborales. Los maestros ahora trabajan el doble de horas

1. Día del maestro
Al nacimiento de Juan Montalvo se debe que el 13 de abril haya sido reservado para homenaje del
maestro ecuatoriano. Nótese que Juan Montalvo no fue maestro, en el sentido de insigne profesor.
No ejerció cargo de docente, ni público ni privado, ni tuvo alumnos a los que formar y de los que
pasar notas para que los promocionen o reprueben (o alumnos que le sacaran canas de colores con
sus travesuras). No tengo idea porqué Montalvo es como el padrino del maestro ecuatoriano. Sus
razones deben haber tenido los legisladores que en su momento declararon esta fecha para
homenajearnos a los oficiales de la pedagogía.
Pero la figura de Montalvo honra perfectamente el anónimo trabajo del maestro en su aula. Puesto
que Montalvo enseñó desde sus escritos a toda esta aula patria una ética y una actitud política, no
habría otro maestro que lo igualara en el arte de formar a tan hostiles y empedernidos alumnos como
los contemporáneos de Montalvo. También sufrió el pago del que todo maestro se queja: la
ingratitud. Mal pagado o despedido del país sin un gracias, se fue con su puntero y sus lecciones de
liberalismo a otros pagos, ya no a enseñar, sino a morir.
Para en la hora en que escribo esto, el maestro ecuatoriano sigue transitando unos pagos iguales. Ni
reconocimiento ni gratitud. Un buen número de maestros pensó hace algunos años —¿cinco o
cuatro?— que este gobierno de izquierda derechista y privatista, protagonizaría el gran cambio
educativo que se espera desde tiempos bíblicos en el Ecuador. La nueva ley de educación —la LOEI
— ofrecía/ofrece revalorizar la carrera docente. Y se acompañaba de la promesa de incrementar
notoriamente el sueldo de los profesores fiscales. Junto con ello se planteaba la necesidad de que los
docentes trabajaran ocho horas diarias.
A estas alturas, los maestros que trabajaban en colegios privados y públicos, renunciaron a aquellos
para cumplir con aquel requisito de las ocho horas diarias, felices de que la oferta gubernamental de
incrementar los sueldos compensaría la pérdida del segundo empleo y de unas compensaciones
económicas a las que tenían derecho: con su renuncia voluntaria los colegios particulares se
eximieron de pagar compensaciones económicas por despido a docentes que llevaban trabajando
diez, quince y hasta veinticinco años en aquellos lugares.
Lo que tenemos ahora es una importante masa de profesores que trabaja cuatro horas dando clase y
otras cuatro mirándose los pies porque la extensión de la jornada no ha implicado organización y
preparación de trabajo nuevo para cubrir ese tiempo, con un sueldo menos y con ningún aumento.
Al fin y al cabo, el nuevo escalafón solo benefició a los profesores que ingresaron al magisterio: entrar
a ganar algo más del doble de lo que percibían antes. Pequeño pero: el ingreso de nuevos docentes al
magisterio fiscal es mínimo. Es decir, no subió la remuneración para nadie. Y los que están adentro
sienten ahora que ganan menos que antes porque perdieron un empleo para ir a cumplir una jornada
improductiva a partir de la hora en que suena el timbre de salida.
¿Desorganización? ¿Buena voluntad y nada más? ¿Gente muy política y poco técnica? ¿Apuro
porque se vienen las elecciones y hay que sacar en la publicidad los famosos gráficos de barras
comparando la inversión actual con la de los gobiernos anteriores? ¿Burocracia fatal? Seguramente

2. un poco de todo esto debe ocurrir en las trastiendas del poder público. O todo. Y otras cosas más.
Que viniera Juan Montalvo a enseñarnos cuál es la verdad.
Se volvería a ir sin la gratitud de nadie.
Feliz día del maestro ecuatoriano.