A lo largo del siglo XX México mejoró indicadores como la esperanza de vida y el PIB per cápita, pero persiste una alta desigualdad. Existen grandes diferencias entre regiones en salud, educación e ingresos. Aunque el comercio internacional benefició a algunas regiones y empresas, otras se han quedado rezagadas debido a falta de infraestructura, empresarios competentes e industrias pequeñas. Se necesitan políticas que compensen esta brecha a través de mayor inversión en infraestructura, educación y programas antipobreza