2. INTRODUCCIÓN
La desfibrilación es la entrega de corriente eléctrica al músculo de
corazón, ya sea de forma directa al pecho abierto o indirectamente a
través de la pared del tórax para terminar con una fibrilación
ventricular (FV) y taquicardias ventriculares sin pulso (TV). La fibrilación
ventricular es una arritmia caracterizada por un caos eléctrico y
mecánico cuyo único tratamiento efectivo es el inmediato
contrachoque o desfibrilación.
3. DESFIBRILACIÓN
La desfibrilación es un procedimiento terapéutico que pretende pasar a
través de la masa miocárdica una cantidad de energía eléctrica de
suficiente magnitud para lograr la despolarización de una “masa
crítica” de miocardio, que dé lugar a la restauración de la actividad
eléctrica coordinada del corazón y de forma secundaria a la
recuperación de la circulación espontánea del paciente.
4. Fisiología de la desfibrilación.
El corazón responde en forma automática al impulso intrínseco del
nodo sinusal (SA), de la misma manera lo hace al estímulo eléctrico
extrínseco. Si se aplica una cantidad de energía al pecho del paciente
durante la fibrilación ventricular, la mayoría de las cédulas ventriculares
serán despolarizadas. Dependiendo de las características y condiciones
fisiológicas de cada individuo, el marcapasos intrínseco del corazón
(nodo SA), tomará control de nuevo del estímulo eléctrico del corazón.
5. DESFIBRILADOR
• Dispositivo que libera una descarga eléctrica sobre el corazón con la
finalidad de producir una despolarización, permitiendo que se reinicie
la actividad eléctrica normal.
6. Principios de operación.
Los desfibriladores tienen tres modos básicos de operación:
desfibrilación externa, desfibrilación interna y cardioversión
sincronizada. La energía eléctrica descargada sobre el paciente en cada
modo de operación, es provista por un gran capacitor el cual es
cargado durante un periodo de varios segundos a través de baterías
recargables o de la corriente alterna. Alarmas audibles y visuales
informan al operador cuando el capacitor se encuentra cargado en su
totalidad y por tanto el dispositivo está listo para utilizarse.
7. INDICACIONES:
• fibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso
• pacientes con inestabilidad hemodinámica con taquicardia ventricular
• taquicardia supraventricular
• flúter auricular o fibrilación auricular.
• después del fracaso del tratamiento farmacológico para las arritmias
antes mencionadas, en especial si el paciente presenta inestabilidad
hemodinámica.
8. Contraindicaciones
• HIPOTERMIA
• Asistolia
• actividad eléctrica sin pulso
• ritmo sinusal,
• en un paciente consciente con pulso o cuando existe riesgo para el
operador o para otras personas (p. ej., cuando el paciente o el entorno se
encuentran húmedos).
• OPOSICION DEL PACIENTE A SER DESFIBRILADO, O QUE EXISTA UN
DOCUMENTO LEGAL QUE LO IMPIDA.
• CUANDO EXISTE UNA CONDICION QUUE INDIQUE POTENCIAL DE LOS
RESCATADORES.
9. COMPLICACIONES
• Las posibles complicaciones incluyen quemaduras cutáneas,
• choque eléctrico inadvertido a otras personas
• daño al miocárdico inducido por la desfibrilación.
• Sin embargo, deben sopesarse estas complicaciones contra la
complicación más grave de la muerte si no se tiene éxito en la
desfibrilación o si ésta no se intenta.
10. Tipos de energía
• Hay que destacar que los desfibriladores actuales utilizan ondas
bifásicas para desfibrilar, antes se utilizaban ondas monofásicas.
• La corriente en los desfibriladores bifásicos fluye en dirección positiva
durante un tiempo y después en dirección negativa. La onda de
corriente “va y viene de una pala a otra”.
11. TIPOS DE DESFIBRILADORES
Los desfibriladores pueden ser:
1) Manuales.
2) Semiautomáticos(DESA).
3) automáticos
12. Desfibrilador manual
Aparato que permite administrar descargas eléctricas y que precisa ser
manejado por un operador experto. Consta de un dispositivo
computarizado con pantalla que registra las arritmias pero no las
interpreta, de modo que la identificación del ritmo cardíaco, la
selección de la dosis de energía, la carga y la descarga de dicha dosis
deben ser decididas por la persona que lo maneja.
Sólo debe utilizarlo personal con conocimientos y habilidades en
soporte vital avanzado.
13. Desfibriladores semiautomáticos
Se trata de aparatos sofisticados de pequeño tamaño capacitados para
analizar el ritmo cardíaco y decidir si corresponde a un ritmo
desfibrilable o no. En caso de respuesta positiva, el aparato avisa al
operador mediante un mensaje de voz y encendiendo una luz de que
se recomienda una descarga y que carga una dosis fija de energía, que
oscila entre 150 y 360 J (según las marcas).
Los desfibriladores semiautomáticos están capacitados para reconocer
los ritmos desfibrilables también en pacientes pediátricos por encima
del año de edad, por lo que se recomienda su aplicación a partir de esa
edad.
14. Desfibriladores automáticos
Aparatos con capacidad para detectar el ritmo cardíaco y analizarlo
para decidir si se trata de un ritmo desfibrilable o no. Ante la presencia
de un ritmo desfibrilable, algunos aparatos (los verdaderamente
automáticos) efectúan una descarga eléctrica sin necesidad de
intervención de un operador externo, mientras que los llamados
semiautomáticos se cargan de una dosis de energía eléctrica e indican
al operador que, cuando lo considere oportuno, decida si se efectúa la
descarga. Los desfibriladores semiautomáticos son más seguros que los
totalmente automáticos ya que, al descargar sólo cuando el operador
oprime el botón correspondiente, permiten asegurarse de que los
reanima- dores o testigos no están en contacto con la víctima y, por
tanto, no recibirán una descarga.
15. Factores de éxito en la desfibrilación
• El tiempo: el primer y más importante factor para el éxito en la desfibrilación es el
tiempo utilizado para aplicar la desfibrilación y lograr revertir el caos del corazón.
Será muy importante poder contar con un desfibrilador que se encuentre a la
mano y que éste se encuentre cargado al máximo y listo para utilizarse.
• Posición de las palas o electrodos: las palas para desfibrilación deberán estar
ubicadas a la altura del corazón, en particular los ventrículos deben encontrarse
en el camino de paso de la corriente .
• Los huesos no son buenos conductores de la electricidad por lo que las palas no
deberán colocarse sobre el esternón.
• Impedancia transtorácica: una desfibrilación exitosa requiere que suficiente
corriente eléctrica pase a través del pecho del paciente para despolarizar una
masa crítica del miocardio. La impedancia transtorácica se refiere a la resistencia
del cuerpo al paso de corriente eléctrica a través de él.
16. Factores que afectan al éxito de la desfibrilación
• Impedancia Transtorácica
Se define como la resistencia al paso de corriente a través del tórax,
cuanto mayor sea, menor será el flujo de corriente. Por ello, la energía
del choque y la impedancia determinan la cantidad de corriente
eléctrica que llega al corazón. Tal es así, que sólo suele llegar un 5% de
la energía que aplicamos al corazón
17. ASPECTOS PRÁCTICOS DE LA TÉCNICA
• Tamaño de las palas-electrodos
Se recomienda utilizar las palas pequeñas (de 4,5 cm de diáme- tro) en
los lactantes y los niños que pesen menos de 10 kg, usan- do las
grandes (de 8-12 cm) en los demás casos.
• Interfase pala-piel
Para disminuir la impedancia cutánea y torácica es precisa una interfase
conductora entre la piel y las palas. Tanto las palas con gel como los
electrodos auto-adhesivos son efectivos. No se de- be usar gel de
ultrasonidos ni gasas impregnadas en suero sali- no o alcohol.
18. • Posición de las palas
Aplicar las palas firmemente en el pecho, en la posición anterolateral (una debajo
de la clavícula derecha y la otra en la axila izquierda). Si las palas son demasiado
grandes con lo que quedarían demasiado cerca, con peligro de generar un arco
eléc- trico (chispazo) entre ambas, una se colocará en la parte superior de la
espalda, debajo de la escápula izquierda y la otra por delante, a la izquierda del
esternón (posición antero-posterior). Es esencial conseguir una posición que
maximice el paso de la corriente eléctrica a través del miocardio.
• Fuerza óptima
Aplicar una fuerza de 3 kg en los niños de menos de 10 kg y 5 en los niños mayores.
• Dosis
La dosis pediátrica ideal en términos de seguridad y eficacia es desconocida,
aunque se sabe que las descargas bifásicas son al menos tan efectivas y producen
menor disfunción miocárdica postshock que las monofásicas. Los modelos animales
indican que los resultados son mejores con 4 J/kg y que dosis mayores (hasta 9
J/kg) han desfibrilado a niños sin efectos adversos evi- dentes1,3-5. Por ello, se
recomienda utilizar de forma general do- sis de 4 J/kg con independencia del tipo
de onda
19. Fuerza de aplicación de las palas
Se deben presionar con fuerza las palas contra el tórax del paciente
(fuerza óptima 8 Kg en adulto y 5 Kg en niños), consiguiendo así un
buen contacto.
• Agente conductor
Actúa haciendo de interfase, facilita el paso de la corriente y reduce la
impedancia. No se debe usar gel de baja conductancia eléctrica (por
ejemplo, gel de ultrasonido).
• Fase ventilatoria
Es mejor aplicar el choque en la fase espiratoria, cuando menos aire
hay en los pulmones.
20. Normas de seguridad durante la desfibrilación
La técnica de desfibrilación debe llevarse a cabo sin riesgo para los miembros del equipo de
resucitación. Esto se consigue siguiendo las siguientes recomendaciones:
• Tener cuidado con los entornos o ropas húmedas.
• Secar al paciente si procede antes de la desfibrilación.
• Si se puede, utilizar parches autoadhesivos.
• No tocar el entorno del paciente durante la descarga.
• La persona que administre la descarga debe asegurarse que todo el mundo este alejado
del paciente durante la desfibrilación.
• Utilizar guantes, aunque la protección que dan es limitada.
• Si se está realizando ventilación con balón resucitador, alejar la fuente de
• O2 al menos 1 metro de las palas o parches de desfibrilación.
• Si el paciente está con ventilación mecánica, dejar el sistema cerrado du- rante la
desfibrilación, vigilando que no haya fugas.
21. Cuidados después de una desfibrilación
• Tratar de tranquilizar al paciente y explicarle lo que ha sucedido.
• Monitorizar las constantes vitales y la saturación de O2.
• Se pueden producir quemaduras de primer grado en la piel, que se
tratarán de forma inmediata, cubriéndolas con una gasa humedecida
en suero fisiológico, para posteriormente, aplicar crema hidratante y
analgésicos si los precisa.