1. C
uando miramos a
nuestro entorno, vemos
televisores modernísi-
mos, celulares con aplicacio-
nes espectaculares, inmensos
aviones que se elevan como
livianas aves, comunicacio-
nes satelitales desde cual-
quier punto del planeta,
hasta incluso desde marte, ni
que decir de instrumentos
relacionados con el diagnós-
tico y terapia médica. Todos
esos productos que caracte-
rizan la sociedad actual
están basados en el gran
avance de la ciencia. Sin
embargo poco o casi ningún
minuto nos ponemos a pen-
sar en esta actividad, des-
cuidamos su presencia, su
desarrollo en nuestra ciu-
dad, departamento y país,
como si no lo necesitáramos.
Craso error, pues todos los
estudiosos advierten que si
no pasamos de una econo-
mía eminentemente extracti-
va hacia otra que utilice el
conocimiento para transfor-
mar la materia prima en
productos de valor agrega-
do, entonces los tiempos de
vacas gordas pasarán y
volveremos hacia la escases
e incertidumbre.
Pensando en esto, leí el libro
de John Gribbin (Historia de
la Ciencia), pasando revista
sobre cómo surgió la ciencia
y ese desarrollo imparable.
En primera instancia, recono-
ce que su desarrollo es un
proceso incremental que
avanza paso a paso, y so-
bre todo destaca que para
ello no se precisa ser un
genio (aunque algunos lo
fueron), basta con la inteli-
gencia normal,
y que no hay
insustituibles, ni
siquiera Einstein
o Newton, po-
dría haberse
demorado al-
gunas décadas
más pero igual
habríamos lle-
gado a tales
logros.
Entonces qué es lo indispen-
sable, para construir esa
ciencias en el entorno más
cercano, digamos nuestra
ciudad o departamento. La
historia de la ciencia según
Gribbin, nos dice que “más
importante que el genio
humano es el desarrollo de
la tecnología, y no es sor-
prendente que el comienzo
de la revolución científica,
coincida con el desarrollo
del telescopio y el microsco-
pio”.
Estos aspectos nos dicen que,
no nos falta genios los tene-
mos, en cuanto a inteligencia
normal. Lo que sí hace falta,
es la disponibilidad de he-
rramientas, que faciliten el
desarrollo de la ciencia. No
se puede aspirar a mayores
contribuciones del conoci-
miento con instrumentos de
la edad media o ninguno. La
prueba que los instrumentos
son ahora mas decisivos que
los “genios”, ocurre cuando
los estudiantes peruanos de
posgrado llegan a los paí-
ses desarrollados, donde
hay todo tipo de instrumen-
tos, allí destacan y se con-
vierten en luminarias inter-
nacionales, y descubren
aportes a todos los saberes
de la ciencia, y con ello es-
tos países consolidan su
desarrollo y crecimiento
económico característica de
la sociedad del conocimien-
to.
En estos tiempos modernos
de gran presencia tecnológi-
ca, el ciudadano que desee
sentirse como en casa y va-
lorar la naturaleza, sus pro-
blemas y
soluciones,
n e c e s i t a
saber de lo
qué es la
ciencia y
de su po-
der de ex-
plicación.
N e c e s i t a
comprender
que la cien-
cia es una
obra humana, uno de los
logros mayores de la mente,
y que lo han hecho personas
comunes de inteligencia nor-
mal, avanzando paso a
paso, con perseverancia y
dedicación, en base a lo
que dejaron sus antecesores.
Con certeza, cualquier per-
sona de nuestros escuchas,
podrían haber hecho los
grandes descubrimientos
que asombran al mundo, si
es que hubieran estado en
el lugar adecuado, en el
momento oportuno. Ese lugar
y momento deberían ser
nuestro país, nuestro depar-
tamento nuestra ciudad, hoy,
es lo ideal.
Para finalizar y consideran-
do que la ciencia no ha lle-
gado a su fin, su avance
seguirá, por ello nos gusta-
ría que algunos de nuestros
escuchas, de los colegios
Coronel Bolognesi o Guiller-
mo Bracale, sean en el futu-
ro uno de los autores del
próximo gran avance de la
ciencia en beneficio de la
humanidad. Solo hace falta
el compromiso de las autori-
dades a fin de dotar de
medios para que esas capa-
cidades se conviertan en
realidad, para que eso ocu-
rra necesitamos ciudadanos
que comprendiendo la im-
portancia de la ciencia exi-
jan a sus autoridades el
presupuesto y condiciones
demandadas para estos
fines.
La Pluma del Viento
Lima, 9 de junio de 2013
EL DESARROLLO CIENTIFICO NO PRECISA DE GENIOS
“Lo que sí hace falta, es la
disponibilidad de
herramientas, que faciliten
el desarrollo de la ciencia.
No se puede aspirar a
mayores contribuciones del
conocimiento con
instrumentos de la edad
media o ninguna”
Página 24 EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO